Hanna Stilinski [Teen Wolf - Liam Dunbar]

Capítulo 58

La mesa se queda en silencio, todos esperando, quizás, que suelte una carcajada y les diga que es una broma de mal gusto; pero obviamente aquello no sucede.

—¿Amber es cierto? —Gael es el primero en romper con aquel tenso silencio. La seriedad que emana es algo intimidante, la verdad no sé cómo mi amiga puede sostenerle la mirada.

—Sí —responde su hija —Pero lo hicimos para saber el paradero de Zephyr —pronuncia algo dubitativa. Mi pierna se mueve de arriba abajo frenéticamente cuando mi vista se cruza con la de mi papá; no es tan severa como la de Gael, pero si está serio, supongo procesando lo que acabo de contarles: cómo conocí a Amber, mi entrenamiento, mis poderes desarrollados, Zephyr y lo de las brujas.

—Eso no es excusa para que ambas se expongan de esa forma.

—Pero papá, nos entrenaste para esto.

—Las entrené para que puedan defenderse, no para que vayan a buscar el peligro por sí solas. Esto nunca fue parte del plan —el suspiro cargado de exasperación y frustración por parte de Gael me hace sentir más culpable.

—Lo siento —susurro.

—Bien, creo que debemos irnos Amber. Necesito despejar mi mente y pensar en lo que haré contigo.

—Pero...

—Vamos —el hombre se levanta de su asiento —Fue una muy rica cena, Sheriff, pero es momento que nos retiremos. Nos mantendremos en contacto —Una pequeña sonrisa de amabilidad se forma en su rostro por un momento, sé que está siendo respetuoso, típico de Gael.

Mi padre también le hace una diminuta sonrisa ladina y asiente con la cabeza.

—Gael... —me atrevo a hablar, levantándome del lugar para alcanzar a Amber y a su padre que caminan hacia la puerta. El hombre se detiene y lo alcanzo.

—Sabes que no me gustan las mentiras, Hanna, y qué tú y mi hija hayan ido tras mis espaldas y no fueran honestas, me deja muy decepcionado —expresa. Esa última palabra me deja estática en mi lugar.

No quería que esto sucediera. Le tengo mucho cariño a Gael y saber que está decepcionado me deja un sabor amargo en la boca. Si él lo está, mi otra familia también lo debe estar.

»Esto no quiere decir que te quiera menos, Hanna —el hombre coloca un mano en mi hombro y agacha la cabeza para observarme. Sé que puede ver mis ojos cristalinos —Pero debes entender que tus acciones tienen consecuencias y debes acatarlas. Te dejaré hablar con tu padre, tu hermano y el alfa. —indica negando levemente con la cabeza —Nos vemos luego —El hombre deja un casto beso en mi frente y luego comienza a caminar.

—Hablamos, Hanny —mi amiga me abraza —Quizás en sueños, porque papá me quitará el celular hasta que me jubile —susurra y yo aprieto más mi agarre.

—Lo lamento —susurro en su oreja.

—Hey, esto no es sólo tu culpa —mi amiga me separa un poco —Yo decidí ayudarte. Y lo volvería hacer, así que quita esa cara de cachorro lastimado —Amber me vuelve abrazar y vuelvo a esconder mi cabeza en su hombro.

»Deja que yo me encargo de ese viejo amargado —sé que habla de su padre —El plan debe continuar, con o sin ellos, no dejaré que ese horrible ser venga a hacerte daño —asegura —Tú encárgate de los tuyos y explícales, por qué debemos seguir, ya no tenemos mucho tiempo, Hanny —murmura contra mi oreja.

Asiento levemente con la cabeza y nos separamos. La puerta se cierra tras de ella y el lugar vuelve a quedarse en silencio. Doy media vuelta y me obligo a caminar hacia la mesa, donde los tres siguen sentados con los brazos cruzados.