Estaba sentada en mi cama mirando a la nada, por alguna razón volteé y me encontré con el pequeño Willy a mi lado, lo observé por varios segundos, no entendía que pasaba, miré a mi alrededor y fue ahí cuando me di cuenta que tenía unas rosas en mis manos, me quedé mirándolas por un rato, ahora tenía a alguien en mente, a Guille, lo había dejado afuera, por alguna razón sentía que habían pasado meses, me paré y me dirigí rápidamente a la puerta, comencé a desesperarme al ver que no abría, sin razón alguna comencé a buscar una llave, ¿Por qué mi habitación tendría llave?, buscaba y buscaba y no hallaba nada, le di un último golpe a la puerta con esperanza de que esta se abriera pero no pasó nada.
¡_____! –fruncí el ceño al escuchar una voz a mis espaldas, volteé y no encontré nada más que al perrito mirándome -¡_____! –dijo el perro, “wtf” pensé, me quedé mirándolo extrañada -¡_____! –gritó y todo comenzó a temblar.
-¡_____!
Abrí los ojos sobresaltada y pude ver una sombra enfrente de mí.
-Rubén, ¿Qué haces aquí? –dije frotando mis ojos para poder ver mejor –Me asustaste idiota.
-Lo siento, tienes el sueño muy pesado eh –dijo con unas sonrisa que pude apenas notar en la oscuridad.
-Al punto por favor –lo apresuré.
-Tengo miedo –susurró, rodeé los ojos, ya sabía lo que vendría.
- Rubén ya hemos hablado de esto antes, por favor…
-¿Puedo dormir aquí? –me interrumpió poniendo cara de perrito.
-¡No soy tu mamá! Ya te dije la otra noche que no vuelvas a jugar esos juegos de noche.
-¿Cómo no quieres que venga si suenas exactamente como mi madre? –rio – Entonces ¿Sí?
-¡No!
-Es que hay un ruido extraño
-Rubén…
-De verdad, escucha –puso su dedo índice en mi boca para que no dijera nada.
-No escucho nada –dije apartando su dedo.
-Ven, ya verás –dijo jalándome del brazo hacia el pasillo –Shhh, ¿escuchas? –preguntó y asentí, ya comenzaba a escuchar los sonidos a los que se refería.
-Quédate aquí –le ordené y me dirigí hacia la sala.
-¡Noooooo! Te va a matar –dijo dramático, era todo un niño.
Iba avanzando cada vez más y el sonido se iba haciendo más claro y reconocible, “Un momento” pensé, “Esos no son… ¿Ronquidos?”, y sí, sí eran y sabía perfectamente quién era el autor de ellos. Rodeé los ojos con una pequeña sonrisa en el rostro e intenté ingeniarme alguna excusa rápida para que Rubén vuelva a dormir sin decirle el verdadero origen de sus tan temidos ruidos.
-Rubén, ya sé qué es lo que suena –dije acercándome al pasadizo que era donde él me esperaba.
-¿Qué era? –preguntó.
-Pues… ¡La gata! –respondí, pobres gatas, no hacían nada y yo siempre las citaba. -Pero si Raspy estaba conmigo –dijo confundido.
-Pues la otra gata –respondí esperando que no me contradiga esta vez.
-Pero también estaba conmigo –respondió frunciendo el ceño, sólo me quedaba una opción, que seguro funcionaría ya que esta recién despierto: jugar con su mente.
-Eso es lo que la gata quería que creas… –dije alzando una ceja.
-Vale, vale, ¿y qué estaba haciendo?
-Puees…Jugar con los cojines –respondí, “Claro _____, como los ronquidos suenan exactamente igual…”
-Qué raro
-Sí, sí muy raro, ahora ya puedes ir a dormir en paz, yo me encargo de la gata –dije empujándolo hacia su habitación.
-Vale, buenas noches. Confío en que no amaneceré muerto mañana eh –advirtió.
