Capítulo 31

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Cierro mi libreta marrón y la coloco debajo del colchón. Miro la hora que marca mi celular y decido llamar a mi madre. Se supone que ya debería estar aquí, o eso fue lo que me dijo por aquel extraño mensaje.

-¿Mamá?

-Cariño, perdón -dice de repente. Suena agitada y escucho sus tacones resonar en el piso.

-¿Qué sucede? -cuestiono mientras apoyo el aparato contra mi hombro para poder ponerme las zapatillas.

-No podré ir hoy, los vuelos han sido cancelados por una posible tormenta. Además, no puedo dejar sola a la empresa, no precisamente hoy.

-Pero...

-Lo sé cariño, te prometí estar ahí, pero no puedo tomar ningún vuelo. El clima está loco. Debo irme, te llamaré luego, estoy camino a una reunión. Te amo.

-Mamá, espera... -antes de que pueda siquiera seguir hablando, finaliza la llamada.

-Maldición -pronuncio en voz alta y tiro mi celular contra mi cama.

De pronto, cierro mis ojos unos segundos y los abro con rapidez, observando a todos lados por lo acabo de escuchar.

El sonido de un disparo se repite una y otra vez en mi cabeza. Aprieto mis puños y trato de concentrarme, trato de saber si ha sido mi tonta imaginación o en verdad ha sido un jodido disparo.

Con las manos temblorosas tomo el picaporte marrón de la puerta, abriéndola casi unos escasos centímetros. Me preparo mentalmente para salir, tomando una respiración profunda y cierro, unos segundos, los ojos. Me sobresalto cuando lo vuelvo a escuchar, ahora tan real que pienso que pudo provenir del primer piso. Cierro torpemente la puerta y me quedo estática en mi lugar, sin el valor de salir de mi habitación.

Escaneo el lugar y lo único que encuentro es el bate de béisbol de Stiles, apoyado contra la esquina de la pared. Lo sostengo tan fuerte que puedo observar mis nudillos de un color blanco. Dudo unos segundos, pero termino por salir, quedándome en el pasillo.

Las escaleras están a unos pasos y me encamino hasta ellas. Me obligo a no ser dominada por el miedo y avanzo hasta llegar a la sala.

-Hay...hay alguien -murmuro mirando a mi alrededor con frenesí, esperando a que no aparezca nadie, agarrándome con la guardia baja. Sostengo el bate como si de eso dependiera mi existencia y sigo avanzando. Nadie responde a mis llamados y eso me pone de los nervios.

"Si hay un jodido ladrón, no va a responderte, Hanna"

Para mi mala suerte no hay nadie en casa, Stiles está con papá en su trabajo y yo decidí quedarme para terminar mis tareas. La casa está envuelta en un silencio escalofriante y con cada paso que doy siento que mi corazón late más rápido.

Cuando termino de recorrer toda la casa, el alivio y la confusión se instalan en mi sistema. Niego con la cabeza y decido volver a mi cuarto.

"Listo, me estoy volviendo loca"

Dejo el bate donde estaba y me siento al borde de mi cama meditando lo que acaba de pasar. Creo saber lo que escuché y algo me dice que no fue producto de mi tonta cabeza, pero no tengo ni la menor idea de qué es exactamente y por qué lo he oído.

Lo escucho otra vez y nuevamente me sobresalto.

Con todo el terror del mundo, decido cerrar mis ojos, decido concentrarme en el sonido.

Lo escucho más fuerte, pero ninguna imagen se proyecta en mi cabeza. La confusión y la desesperación recorren mi anatomía y, por unos segundos, pienso que me he vuelto completamente loca y estoy escuchando sonidos que no son reales, que son productos de mi imaginación.

Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora