Han pasado cinco días desde que desperté en el centro de trabajo de Deaton, el druida de la manada. Ahora me encuentro en mi habitación, nuevamente, observando el techo. Eso es lo que hago desde que vine a casa. No he ido a la escuela y, aunque no quiera hacerlo, sé que debo volver. He hecho de esta habitación un refugio, sólo salgo para usar el baño, ducharme y comer algo de vez en cuando. Perder a mi madre ha hecho que me refugie dentro de mis propias paredes. Sólo pienso en ella, mi mente sigue reviviendo el recuerdo de su muerte una y otra vez.
Las pesadillas me persiguen cada noche desde que volví. Stiles viene a altas horas de la madrugada a despertarme. Lo siento tanto por él, no merece a aquello, no cuando al día siguiente tiene escuela. Le he dicho que ya no venga, que siga durmiendo y que no se preocupe por mí, pero él insiste. Cada noche se echa a mi costado, esperando a que vuelva a quedar dormida, se lo agradezco inmensamente. He llorado en su pecho varias veces, mis sueños y mis recuerdos son demasiados para mí. Él no se ha quejado nunca y pienso que nunca lo hará. Soy su hermanita que está sufriendo. Debo dejar de sufrir, pero aún no he descubierto el modo de hacerlo, mientras tanto tengo a mi hermano mayor. No sé qué haría sin él.
Noah también está ahí para apoyarme, pero desde que le conté lo ocurrido pasa más tiempo en la comisaria empeñado en a encontrar a Zephyr, aunque sigue sin ubicarlo. Sólo tiene pistas que lo llevan a un callejón sin salida, es como si el hombre se hubiese esfumado.
Limpio una vez más mis lágrimas con el dorso de mi muñeca. No quiero llorar más, quiero dejar de sentirme de este modo. Quiero que Zephyr pague por lo que hizo, pero ¿cómo hacerlo si ni siquiera sé cómo defenderme? Mis poderes parecen haberse esfumado, no he tenido una premonición en un tiempo. Me siento diferente, estoy diferente.
Otra lágrima se desliza por mi mejilla, la limpio y vuelvo a fijar la vista en el techo. ¿Cuándo será el día en que me sienta bien? ¿Algún día llegará ese momento?
Papá está preocupado, Stiles también. No les culpo, la Hanna que conocían se ha esfumado.
Culpo a Zephyr por ello.
Lo odio. Necesito hacer justicia.
Un débil golpeteo hace eco en la habitación, desvió la mirada hacia al reloj en el buró y veo que indica las nueve de la noche. Otro golpeteo más y me levanto de la cama por inercia, dirigiéndome hacia la ventana. Corro la cortina y le saludo con un gesto de mano. Ha venido todos estos días a la misma hora. Se lo agradezco, de verdad lo hago.
Abro la ventana de par en par y el viento gélido de la noche golpea mi rostro, haciendo bailar mi cabello. Me abrazo a mí misma y lo observo unos segundos.
—Será mejor que te pongas un suéter, hoy está helado aquí afuera —asiento con la cabeza y me dirijo a mi armario para sacar un abrigo.
Me ayuda a salir por la ventana y llegamos al tejado, al mismo lugar que venimos frecuentando desde hace un tiempo. Ahora es mi lugar favorito.
—Gracias, Liam —murmuro haciendo una mueca, intentando sonreírle.
Él me sonríe.
Nos recostamos observando el techo. Mi cabeza en su hombro.
—Mason preguntó por ti, quiere verte —indica el chico de lindos ojos.
—¿Qué le dijiste?
—Qué aun no estás lista. Lo de siempre.
—Creo que volveré el lunes —susurro con ligera duda en mis palabras.
—¿Estás segura?
—Sí —respondo —Además, estoy segura que papá no me dejará faltar más tiempo —me encojo ligeramente de hombros —Soy una pésima amiga por ignorar a Mason ¿Verdad? —cuestiono, alzando ligeramente mi cabeza para observarlo. Él me mira fijamente. Podría pasar horas observándolo.
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Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]
FanfictionHanna grita por las noches mientras sus sueños se sienten muy reales. Hanna comienza a sentir miedo. Hanna, ahora, vive con Noah y Stiles Stilinski en Beacon Hills. "Lo asombroso de este mundo es que ni tu misma sabes cuándo serás parte de él"