-Buenas noches, duerme tranquilo –respondí y me quedé mirándolo hasta que entró y cerró su habitación. Esperé unos minutos para asegurarme que no saliera y me dirigí a la puerta. La abrí no sin antes soltar un gran suspiro, bajé la mirada y vi a Guille, con la boca media abierta y abrazado del perrito, me quedé mirándolo por un rato, se veía tan lindo y eso me hacía sentir cada vez más culpable por hacerlo dormir aquí. Noté que comenzó a moverse, abrió los ojos poco a poco, alzó la mirada y se frotó los ojos con un brazo ya que el otro estaba ocupado sosteniendo al perrito.
-¿Ian? –susurró con una pequeña media sonrisa, fruncí el ceño confundida por su respuesta –Oh, amor – cerró los ojos nuevamente aún con la sonrisa en rostro.
-Levántate –dije dándole un empujoncito. Guille gimió quejándose.
-Estoy cómodo –dijo acurrucándose.
-Te iba hacer pasar, pero bueno, como no quieres… -dije haciendo ademán de cerrar la puerta.
-¡No, no espera! –se levantó de golpe - ¿Es enserio? –preguntó.
-Pasa antes de que me arrepienta –respondí abriéndole la puerta, Guille entró aún medio adormilado.
-Merezco un beso –dijo apoyándose en mi hombro, aún con los ojos medios cerrados.
-Sólo te he medio perdonado eh –aclaré.
-¿Entonces un medio beso? –dijo sacándome una sonrisa.
-Mejor ya vamos a dormir que estás medio tonto –reí.
-¿Por ti? Sí –dijo alzando la mirada, yo sólo rodé los ojos, él quería que caiga pero no se lo iba a permitir.
Prendí la luz de mi habitación y entré con Guille detrás, le quité el perrito de las manos y lo puse en medio de la cama, dividiéndola en dos partes iguales.
-Tú izquierda y yo derecha, ¿Sí?
-Eres cruel –dijo y reí. Me metí en mi lado de la cama y él en el suyo, fue imposible dormir al primer momento, con Guille a lado diciendo cualquier ocurrencia cada cinco minutos, aparte de la larga discusión por quién se tenía que parar a apagar la luz, al final el único que la apagó fue el perrito después de que Guille lo lanzara contra el interruptor. Lo último que recuerdo es el sentir de los labios de Guille dejar un pequeño beso en mi mejilla derecha, de ahí caí profundamente dormida.
~
Un rayito de luz cayó sobre mi rostro haciendo que mi nariz de arrugara por la molestia, intenté moverme pero se me hizo imposible, tenía un gran peso sobre mí cintura, abrí un poco los ojos y miré hacia el suelo, encontrándome con el pequeño perrito tirado en el suelo, todo apuntaba a una cosa, tenía a Guille encima, pero no me molestaba para nada, al contrario, no quería pararme nunca, volví a cerrar mis ojos, sentía su respiración chocar contra mi nuca haciéndome pequeñas cosquillas. Guille comenzó a moverse pegándose más a mí.
-¿Ey, ey y el trato del perro donde quedó? –bromeé.
-El perro dejó de valer desde que lo lancé –respondió con esa ronca voz de recién levantado.
-Tramposo –dije y aunque no lo estaba viendo podía sentir una sonrisa formarse en su rostro.
-Te amo –susurró en mi oído.
~
Hoooooooooola :D
¿Cómo están? Espero que muy bien, no como yo que ando media hormonas revueltas jajaja He aquí un nuevo capítulo, tarde como siempre (más vale tarde que nunca), espero que les guste y no se olviden de votar y de dejar sus opiniones en los comentarios. Las quiero un montón <3333333333333
Un saludazo especial para DaniMirandaYay <3
¿Quién coñ será Ian? xd
Muchos saludos para todas y muy buenas noches/madrugadas/días (son 3:55am acá)