Capítulo 50

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Me observo en el espejo, mi cuerpo entero se ve reflejado en aquel objeto. Suelto suspiro. No sé si podré hacer esto.

—¿Hanna ya estás lista? —la voz de Noah se escucha por todo el lugar.

—En un minuto —respondo en un tono alto para que logre oírme.

—De acuerdo, no tardes.

Estoy lista, tengo puesto el bonito vestido negro que me llega hasta casi las pantorrillas hace más de media hora, que son los minutos que llevo de pie frente al espejo. Es sólo que no me siento preparada para bajar y emprender el camino al funeral de mamá.

—Hanna —la voz de Stiles se hace presente. Por el rabillo del ojo puedo ver que se encuentra apoyado contra el marco de la puerta.

—¿Vamos? —lo observo unos segundos. Tiene puesto un terno de color negro que le asienta muy bien —Hey, va estar todo bien —mi hermano se acerca a mí y coloca una mano sobre mi hombro. Lo vuelvo a mirar y hago una mueca. Medito otros segundos más, pero sé que debo moverme. Suelto otro suspiro y asiento.

—Bien —murmuro mientras obligo a que mis pies se muevan y salgan de la habitación.

Una vez dentro del auto, papá empieza a conducir por las calles de Beacon Hills. Mis brazos descansan sobre mi regazo mientras sostengo fuertemente la hoja de papel con algunos rayones y tachones, pudiéndose observar mi letra algo ilegible. Noah me consultó si que quería decir algunas palabras y, aunque al inicio lo dudé, al final terminé aceptando, porque es mi madre y se lo merece. Mis palabras están escritas en esta hoja doblada en cuatro, esperando ser leídas en voz alta cuando me encuentre frente a su ataúd. No es algo muy extenso, las estuve pensando desde hace varios días y para no olvidarlas las escribí.

Muevo de arriba abajo mi pierna derecha con suma velocidad.

Maldición, estoy nerviosa.

¿Por qué estoy tan nerviosa?

Mi estómago punza ligeramente. No sé lo que pueda suceder ahí, pero hay algo extraño en el ambiente. Es como si algo estuviera fuera de lugar, como si algo fuese a cambiar.

Observo la ventana y veo los árboles extenderse hacia el cielo. Hemos dejado atrás las casas, ahora sólo está la carretera y el bosque a ambos lados. El clima está nublado y hace un poco de frío.

"Que todo salga bien, por favor"

Una bandada de pájaros vuela de repente. Un rugido se escucha a lo lejos, tan bajo que puede ser que me lo haya imaginado. La brisa golpea tan fuerte a los árboles que sus hojas chocan entre sí.

"Todo estará bien" Me repito otra vez en mi cabeza "Todo tiene que estar bien"

—Hann —mi hermano pone una de sus manos sobre la mía, trayéndome de vuelta a la realidad —Todo saldrá bien —medio sonríe de lado. Lo observo unos segundos, quiero creerle del todo, quiero que sus palabras me aseguren que el destino no puede ser tan malvado y empeorar este día, pero hay algo que no me deja tomar sus palabras como certeras; aunque no se lo digo, en vez de eso, asiento con la cabeza y vuelvo a mirar por la ventana.

Papá estaciona el auto y esa es mi señal para que baje de este. Mis zapatos chatos negros hacen contacto con el gras y me dispongo a caminar detrás de Stiles y de Noah. El lugar nos da la bienvenida, un gran manto verde con árboles y arbustos a los alrededores. Si no fuera porque sé que es un cementerio y tiene contadas lápidas a la vista, sería un bonito lugar para conectar con la naturaleza y relajarse. Noah ha hecho un buen trabajo y le agradezco que haya elegido este lugar.

Conforme voy avanzando con la cabeza gacha, siento que mis nervios se intensifican.

"Contrólate Hanna, no querrás vomitar en este momento"

Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora