-Vale, vale, no hay problema. Sé que las chicas tienen esos días… -dijo Willy mientras me acariciaba el hombro.
-No seas idiota, no fue por eso –dije separándome un poco para poder ver sus ojos cafés.
-¿Entonces? –preguntó Willy, me quedé viéndolo a los ojos por unos segundos, ojos que me transmitían confianza. Lo tomé de la mano y lo guie a unos escalones a unos metros de la entrada de la casa para sentarnos y así contarle mi gran dilema. No sólo le conté sobre Daniel, también le conté literalmente toda mi vida, llegó un momento en el que ambos coincidimos en que nos dolía de tanto estar sentados, así que fuimos a echarnos en el césped y seguimos hablando. Guille había hecho que olvidara todo el rollo que tenía en la cabeza, no parábamos de reír, una vecina algo mayor salió a quejarse y tuvimos que callarnos. Sólo nos quedó observar la estrellada noche.
-Hoy he confirmado que a donde vaya contigo siempre nos van a querer echar –dijo riendo.
-Fue culpa de ambos –dije dándole un pequeño golpe en el hombro mientras cubría un bostezo con mi otra mano. -¿Qué hora es? –le pregunté, el chico saco su celular y revisó la hora.
-Un cuarto para las cuatro –respondió también bostezando.
-Creo que ya debemos irnos –dije levantándome y sacudiéndome un poco la ropa.
-Sí, tengo que grabar en una horas –rio y me acompañó hasta la puerta.
-Gracias por todo –le dije dándole un abrazo. Entré a la casa intentando hacer la menor bulla posible, subí a mi habitación y me preparé para dormir.
~
-¿_____? Despierta –escuchaba junto a unos golpes en la puerta.
-Un ratito más, mamá –dije cubriendo mi cabeza con mi almohada.
-Ya son las nueve y tenemos que aprovechar el día para pasear –dijo la voz tras la puerta y que ya no estaba en casa y que esa no era mi mamá sino Nicole.
-Lo siento, ya voy, salgo en diez lista –grité y me paré de la cama.
-Vale te espero –respondió Nicole y escuche que bajó. Me di un baño con agua fría con esperanzas de que me levantara, dormir cuatro horas no era lo mío, no sé cómo soportaría este día despierta. Salí y me vestí con unos jeans, una blusa rosa y mis vans. Intenté cubrir con maquillaje las enorme ojeras que delataban lo poco que había dormido y dejé mi cabello suelto. Antes de bajar a tomar el desayuno revisé los mensajes en mi celular.
Mensajes:
Daniel: Te extraño muchito, no olvides que esta noche skypeamos hasta el amanecer :*
Alex: El martes va a haber noche de películas con algunos amigos en mi casa, estás invitada :D
Guille: ¿Quieres salir el jueves? Sé de un lugar al que te encantaría ir :)
Respondí todos afirmativamente y bajé a tomar el desayuno. Tomé una taza de café y un pan, Nicole bajó con su bolso y salimos. El día fue largo pero me la pasé bien, ya me ubicaba un poco más. Nicole paró a comprar unas donas, revisé el reloj y vi que eran las siete y media, tenía que volver para hablar con Daniel, habíamos quedado a las siete ya que más tarde iba a entrenar.
-Nicole, tenemos que volver, le prometí a tu primo que hablaríamos a las siete –le dije.
-Oh claro, vamos de inmediato, de seguro que no querrás perderte de esa conversación –dijo con una risa media rara y dio una mordida a su dona. Llegamos a casa en diez minutos, subí rápidamente y mientras prendía mi laptop saqué mi celular y le mandé un mensaje a Daniel avisándole que ya me conectaría y pidiéndole disculpas por la demora, sus respuestas fueron algo cortantes lo cual me dejó extrañada. Abrí Skype y antes de que pudiera presionar el botón de “llamar” entró su llamada.
Conversación por Skype
-¿Hola?-dije mientras esperaba que cargue la imagen de video.- ¡Dani! –dije emocionada al ver su carita después de tanto tiempo, estaba serio viendo algo en su teléfono. –Dani estoy aquí –dije para asegurarme de que me haya visto.
-Sí sé, no soy sordo –dijo algo agresivo.
-¿Pasa algo?-dije borrando la sonrisa que tenía en el rostro.
-Pasa esto –dijo mientras acercaba la pantalla de su celular a la cámara, había una imagen.
-Estamos en Skype tontito, no veo nada, no enfoca –le dije rodando los ojos.- ¿Qué hay? –le pregunté ya que no pude visualizar nada.
-Pues veo a la que se hace llamar mi novia besándose con otro chico, ¡Qué alegría! –dijo con una sonrisa falsa.
-¿Qué? –me quedé petrificada, lo único que se me vino a la mente fue Rubén, pero ¿Quién le mandaría eso? –Creo que me estás confundiendo…
-No, eres mi novia y te conozco y sé que esa eres tú –dijo con voz alta señalando la foto. -¿Quieres ver las fotos? Ahí las tienes –dijo y de inmediato se cargaron unas fotos al chat de Skype, y fue donde me di cuenta que si era yo, y no con Rubén sino que con Guille. Me quedé viendo las fotos, sí, eran más de una.
-¿Qué pasa? ¿Ya te diste cuenta que eras tú?-dijo con un tono odioso.
-Sí soy yo pero no he besado a nadie –dije defendiéndome, porque era la verdad. –Sólo es un mal ángulo, ¿Por qué no me crees?-dije y una lágrima cayó por mi mejilla.
-¿Cómo quiere que te crea si hay fotos y un testigo que te vio? –dijo alzando la voz aún más y con los ojos cristalizados, “¿Testigo?” pensé, alguien estaba en contra de mí.
-¿A quién le vas a creer, a tu testigo o a mí? –pregunté con las lágrimas aun cayendo, me dolía que no confiara en mí.
-Pues digamos a mi testigo, la conozco desde hace mucho más tiempo que a ti, _____, pensé que me amabas, pensé que esto llegaría lejos, pero ya veo que eres fácil y que no te cuesta buscar consuelo en otros y ¿Sabes qué? Terminamos –finalizó, no sabía si llorar de rabia o de dolor, había perdido al chico de mi vida, y lo peor es que no fue por mí ni por él sino que por otra persona.
-Por favor déjame explic… -antes que terminara colgó.
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Hooola!! :D
Aquí un nuevo capítulo para ustedes, un poquito tarde pero bueno, espero les haya gustado, sobre todo a las haters de Daniel que querían que desaparezca de una vez. No se olviden de dejar sus opiniones en los comentarios. Setecientos setenta y siente mil gracias a todas las que leen, votan y comentan.
¿Quién será el testigo? :O Es un poco obvio...
Un abrazote a todas <3
