_____ POV
Inserté un audífono en mi oreja derecha e hice lo mismo con la izquierda, recogí mis piernas sobre el asiento, colocándolas de tal manera que me permitió apoyar mi cabeza sobre ellas, fijé mi mirada en dirección a la ventanilla y de inmediato dejé que mi mente se inundara en aquella música, ¡Cómo amaba la música! y agradecía tanto al mundo por aquella invención, o ¿Debería llamarle descubrimiento? Bah, qué más da, al final lo que importa es que es maravillosa y es increíble como influye tanto en nosotros, y... ¿Por qué digo esto? Porque era justamente lo que estaba pasando conmigo y es gracioso en realidad, como cuando estamos tristes buscamos escuchar música triste, ¿Acaso es que nos gusta sufrir?
Cerré los ojos, dejando de lado todo pensamiento y reflexión del momento, quedando así sólo yo y la armonía creada por los sonidos, pero el cerebro es tan perverso... A mi mente comenzaron a venir todos los problemas que tenía, aumentando así mi ansiedad, presioné fuertemente los ojos, haciendo un vago intento de hacerlos desaparecer pero como ya dije, fue inútil, ya estaban aquí, y para ponerle la cerecita al pastel...
-¡Guillermo! -escuché su nombre fuertemente, me hizo saltar un poco en el asiento, juraría que lo escuché muy cerca de mí, quizás ya me estaba volviendo loca. Me saqué el audífono izquierdo y giré un poco la cabeza -Guillermo te he dicho que te quedes tranquilo -regañó una madre a su hijo, que se encontraba sentado a mi costado. ¿Es enserio? ¡Es que acaso tenía que estar en todos lados!
El niño volteó a verme al darse cuenta que observaba la escena y me regaló una pequeña media sonrisa. Por no ser mala se la devolví, aunque de ningún lado me nacía sonreír en esos momentos... Al contrario, un nudo se formó en mi garganta y sabía que no iba a ser fácil resistirlo mucho tiempo, así que me oculté entre mis piernas y dejé mis lágrimas caer en la oscuridad creada por la sombra de éstas.
-Mamá, ¿Por qué está llorando? -preguntó el curioso niño a su madre muy posiblemente refiriendose a mí, por alguna razón mis oídos estaban atentos a lo que hablaban.
-En la vida no siempre se está en la cima -respondió su madre.
-¿En la cima? -repitió el niño confudido -Pero si en este avión todos estamos en la cima, entonces ¿Por qué llora? -preguntó nuevamente.
-Ay Guille -suspiró la madre por la curiosidad del niño. En ese momento me desconecté de aquella conversación madre-hijo y me quedé con lo qué dijo la madre. "No siempre se está en la cima" , el último sueño que tuve se me vino a la mente, quizás eso significaba, es gracioso comparar la vida con un simple juego de niños, a veces nos sentimos los reyes del mundo estando en la cima pero siempre hay un momento en el que se baja y esa bajada puede ser dura y repentina. Lo qué no comprendía aún era qué demonios hacia Guille ahí.
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Willy POV
Apagué mi móvil y lo lancé fuertemente contra mi cama, producto de la frustración, me senté en ella y apoyé mis codos en mis piernas para así poder ocultar la cabeza en mis manos. Simplemente no podía más, no me sentía tranquilo, no podía para de pensar en ella. No podía ni hacer un simple vídeo sin el miedo de que se me escape su nombre, porque en realidad era ella todo lo que tenía en mi cabeza. Y sé que sólo eran dos semanas, pero es que vamos, parecían una eternidad...
No podía quedarme ahí sentado, tomé mi chaqueta y salí.
Toqué tres veces el timbre, me abrió ella, la tomé rápidamente de la mano y la jalé hacia su habitación.
-Guillermo ¿Qué demonios pasa? -exclamó Selene, frunciendo el ceño.
-Tengo que irme, ya mismo -fui directo.