Escucho murmullos provenientes del primer piso y siento curiosidad. Dejo mi lapicero a un lado y me levanto de la silla que está al frente de mi escritorio. Abro la puerta y, ahora, las voces se escuchan con mayor claridad. Frunzo el ceño y apresuro mi paso por el pasillo que da hacia las escaleras.
Llego al escalón del primer piso y, al observar el panorama frente a mí, me quedo estática en mi lugar, la conmoción y sorpresa se instalan en mi anatomía.
"¿Por qué no me dijo que venía?"
Mi madre está sentada en uno de los sillones junto a mi padre, ambos hablan en voz baja, como si no quisieran que alguien los escuchara.
—Ten amor —escucho aquella voz. Frunzo el ceño cuando su figura se hace presente en mi campo de visión.
"¿Qué jodîdos infiernos está pasando aquí?"
—¿Cole? —no puedo evitar cuestionar, obligando a mi cuerpo moverse. Cole me mira unos segundos, con algo de sorpresa y algo más -que no logro descifrar qué es- para luego sonreír como el gato de Alicia en el País de las Maravillas. La pareja de mi madre sigue su camino hacia dónde está mi progenitora para entregarle lo que, supongo, es una taza de café.
"¿Ahora entras a la cocina de mi papá y te atiendes como dueño de casa?"
—Gracias, mi amor —habla mi madre, dándole un sorbo a su bebida caliente.
—¿Qué sucede a aquí? —cuestiono confundida. ¿Por qué actúa tan... calmada? No la veo casi por un mes y sólo está ahí, sentada, tomando café.
—¿Así vas a recibir a tu madre? —Lucy deja la taza en la mesa de vidrio que se encuentra a unos metros del televisor y se levanta del sillón. —Un abrazo no me vendría nada mal —la observo unos segundos, sin salir del todo de la conmoción y, antes de acercarme a ella, mamá toma la iniciativa y me apachurra contra ella como si fuese un oso de felpa. Su perfume embriaga mis fosas nasales y cierro un momento los ojos porque ahora me doy cuenta que la había extrañado demasiado.
—Yo también debería tener uno de esos —expresa Cole luego de separarme de Lucy.
—Yo sé que estás bien así —le muestro uno de mis sonrisas falsas. Por alguna extraña razón mi madre no comenta nada sobre mi respuesta, pero le agradezco mentalmente. No necesito una de sus reprimendas en estos momentos.
—Tú siempre tan divertida —Cole ríe mientras despeina mi cabello como si fuera un perro y yo contengo mis ganas de insultarlo por tal acto —En fin, ha sido un gusto verte Hanna, pero debo irme.
—¿Conoces este lugar? —inquiero con verdadera sorpresa.
—Claro que sí, un buen amigo vive en este condado e iré a visitarlo. Justo ahora debería estar allá —habla mientras observa su reloj que debe costar una fortuna.
—Oh —murmuro observando a mi madre en busca de explicaciones, pero ella no parece querer decir algo al respecto.
—Nos vemos amor, te paso a buscar en unas horas —Cole se acerca a mi madre y planta un beso en sus labios. No puedo evitar hacer una mueca de disgusto.
—¿Qué está pasando? —cuestiono cuando Cole ya ha salido por la puerta principal y ha hecho sonar el motor del, seguro, lujoso auto.
—Debemos hablar —mi madre expresa con algo de seriedad cuando se sienta en uno de los sillones al lado de Noah.
Asiento con la cabeza, pues tengo demasiadas preguntas que necesitan su respuesta. Avanzo un poco más y me siento en el sillón que está en la diagonal de mis progenitores.
—Primero ¿Cómo es que eres una clarividente? —mi padre cuestiona sin rodeos desde donde se encuentra, haciendo que me tense en mi lugar.
El día de ayer, luego de lo que sucedió con Peter, Parrish Lydia y Meredith en la comisaria, logré evitar a mi padre toda la noche, así no tenía que responder a sus preguntas, pero, ahora, supongo que ya no hay escapatoria.
