Presioné fuertemente mis ojos y no paraba de maldecir en mi cabeza, sonó el sonido de notificación, “Demonios” pensé, quise ignorarlo pero la curiosidad me llevó a prender la pantalla y ver, abrí la aplicación y cerré rápidamente los ojos, no quería ver, poco a poco fui abriendo los ojos y me llevé una gran sorpresa al ver que el mensaje que me había llegado no era de Guille, sino de Alex diciendo que no nos veíamos y que quería que vaya a su casa alguno de estos días, le respondí con un “ok” y una carita feliz, aunque en realidad no estaba tan feliz… No sabía si sentirme bien o mal sobre que Guille no me haya respondido, tal vez no lo leyó bien o seguro se está burlando de mí en este momento, lancé el celular a algún lugar de la cama y me sumergí nuevamente en mi almohada, “¿Qué te pasa _____? Es sólo un amigo más” dijo una voz en mí pero la ignoré, no quería comenzar una pelea contra mí misma, sólo quería dormir y despejarme un poco, ¿Era acaso eso mucho pedir?, revisé la hora en mi teléfono, ya había pasado una hora y media. Decidí ir por un vaso con agua, la casa estaba silenciosa así que supuse que Rubén ya estaría durmiendo. Mis ojos pesaban, los cerré al tomar agua, eso me relajaba aunque no duró mucho tiempo… el sonido del timbre me hizo dar un salto, antes de abrir miré por el visor, no había nadie. Abrí la puerta y encontré un perrito de peluche en el suelo, “Seguro que de alguna fan de Rubén” pensé y lo recogí, tenía un papelito en el cuello.
“¿Me extrañabas? Pues te traje una solución, te presento a Willy el perrito abrazable”
Una incontrolable sonrisa de apoderó de mi rostro.
-Veo que te gusto –apareció Guille de la nada, haciendo que salte de nuevo.
-Guille ¿Qué haces aquí a estas horas? –pregunté ya que eran casi las dos.
-Pues me extrañabas… -respondió y sentí que mis mejillas ardían por recordar el inesperado mensaje que le mandé. –Perdón si tardé… no es fácil encontrar un perrito de peluche a la una de la mañana –dijo y reímos.
-Gracias Guille, no era necesario… -dije acariciando al tierno perrito. -¿Qué pasaba si Rubén abría?
-Pues por eso me escondí –rio.
-Estás loco.
-Por ti –dijo en voz muy baja, pero que logré escuchar.
-¿Qué? –pregunté sólo para asegurar que haya escuchado bien.
-Nada –rio nervioso.
-Bueno… ya me quitaste el sueño –me quejé, me sentía feliz y energética después de su sorpresiva visita. –Ahora te toca sobarme la cabeza hasta que me duerma –bromeé, aunque no sería una mala idea.
-¿Y si caminamos un rato? –propuso.
-Guille, ¿Acaso no me ves? ¡Estoy en pijama! –dije señalando mi short y camiseta con ovejitas saltando.
-Sí, te ves muy bien –dijo posando su mirada en mí lo cual hizo que la temperatura de mis mejillas incrementara terriblemente.
-Pues, ten mi abrigo –dijo extendiéndome éste, lo miré dudosa pero accedí. Me lo puse, era grande, me quedaba como un ancho vestido.
-Me siento como un pingüino –dije acomodándome mejor, olía tan bien…
-¿Pingüino? ¿Por dónde? –preguntó arrugando su frente.
-Déjame sentirme como quiera –reí. Bajamos el ascensor, con mi nuevo perrito Willy en brazos, era tan suave y tierno. Caminamos hasta un parque cerca de casa y nos sentamos en una de las bancas que había por ahí. Con guille siempre había algún tema de conversación y siempre me la pasaba tan bien.
-¿Contamos chistes? –propuse.
-Vale, tú comienza –dijo Willy preparándose para escuchar.
-A ver… -dije mientras rebuscaba algún chiste por mi cabeza. –Ya, ya lo tengo, es malo eh. –Me acomodé en el asiento -¿Qué le dice una uva verde a una uva morada?
-¿Qué?
-¡Respiraa, no te ahogues! –comencé a reír como loca.
-Jajaja no entendí.
-Sí serás lento –rodeé los ojos. –Cuando te ahogas, ¿de qué color te pones?
-Ahhhhhh, ya entendí. Que mal chiste –rio.
Willy POV
-Ya se me antojaron uvas –dijo _____ viendo el cielo, imité su acción y en silencio nos quedamos viendo un rato las estrellas.
-Así que me extrañabas… -solté en medio del silencio. Me tenía confundido con su “Olvídalo”.
-Ya, olvídalo –respondió y provocó que estalle.
-¿Cómo pretendes que olvide las cosas así como así? –pregunté indignado y la chica sólo se me quedó mirando extrañada. –Primero con el beso y ahora con esto ¿No te das cuenta? No puedo sacarte de mi cabeza –me desahogué, algo molesto y continué viendo al cielo. Podía sentir que su mirada seguía puesta en mí.
-Guille… lo siento… es que… tú me tienes igual –dijo en un hilo de voz, ¿Qué estaba diciendo? Nos quedamos en silencio por unos cinco minutos, ella se apoyó en mi hombro y yo seguía viendo a las estrellas. –Vi tus videos –dijo y noté que una sonrisa se formó en su rostro.
-¿Ah sí? –pregunté incrédulo.
-¡Hey muy buenas a todos aquí Willyrex comentando! –dijo intentando imitar mi voz.
-Lo haces muy bien –reí.
-Perdóname, he sido una tonta –dijo y volteé a mirarla.
-No te digas tonta –dije alzando su rostro hasta dejarlo frente al mío. Sabía que pensaba en lo mismo que yo, pero esta vez no fui yo, sino ella la que dejó que volviera a sentir esos suaves labios que en algún momento pensé que nunca más probaría.
~
¡¡Hoooola!! :D
Aquí tienen un nuevo capítulo madruguero, un poquito tarde pero bueno, es difícil tipear despacito para que mi mamá no escuche que sigo despierta :P. Espero les haya gustado y no se olviden de dejar sus opiniones en los comentarios. Mil gracias a todas las que siempre están ahí leyendo, votando y comentando, las quiero mucho <3.
Un saludazo!!! :) Muy buenas noches/días.