—Puedes quedarte —mamá interviene, observando a un indeciso Stiles. Luego de unos segundos mi hermano termina asintiendo con la cabeza y sentándose a mi costado.
»De acuerdo, comencemos —Lucy hace una mueca ladina y observa a mi padre por unos segundos.
—Bien —murmuro.
—Tu abuela era una clarividente. Una muy poderosa. Según ella venía de un linaje muy importante. Ella no me contó mucho, ya que su poder no iba a ser transferirlo a mí, pues casi siempre se salta una generación, aun así, me mantuvo al tanto de ciertas cosas —Lucy narra y todos en la sala le prestan la atención debida.
»Tu abuela me dio el collar que te regalé por protección, por si al cumplir los catorce años daba indicios de haber heredado el poder; pero como ves, no lo hice. —mi madre hizo una pequeña mueca —Ella me indicó dónde lo guardaría para así yo poder buscarlo para las futuras generaciones. Era un sitio resguardado y secreto, pero vio por conveniente decírmelo.
»Cuando cumplí los diecisiete, mi madre ya estaba segura de que no los heredaría, así que no quiso mencionar más nada de aquel poderoso y extraño poder. Ella nunca más comentó lo que podía hacer, ver o escuchar.
»Tu abuela quería protegerme a toda costa y creyó que, manteniéndome al margen, lo estaba haciendo. Y un año más tarde ella falleció —el rostro de mi madre es de aflicción, seguro recordando a su madre, mi abuela -una a la que nunca conocí- Lucy casi nunca hablaba de ella, siempre le costaba recordarla. Y eventualmente no volví a preguntar más de mi abuela, no quería que mi madre se pusiera triste y melancólica.
—¿De qué te estaba protegiendo? —me atrevo a cuestionar —¿Del poder?
—Sí, hija. Pero no sólo de eso. En varias partes del mundo buscan con recelo y anhelo a una clarividente. Ellos saben que son muy raras y que, si vienen de un buen linaje, son muy valiosas.
»Cuando naciste tú, no tenía ni idea de cómo lidiar con lo poco que conocía. Y creí que, si no te lo mencionaba, el poder nunca se manifestaría o desarrollaría. Muchas clarividentes ni siquiera notan que lo son. Normalmente lo sueños que tienen, se quedan en eso, en sueños. No se lo cuestionan mucho, pues cuando vives una vida normal, sin seres sobrenaturales a tu alrededor, las visiones no son fuertes y pasan desapercibidas.
Lucy agarra su tasa de café y le da un largo trago, hasta casi no dejar nada.
—¿Y sabes más acerca del poder? ¿Hay algún libro que pueda leer? —inquiero esperanzada a que las respuestas que tanto anhelo me sean proporcionadas.
Mi madre niega con la cabeza.
—Lamentablemente no sé mucho. Tu abuela se guardó demasiadas cosas. Y tampoco hay un libro con todas las respuestas. Recuerdo que tu abuela me explicó que cada generación, cada niña, mujer -si heredaban el poder- desarrollaría algo nuevo y distinto.
»Si el linaje no es poderoso -como son la mayoría de las clarividentes- entonces el poder se queda en un nivel muy básico y no se desarrolla conforme pasa de mujer a mujer. Pero si el linaje es fuerte e importante, el poder cobra más fuerza conforme pasa de generación en generación.
—¿Entonces, mi poder es más fuerte que el de la abuela? —inquiero con algo de inquietud.
—Sí, cielo. Apuesto a que puedes hacer más cosas que tu abuela, pero aún no las has descubierto. Y espero que no lo hagas.
—¿Por qué? ¿Qué hay de malo?
—Amor, tu abuela ya era suficientemente poderosa. Aunque no quería preocuparme con nada de aquello, sabía que siempre estaba alerta y vivía con cierto temor.
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Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]
FanfictionHanna grita por las noches mientras sus sueños se sienten muy reales. Hanna comienza a sentir miedo. Hanna, ahora, vive con Noah y Stiles Stilinski en Beacon Hills. "Lo asombroso de este mundo es que ni tu misma sabes cuándo serás parte de él"