Suelto un pequeño suspiro cargado de nerviosismo. Mi vista viaja hacia los ojos de mi madre y luego hacia mi regazo.
"¿Dónde está Stiles?"
No creo que pueda hacer esto sola, no puedo explicar esto yo sola y asimilar la información que mi madre tiene que darme, porque sé que ha venido por una razón y su rostro está tan serio, que sé, que tiene algo importante y no muy grato para informarme.
Mi padre me observa expectante y trato de ordenar mi cabeza para poder empezar a explicarle -sin la ayuda de mi hermano- sobre lo que soy. Además de la razón del por qué se lo oculté, del porqué decidí guardarlo en secreto hasta este momento.
"Aunque ¿Cómo demonios se enteró?"
La duda ronda unos segundos por mi cabeza, hasta que veo a mi madre.
"Oh, ella se lo dijo"
—Bien, empecemos por partes —suelto un murmuro.
Esto será largo.
Entonces, comienzo a explicarle. Empiezo por el principio de todo: con los sueños que se hacían realidad, con las visiones que no sabía diferenciarlas -aunque aún sigo sin saber- En cómo Deaton me ayudo a entenderlo -aunque no del todo- Y en cómo hay cosas que aún siguen siendo un enigma para mí.
—¿Por qué no me lo contaste? —inquiere Noah con cautela, una vez que he terminado mi largo relato.
—Yo...yo no quería preocuparte. En un principio creía que no sabías sobre cosas sobrenaturales, pensaba que me tomarías por alguien demente. Luego Stiles me dijo que estabas al tanto... pero aún no sabía cómo explicarlo, quería estar segura de lo que me sucedía para luego decírtelo —murmuro clavando la vista en mi regazo.
—Está bien, cielo —mi padre sostiene mi mano en un gesto de apoyo —Pero puedes contar conmigo en lo que sea, puedes decirme lo que quieras y siempre voy a apoyarte —asegura Noah, en tono dulce.
Alzo la mirada y observo sus ojos azules. Una sonrisa baila en mis labios por aquellas palabras y asiento débilmente con la cabeza. Esta vez mi madre me mira haciendo, también, una sonrisa, Sé que, de esa forma, está mostrando su incondicional apoyo, lo cual le agradezco de sobremanera.
—Ahora es mi turno de hablar —Lucy expresa con cautela luego de un momento. La mujer que me dio la vida sigue con aquella expresión seria y algo preocupada, la cual me inquieta demasiado.
Antes de que mi madre empiece a explicarse, la puerta es abierta y Stiles aparece en nuestro campo de visión. El lugar se queda en silencio y él nos observa alzando una ceja, confundido.
—Hmm... Hola Lucy —mi hermano saluda, acercándose a mi madre para plantarle un beso en la mejilla. Luce un tanto nervioso y sin saber exactamente qué hacer.
—Hola, cielo —saluda mi madre haciendo una diminuta sonrisa.
—Hmm, bueno...yo... yo iré arriba, así los dejo hablar —el pelinegro empieza a caminar, dirigiéndose a las escaleras. Esta vez lo observo algo incrédula, me dijo que estaría conmigo cuando esta conversación sucediera.
—No, no puedes irte —murmuro ligeramente alarmada —Dijiste...dijiste... Quédate —atino por decir, observándolo. Mi hermano me muestra una pequeña sonrisa.
—Creo que deben hablarlo a sol...
—Por favor —mi tono de voz es de urgencia y lo observo con cierta súplica.
Necesito que esté aquí cuando mi madre comience a explicarse. Necesito que escuche lo mismo que yo, así no tengo que volver a repetirlo. Además, es muy probable que no recuerde algunas cosas que, quizás, serán importantes.
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Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]
FanfictionHanna grita por las noches mientras sus sueños se sienten muy reales. Hanna comienza a sentir miedo. Hanna, ahora, vive con Noah y Stiles Stilinski en Beacon Hills. "Lo asombroso de este mundo es que ni tu misma sabes cuándo serás parte de él"