Se escuchaban los pasos de Rubén acercarse, empujé a Guille para que se quite de encima y me paré rápidamente.
-¡Quédate aquí! –dije sólo moviendo los labios.
-_____, espera –susurró Guille intentando detenerme.
-Shh –puse el dedo índice sobre mis labios y me dirigí hacia la puerta.
-¡Noo! no, no, espera –insistió pero lo ignoré y salí.
-Rubén, que sorpresa –dije intentando sonreír de la forma más natural que podía en esa situación. -¿Qué tal te fue? –pregunté apoyándome sobre la pared del pasadizo como si nada.
-Ehm –respondió mirándome extrañado -¿Por qué… -fruncí el ceño y bajé la mirada, mis mejillas comenzaron a quemar al notar que no llevaba nada arriba más que un bra, “¿Por qué seré tan tonta?”, ya entendía por qué Guille quería detenerme, Rubén comenzó a reír y yo sólo quería desaparecer.
-¡Deja de mirar! –dije cruzándome de brazos para cubrirme un poco –Sólo, uhm, iba a bañarme –mentí.
-Eso no explica por qué hay palomitas quemándose en la cocina.
-Ahm – “Vamos _____, piensa, ¡Piensa!” –Rubén, creo que en esta casa penan.
-Osea, ¿el fantasma tuvo ganas de comer palomitas? –rio, “¿No se te pudo ocurrir algo mejor, _____?”
-Ehm, pues… -antes de que continúe se escuchó el maullido de una de las gatas y pude escuchar claramente un “Me cago en todo”, me llevé una mano a la cara y rogué en mi interior para que Rubén no haya escuchado.
-¿Esa fue Raspberry? –dijo dirigiéndose a mi habitación.
-¡Espera! –intenté detenerlo pero ya era demasiado tarde, estaba dentro.
-¡Ahí estás! –dijo agachándose para cargar a la gatita, di un rápido vistazo a toda la habitación ¿Dónde se había metido? Bajé la mirada y me encontré con Guille sacando la cabeza por debajo de la cama, me intentaba decir algo pero no lograba entender. Una inoportuna risa se apoderó de mí, Rubén me miraba extrañado.
-¿Estás bien? –preguntó, intenté responderle pero cada vez que abría la boca se me salía la risa.
-Sólo… necesito dormir –respondí cuando la tenía el control de mis risas, Rubén debe estar pensando que estoy loca…
-¿No ibas a bañarte? –pregunto Rubén confundido.
-¡No!, el fantasma me va a matar –respondí absurdamente, con tal de que pare de hace tantas preguntas y se vaya ya.
-Sí, necesitas descansar –dijo riendo mientras se dirigía a la puerta.
-¡Buenas noches! –dije antes de cerrar la puerta. Solté un largo suspiro y me dejé caer sobre la puerta hasta quedar sentada en el suelo –Guille, ya puedes salir –dije aún con la voz algo baja por si Rubén estaba cerca.
-¿Así que fantasmas? –dijo mientras salía de debajo de la cama –Ouch –se quejó y me paré a ayudarlo.
-Pareces un anciano –reí.
-Y tú una loca –dijo señalando mi cabello con la mirada.
-No me digas que estaba despeinada también.
Guille asintió riendo.
-Rubén debe creer que estoy doblemente loca –reí junto a él.
-Así te quiero –me abrazó y besó mi cabeza, me sentía protegida en sus brazos. Guille buscó mi mano y la entrelazó con la suya –Estás fría.
-¿Cómo esperas que esté si estoy medio desnuda? –alcé la mirada para verlo y me respondió con una sonrisa pícara, provocando que me sonroje.
-Te odio –dije ocultando mi sonrojado rostro en su pecho.
-¿Por qué? Si no he hecho nada –rio, él sabía perfectamente lo que estaba haciendo y yo sabía perfectamente que no se detendría.
~
Me sentía totalmente desubicada caminando por los vacíos pasillos, sin encontrar mi clase después de varios minutos, parecía que daba vueltas por el mismo lugar, revisé mi reloj, si no la encontraba ya llegaría tarde “¿Por qué a mí?”, como odio la primera semana.
-¿Te ayudo? –dijo una voz masculina por detrás de mí, haciendo que de un pequeño salto, pensé que estaba sola. Volteé y me encontré con el chico de la mirada acosadora de ayer.
-Uhm –antes de que responda me quitó el papel que tenía en manos -¡Claro ayúdame! –respondí sarcásticamente.
-Me toca lo mismo que a ti –dijo después de inspeccionar el papel –Vamos que llegaremos tarde –me jaló del brazo hacia el aula, que estuvo todo este tiempo en mis narices y yo ni enterada. Entramos y sólo quedaban 3 lugares, dos al fondo y uno por el medio, sin pensarlo me fui al del final, el chico de la mirada acosadora se quedó hablando con su grupito. El profesor entró y noté que el chico de la mirada acosadora se pasó el asiento del medio ¿Pero dónde más se sentaría? No me digas que…
-Hola –me saludó.
-¿Por qué no te sentaste con tus amigos? –pregunté directa.
-Tranquila, sólo es que me agradaste –respondió con una media sonrisa.
-Pero si apenas nos conoc…
-Jovenes por favor –interrumpió el profesor, fulminé al chico con la mirada, ni si quiera sabía su nombre, él respondió con una sonrisa juguetona. Ésta clase se iba a hacer eterna junto a él.
~
Holaa holaa come bolas :D (¿Eso sonó mal?)
¿Cómo están? Espero que muy bien :) Aquí tienen un nuevo capítulo, tarde como siempre, ya deben pensar que soy muy impuntual, pero es que me distraigo muy rápido :( Pero bueno, espero que les haya gustado y no se olviden de votar y de dejar sus opiniones en los comentarios. Gracias a todas las que leen, votan y comentan <3 no saben lo feliz que me hacen <3
¿Le hará caso rayita al chico de la mirada acosadora (aún no le pongo nombre xd ¿alguna propuesta?) ?
Felices pascuas :D
Muchas saludos y muy buenas tardes/noches/madrugadas.
![](https://img.wattpad.com/cover/11760523-288-k215432.jpg)