Guille y yo nos quedamos mirando a Alex sin decir nada mientras él esperaba una respuesta sonriente.
-¡Que aburridos! –dijo Alex parándose indignado.
-Nadie va a querer bailar conmigo así de mojada –respondí señalando mi húmedo vestido.
-Yo sí –dijo Alex y me jaló de la mano para que me pare –Vamos –me llevó hacia adentro, volteé a ver a Guille, se había quedado ahí sentado mirando la piscina. Mis ganas de ir corriendo y tirarme en él eran inmensas, pero no quería dejar a Alex, quizás esto quería decir que no era el tiempo correcto. Estuve un largo rato bailando con Alex, Guille entró rato después y las cosas iban como si nada hubiese pasado, así que me comporté igual. Fue mala idea bailar, el dolor de mi tobillo se había vuelto más agudo, le pedí las llaves de la casa a Rubén ya que me las había olvídalo, por suerte respondió que él también pensaba irse así que nos fuimos juntos.
“Ascensor en mantenimiento” leí y ya podía ver el sufrimiento que me esperaba.
-Vamos por las escaleras –dijo Rubén dirigiéndose a estas. Rubén subió primero y yo iba detrás tomándome mi tiempo. Al fin entramos a casa, le di las buenas noches a Rubén y me dirigí hacia mi habitación.
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Los gritos exagerados de Rubén me despertaron a eso de las 11:30 am, lo único que diferenciaba este día de los demás era que tendría que dar clases esta tarde, nada mejor que comenzar con un tobillo doblado. Me paré de la cama y comenzó la misma rutina de siempre, bañarme, desayunar, tontear, almorzar y salir, en este caso a trabajar.
Cogí las llaves y salí, en el camino Guille me estuvo hablando, le conté sobre el trabajo y quedamos en que me iba a recoger, no sé por qué pero el hecho de que anoche hayamos dejado algo inconcluso me hacía estar nerviosa de verlo esta tarde. Llegué al local y me encontré con Dylan, me explicó unas cuantas cosas y al fin me llevó con mis alumnitos, siempre me llevé bien con los niños. Dylan me presentó ante los niños y se quedó mirando lo que hacía, cosa que me puso algo nerviosa al comienzo. Hice que los niños dijeran sus nombres y qué les gustaba hacer, típico de profesoras, una de las más pequeñas alzó la mano.
-¿Sí, Sarah? –le di la palabra.
-¿Usted y ese chico son novios? –dijo señalando a Dylan y reí ante su inocente pregunta.
-Claro que n…-respondí pero Dylan me interrumpió.
-¡Sí! –respondió a la niña, fruncí el ceño y volteé a mirarlo, el sólo río como respuesta, tal vez solo era una broma, pero me molestaba.
-Bueno ya es hora de que mi AMIGO Dylan se vaya –dije poniendo énfasis en “amigo”, no quería tener mal entendidos más tarde…
La hora y media se pasó rápido, me despedí de los niños y fui a sacarme los patines, un intenso dolor recorrió todo mi cuerpo cuando posé mi pie derecho en el suelo.
-¿Estás bien? –alcé la mirada y me encontré con Dylan.
-Sí, sólo me doblé el tobillo a noche –respondí algo seca.
-Se ve algo hinchado, vamos a enfermería –dijo y me ayudó a ir. Me quedé sentada en la camilla mientras él iba en busca de la enfermera.
-La enfermera no está, pero algo de enfermería sé –dijo Dylan entrando por la puerta, antes de que me pudiera negar su manos ya se encontraban inspeccionando mi tobillo. Aproveché el incómodo silencio para aclarar lo que dijo afuera.
-Por qué dijiste a la niña que eras mi novio –pregunté seria.
-¿Por qué no? –dijo y en un abrir y cerrar de ojos estaba en frente mío, más cerca de lo que debía.
-¿Qué crees que estás haci… -chocó sus labios contra los míos antes de que terminara la oración. Intenté separarlo con ambas manos pero fue inútil él era muchísimo más fuerte que yo, reuní fuerzas y lo empujé, intenté darle una bofetada pero me tomó de las muñecas inpidiéndome el movimiento de ambas.
-¡Déjame! -grité en un corto momento en el que pude separarme de él, pero como era de esperarse no me hizo caso. Opté por ignorar mi dolor y usar mis pies contra él pero antes de que pudiera se despegó de mi, producto de un empujón acompañado de las palabras "Te ha dicho que la dejes". Estaba en shock, mis ojos se encontraban cristalizados por la frustración y la sensación de no tener la fuerza ni el poder para impedir una situación como en la que acababa de estar, era simplemente horrible, y ahora tenía como escenario dos chicos agarrandose a golpes y lanzandose amenazas, reaccioné y me paré en medio de los dos.
-Basta por favor -dije con la voz algo cortada, la chica de los patines entró y sujeto a Dylan mientras yo a Guille, ambos se fulminaban con la mirada, la chica me hizo una señal para que me vaya y yo asentí. Empujé a Guille y salimos de la enfermería. Noté que tenía un poco de sangre en la boca, no pude resistir y me lancé a sus brazos, ocultandome en su pecho deje salir mis penas.
-Te juro que yo no... no -dije tartamudeando un poco por el llanto.
-Te creo, fue él idiota ese -dijo con rencor corresponiendo mi abrazo.
-Fue horrible -dije apretando mis ojos por el recuerdo. Guille sobaba mi hombro mientras me encontraban mojando su camiseta con mis lágrimas. Él me hacía sentir segura...
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¡Hola!!!! :D
¿Cómo están? espero que muy bien!! (no como yo que sufro mucho con el colegio) Aquí tienen un nuevo capítulo, un poquito tarde pero bueno... :) espero que les guste y no se olviden de dejar sus opiniones en los comentarios. Gracias a todas las que leen, votan y comentan, me reí mucho con los insultos a Alex en el capítulo pasado jajajja
Muchísimo saludos a todas <3 y que tengan unas buenas noches!!