Cerré la puerta y me tiré a la cama, abrazaba a mi perrito Willy con un brazo mientras con el otro sujetaba mi móvil, me puse a hablar con mi mejor amiga por un pequeño rato. No tenía nada más que hacer así que me paré y me acerqué a la puerta para escuchar que hacían allá afuera.
-¿Dónde los metiste? –gritaba Mangel desde la sala.
-Están en mi habitación, ¿Dónde pusiste la cosa esa morada? –respondió Rubén, ¿De qué coño hablaban? La curiosidad me mataba.
-¡Noooooooooooooooo! –gritó Mangel -¡La gataa!-Raspberry mala, eso no se hace –reclamó Rubén a la gata, escuché que sus pasos venían hacia aquí y me fui corriendo hacia mi cama, cogí mi móvil e hice como si nada pasara.
-¿_____? –preguntó del otro lado de la puerta.
-Pasa –respondí.
-Te importaría cuidar de Raspberry un momento -entró con la gata en brazos.
-Claro -respondi y la dejó en mis brazos -¿y por qu... -antes de que terminara de preguntar se fue.
Siguieron hablando misteriosamente. No sé por qué pero estaba cansada así que me cambie y me fui a dormir, aunque me costó un poco caer en sueño profundo a causa de la bulla que hacían allá fuera.
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Sentí un gran peso en mis piernas, hice un sonido de queja e intenté moverme, pero era demasiado pesado, sólo me quedó despertar, abrí poco a poco los ojos y me encontré con Rubén tirado en mis piernas con una enorme sonrisa y un globo en mano. Pero no estaba solo, alcé la mirada y me encontré con Mangel, Cheeto y Alex, todos parados en frente de mi cama con enormes sonrisas como Rubén, cada uno con globos de helio y un gorrito de cumpleaños, ¡Cumpleaños! ¡Hoy era mi cumpleaños! Alex que estaba en medio tenía un oso gigante de peluche que tenía un cartel que decía "Feliz Cumpleaños".
-Una... Dos... Tres, ¡Feliz Cumpleaños! -gritaron los cuatro a la vez y una inevitable sonrisa se formó en mi rostro.
-Oh Dios mío, gracias -respondí emocionada. Cada uno se acercó a saludarme y a darme un pequeño regalo, aparte del oso gigante. Estaba más que feliz pero sentía que faltaba algo, y ese algo era Guille. Después de tantos saludos me dejaron para que me aliste. Me bañé, cambie y arreglé. Antes de salir revisé mi móvil, 8 mensajes, Mamá, Camille, Papá, Sarah... seguí bajando, sólo buscaba un nombre y no lo encontraba. Tiré mi móvil a la cama y salí. Todos estaban reunidos afuera, me uni a su conversación. Rubén se paró a abrir la puerta.
-Wuuuuuuuuuuuu, _____, es para ti -dijo Rubén y todos comenzaron a hacer sonidos raros, fui a la puerta y me encontré con un chico uniformado con un arreglo de flores en mano.
-¿Señorita _____? -preguntó.
-Sí, soy yo -respondi.
-Tenga, felicidades -dijo y me pasó el arreglo y un pequeño regalito.
-Gracias -dije y cerré la puerta con los pies ya que mis manos estaban ocupadas.
-Wuuuuuuuuuuuu, ¿De quién será? -dijo Alex burlón y todos comenzaron a hacer lo mismo haciendo que mis mejillas tomaran algo de color.
-No molesten -dije intentando mostrar seriedad pero la emoción no me lo permitía. Dejé el arreglo en mi mesa y me dirigí hacia la cartita que tenía.
"Te quiero y aprecio más de lo que crees, perdón por no estar ahí ahora. Feliz cumpleaños, espero que te guste... Te quiere, Guille"
Mi teléfono vibró, era una llamada entrante de Guille.
-Guille eres el mejor del mundo -dije apenas descolgué él móvil.
-¿Te llegó?
-Sí, pensé que te habías olvidado hasta que llegó y de verdad, gracias, me encanta.
-Perdón por no poder ir, ya sabes, estoy con Carol.
-No importa, entiendo.
-Quería saber si querias salir esta noche, bueno, no sé si tengas ya planes...
-Claro que quiero -reí, claro que no tenía nada que hacer ahora que estaba tan lejos de casa, si no hubiera sido por Rubén ni me hubiera acordado que era mi cumpleaños...
-Bueno vienes a mi casa cuando puedas y salimos, ¿Sí?
-Listo, adiós.
-Adiós, te quiero -dijo y colgó. "Te quiero", me quiere, lo quiero, ¿Cómo lo llegué a querer tanto? mis mejillas dolían de tanto que sonreía, nadie me iba a quitar esta sonrisa dél rostro.
La mañana la pasé con los chicos, recibí muchos mensajes y llamadas, hasta uno de Daniel...
Después de salir a comer y que me hagan pasar vergüenza en el restaurante al cantarme happy birthday a todo volumen, me dirigí a casa de Guille.
-!Eeeh cumpleañera! -dijo Guille al abrir la puerta y se tiró en mí.
-Ven vamos -me tomó de la mano y me jaló rápido hacia su habitación -Estoy en un directo de preguntas y respuestas, ¿me esperas?
-Claro sigue, yo descansaré un poco -dije tirandome a su cama. Guille comenzó a hablar, no prestaba mucha atención hasta que escuché que mencionó mi nombre.
-Ven a saludar -me llamó Guille y lo fulminé con la mirada, estaba loco si pensaba que saldría. Guille siguió insistiendo y me vi obligada a ir, tenía miedo... -Di hola -rio Guille, me sentía mirada y confundida, quería matar a Guille en ese mismo momento.
-Hola -saludé algo tímida con la mano.
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¡Hola!!! :DAquí tienen el último capítulo del maratón, quería que sean más pero el tiempo me ganó :( Espero que lo hayan disfrutado y bueno, no se olviden de dejar sus opiniones en los comentarios. Tal vez vuelva a hacer otro maratón pero más largo cuando llegué a 1000 likes, de verdad muchisimas gracias a todas las que leen, votan y comentan, no saben lo feliz que me hacen.
Las quiero <3