Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]

Capítulo 59

Había sido unas cuantas semanas de convencimiento para llevar a cabo un plan que pudiese derrotar a Zephyr. Había sido casi dos meses de ardua preparación, de fallos y victorias.

Y, aun así, ahora nos encontrábamos perdiendo.

Lo inevitable había llegado, Zephyr me había encontrado y la batalla se había desatado. El hombre podía haber estado debilitándose poco a poco, pero era astuto y había conseguido más personas que pelearan de su lado. Y por eso ellos estaban ganando, nos superaban en número, había inclusos humanos peleando junto a él.

¿Cómo estaba yendo tan mal? Según mis premoniciones si seguíamos el plan a pie de la letra debíamos ser capaces de derrotar a ese ser.

Los chicos estaban peleando por un lado en el medio del boque mientras Malia, Kira y Lydia estaban luchando contra aquellas mujeres sobrenaturales que habían salido en defensa de Zephyr. Gael y Amber estaban peleando contra el mismísimo Zephyr. Yo necesitaba hacerme a un lado para poder respirar con normalidad luego de que aquel hombre intentara herirme.

—Hanna, debes quedarte aquí —escucho a Stiles decirme, trayéndome de vuelta a la realidad. Me ha arrastrado hasta detrás de un tronco alejándome del campo de batalla.

—Debo volver —mascullo decidida al ver que todos luchan.

—No, te quedarás aquí —ordena con autoridad.

—Stiles, déjame —intento soltarme de su agarre.

—Te quiere a ti, Hanna —expresa con seriedad y preocupación. —Lo venceremos nosotros. El plan acaba de salirse de control y no dejaré que arriesgues tu vida, casi logra asfixiarte, así que ni se te ocurra volver. Es muy peligroso.

—Pero no dejaré que luchen solos.

—¡Solo obedéceme, Hanna Stilinski! —mi hermano ordena con firmeza.

El chico me da una última mirada y luego corre en dirección a papá para ayudarlo a combatir contra aquel policía. Sí, hay policías luchando en el bando de Zephyr, no tengo ni idea de cómo ha conseguido su lealtad o si simplemente los ha obligado con algún juego retorcido de control mental. Es por eso que tampoco podemos hacerles mucho daño a estos civiles, no sabemos si están conscientes de lo que están haciendo.

—¡Papá! —luego de un momento, escucho el grito de Amber llamando mi atención. Mis ojos se abren enseguida cuando observo a Gael en el piso con una herida sangrante en la pierna. Amber intenta acercarse hacia donde está Zephyr con aquella daga que su padre hechizó y así poder drenarle toda la energía a ese miserable ser, pero fracasa totalmente pues él utiliza su poder y hacer que mi albina amiga se estampe contra un tronco y caiga al suelo, inconsciente.

—¡¿Creíste que podías vencerme?! —vocifera Zephyr apuntando su propia daga en dirección a Gael que intenta levantarse para ir ayudar a su hija. —Soy y seré siempre más poderoso que tú, Gael. Te eliminaré, pero primero verás como le arrebato la vida a tu hija, así como lo hice con tu esposa —suelta una carcajada —Y luego de que acabe contigo, me llevaré a esa mocosa que osó robarme mi collar —Sé que está hablando de mí y la furia comienza a crecer recorriendo mi anatomía. Ese collar era de mi madre.

"Lo siento Stiles, pero no puedo obedecerte"

Entonces, empiezo a correr en su dirección. Como Zephyr me está dando la espalda no parece percatarse de mí, así que me abalanzo contra él y le propino una patada con todas las fuerzas que me quedan.

El hombre sale volando hacia un costado, aquello permitiéndole a Gael a que se levante y busque frenéticamente el paradero de du hija. Con un pequeño asentimiento de cabeza le indico que vaya a ver a Amber.

—Nos vas a quitarme a nadie más —mascullo con mucha ira. Zephyr se levanta rápidamente y solo forma una enorme sonrisa, hay mucha satisfacción en ese gesto lo cual logra enfurecerme aún más. Tiene sangre en la ceja y en el labio, aunque sé que dentro de poco se curará.

