—¿Mamá? —cuestiono entrando a mi casa y cerrando la puerta con llave. Es de noche y hace frío. No recuerdo qué estaba haciendo o por qué recién acabo de llegar a casa. Mi mamá no responde y eso me pone nerviosa. Siento que algo no va bien.
—¿Mamá? —intento nuevamente, pero el silencio es la única respuesta que obtengo. Me dirijo hacia el interruptor, que está por las escaleras, para apagar la luz, pero un ruido me detiene. Me asomo, pero no llego a ver nada. No le doy importancia y me dispongo a ir a la cama. Supongo que mi madre ya se fue a dormir.
—¡Hasta mañana, mamá! —exclamo, pero nuevamente no hay respuesta.
"Ya debe de estar dormida"
Apago las luces del primer piso y empiezo a subir las escaleras, estas rechinan y un escalofrío recorre mi cuerpo. Otro ruido y siento que mi corazón salta.
"Debe ser las ramas golpeando alguna ventana. Tranquila"
Llego a la puerta de mi habitación y vuelvo a echar un vistazo, nada.
Entro rápidamente a mi habitación y cierro la puerta. Me pongo mi pijama y me hecho en mi cama. Lo único que ilumina el lugar es la pequeña lámpara de mi mesa de noche. Voy a apagarla para poder dormir, pero cuando estoy a punto de hacerlo, veo unas manchas en la alfombra, justo al lado de la cama. Frunzo el ceño, pero termino agachándome para observar con más claridad. Lo primero en lo que pienso es en sangre.
"De seguro es barro, deja de ser tan paranoica"
Para estar más segura, con mucho terror, miro debajo de la cama. El alivio recorre mis venas al darme cuenta de que sólo es un gato.
"¿Qué carajos hace un gato debajo de mi cama?"
—Hey, tú —hablo en tono bajo y dulce —¿Qué estás haciendo ahí abajo? —le pregunto como si me fuera a responder. La tenue luz de mi lámpara no me deja ver con claridad, así que agarro la lámpara y la enfoco a la dirección del gatito.
Abro los ojos con verdadero pánico y prácticamente salto de mi cama.
El jodido gato está bañado en sangre.
De pronto, gritos desesperados invaden todo el lugar.
Reconozco de quienes son esos gritos y enseguida quiero ir a ayudarla. Mi mamá grita con desesperación y angustia. Siento las lágrimas picar mis párpados. El sonido es desgarrador y me paralizo sin saber qué hacer.
—¡Ayuda! —mi mamá grita entre sollozos. Quiero ir a ayudarla, pero mis estúpidos pies no responden —¡Ayuda! —otra vez la vuelvo a escuchar. Respiro varias y esta vez obligo mis piernas a moverse. Abro rápido la puerta y cuando estoy en el pasillo todo, pero absolutamente todo, se queda en silencio. Un silencio terrorífico.
Mi corazón late con rapidez y mis manos tiemblan ligeramente. La angustia recorre mi cuerpo y observo a ambos lados del pasillo con desesperación y llena de pánico. Logro captar una sombra y contengo la respiración unos segundos, esperando no hacer ningún tipo de ruido.
Nuevamente me encuentro paralizada, observando como aquella sombra se acerca más hacia mí. Cuando la luz me permite ver la mitad de su cuerpo, me cubro la boca con una mano para no soltar un grito. Mis ojos se abren con sorpresa y terror al darme cuenta de que en su mano derecha tiene lo que parece ser un hacha. Aquel ser detiene su andar, esta vez la luz que se cola por la ventana del pasillo le enfoca en la cara.
Y, entonces, grito contra mi mano.
Ahora que puedo ver su rostro este carece de una boca. Simplemente en el lugar donde debería ver una boca hay sólo piel. La conmoción y el terror se hacen más fuertes.
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Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]
FanfictionHanna grita por las noches mientras sus sueños se sienten muy reales. Hanna comienza a sentir miedo. Hanna, ahora, vive con Noah y Stiles Stilinski en Beacon Hills. "Lo asombroso de este mundo es que ni tu misma sabes cuándo serás parte de él"