Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]

Capítulo 22

—Creo debemos ir —sugiero mirando a Liam. Él luce curioso.

Si papá está aquí quiere decir que ya se enteró de lo ocurrido.

—Sí, vamos —responde y emprendemos nuestro trote hasta el edificio de la escuela. Cuando entramos por la puerta azul vemos a varios chicos del equipo de lacrosse junto con el entrenador.

-—Chicos, apártense —empieza a indicar Finstock —Pueden recoger sus cosas mañana. Si alguien ve a Garret que informe a la policía de inmediato —Liam y yo nos miramos, sabiendo que nada bueno puede salir de esto. Garret está fugitivo con un cuchillo cubierto de un extraño veneno que puede herir a un ser sobrenatural. —Y que luego le digan que está fuera del equipo —aquello último hace que ruede los ojos. Vamos, hay cosas más importantes, en este momento, que el dichoso equipo de lacrosse.

—Liam ¿Qué haremos? —murmuro, la preocupación recorriendo mi anatomía.

—Por ahora, supongo que esperar. Lo atraparán, ya verás —trata de sonar seguro.

—Papá, en serio, estoy bien —escucho la voz de Scott que proviene del pasillo. Nos detenemos al lado de una columna.

—Debí haber estado ahí. Dije que iría a ver el partido —el agente McCall suena muy arrepentido.

Hago una mueca cuando terminan de hablar. El señor le había prometido a la madre de Scott que estaría aquí y, bueno, no lo hizo y se siente culpable.

De pronto, Violet interrumpe la escena, apareciendo en nuestro campo de visión. La observo y me doy cuenta que lleva puesto unas esposas. Un policía, que lo identifico como Parrish, la sostiene del brazo firmemente. Me mira por unos segundos y sonríe de lado, como si estuviera pensando en cómo matarme de una manera lenta y dolorosa, trago saliva fuertemente. 

—Jordan Parrish —murmura ella luego de darle una ojeada a la placa del oficial. Entrecierra ligeramente lo ojos, como si estuviera recordando algo, y luego mira a Scott haciendo, otra vez, esa sonrisa ladina. Scott la observa, luciendo preocupado y algo alterado.

—Agente Parrish —afirma el oficial y sigue caminando junto con la chica.

—¿Hija, estás bien? —la voz teñida de preocupación de mi papá se escucha por todo el lugar. Me examina con la mirada, asegurándose de que no tenga ningún rasguño y se detiene en la herida de mi labio. Frunce el ceño y sé que quiere una explicación.

—Me caí —miento haciendo una mueca. No quiero preocuparlo más de lo que ya está.

—¿Segura? —cuestiona no creyéndome al cien por ciento.

—Segura. Soy muy torpe con mis pies —sonrío sin mostrar lo dientes. Esta vez la herida no duele tanto.

—Bien. Tu hermano ha llevado al chico Brett al hospital. Yo tengo que encargarme de este asunto ¿Crees que puedas regresarte con Scott?