—Oh, querida Hanna, veo que tienes agallas —murmura —No te preocupes, ya no te quedará nada luego de la paliza que te voy a dar, irrespetuosa niña —El hombre me propina una bofetada, tomándome desprevenida. Intenta meterse a mi cabeza para controlar mis movimientos, pero no se lo permito.

El individuo frunce ligeramente el ceño cuando su control mental no da los resultados que él desea y aprovecho su distracción para acercarme a él y golpear su patético rostro.

—Vas a pagar por lo que le hiciste a mi madre —mascullo con ira mientras consigo entrar en su mente y lograr que se quede inmóvil para propinarle una serie de golpes. Hasta que él logra sacarme de su cabeza, retomando el control de su cuerpo.

Maldigo cuando soy lanzada hacia atrás y caigo de espaldas contra la tierra. Aunque, mientras Zephyr está entretenido conmigo, veo por el rabillo del ojo como Gael se acerca con la daga que su hija tenía y la logra clavar en el brazo de ese ser. Un alarido de dolor se escucha por todo el lugar, haciendo que todos dejen de luchar y observen nueva la escena.

Pero la daga no funciona como lo esperábamos.

Zephyr hace una maniobra, logrando aventar al brujo contra otro tronco de árbol y uno de sus secuaces lo espera para comenzar a luchar y prohibirle el paso hacia nosotros. Amber, que ya recobró la consciencia, va a ayudar a su padre y nuevamente la lucha se desata.

Sé que la daga le ha quitado un poco de poder, pero no ha sido lo suficientemente poderosa para drenarle todo. Es más fuerte de lo que pensábamos.

"Maldición, piensa"

Sé que debo acercarme a él otra vez. Debo tocarlo y usar las energías que me quedan para absorber lo que la daga no pudo. Solo que corro el riesgo de absorber demasiada energía y que mi cuerpo no lo soporte.

"¡Debes hacerlo!"

—¡Hanna, no! —escucho la voz de Gael sabiendo mis intenciones, pero ya es muy tarde. Nuevamente he conseguido entrar en la mente de Zephyr e inmovilizarlo por unos segundos para poder acercarme a él y sostener su brazo.

—Te derrotaré, aunque tenga que caer contigo —susurro observando a los ojos a Zephyr. Ya no tiene esa petulante sonrisa en su rostro y aquello logra llenarme de satisfacción.

Entonces comienzo a drenar su energía.

Las venas de mis manos comienzan a tornarse de color negro y también a hincharse ligeramente, sobresaliendo mi pálida piel; hasta alcanzar mi brazo y subir hasta mi hombro, cuello y quizás mi rostro.

Esta vez grito de dolor cuando la energía es demasiada. Con mi mano libre sostengo el collar que rodea mi cuello y lo aprieto con fuerza. Siento una quemazón inexplicable invadir toda mi anatomía, haciendo que el dolor se intensifique y suelte otro alarido de dolor. Zephyr intenta librarse de mi agarre, pero está tan débil que solo cae de rodillas contra el suelo frente a mí. Ahora es algo más bajo que yo y puedo verle a los ojos.

—T-te vencí —susurro clavando mi vista en sus ojos. Mis lágrimas no tardan en salir por el dolor que estoy experimentando y también caigo de rodillas al suelo sin la capacidad de sostenerme.

Entonces, siento la sangre salir de mi nariz, boca y ojos.

Escucho mi nombre un par de veces, pero no puedo identificar las voces. Todo comienza a tonarse borroso y mi cabeza comienza a palpitar.

Mi collar vibra intensamente y, cuando todo el cuerpo de Zephyr termina de caer contra el suelo, yo lo suelto, sintiendo la inconsciencia comenzar a dominarme. Mi cuerpo no lo ha soportado, lo puedo sentir.

"Mamá, espero verte pronto"

De repente, todo se vuelve negro y dejo mi débil cuerpo caer hacia atrás, aunque siento que alguien sostiene mi cabeza. Pero ya no puedo ver quién es, porque el aire deja de entrar a mis pulmones y ya no escucho los latidos de mi agitado corazón.

Simplemente hay silencio.