Al día siguiente al despertar, después de limpiar un poco mi pequeño espacio, me decidí a enviar un mensaje a Jeremy. No podía sacarme de la cabeza mi genial idea de hacer de su historia un documental, tal vez seamos afortunados con Jeremy y se haga famoso, pero primero esperaba a que Dustin acepte tal oferta, aunque aún no teníamos ninguna oferta. Todavía.
-Sí! ¿Por qué no se me ocurrió eso? Olivia, eres genial. No creo que Dustin se oponga a hacerlo, no es como que quiero decir que me debe una porque no lo hace pero yo lo ayudé en la escuela una vez. –soltó emocionado al principio pero algo nervioso al terminar la frase cuando estábamos hablando por teléfono.
-Bueno, ahora le toca ayudarte, entonces. –respondí, y pensé en lo que dijo. -¿Cuál fue tu ayuda?
-Es algo... em, ¿personal? No sé si me corresponda decirte. –me dijo.
-No importa, es entre ustedes. ¿Cuándo le preguntarás? Se te acaba el tiempo. –continuo. La línea se queda en silencio uno segundos. -¿Jeremy?
-Yo no puedo preguntárselo.
-¿Por qué? –me pone algo confundida.
-No... -alarga la o. –Eres su amiga. Tú le preguntarás. –suena nervioso ahora.
-Emm... ¿no? No hablo lo suficiente con él en estos momentos. –mi frecuencia cardiaca aumenta con lo que me está pidiendo.
-¡Yo mucho menos! El hecho de que lo haya ayudado cuando quedó ciego y luego de eso no ponerme más en contacto no me da derecho de ir y hablarle para pedirle cosas, es egoísta. –Jeremy soltó a toda prisa.
-¿Qué? –Él lo había ayudado. ¿Jeremy era el chico que lo ayudó en los pasillos aquella vez junto a Annie? -¿Fuiste tú el que ayudó a Dustin en ese entonces?
-¿Lo sabes? –esta vez estaba susurrando.
-Sí. Creo que fue él que mencionó algo así alguna vez.
-Iremos los dos entonces.
Luego el dilema fue en como quedar o coincidir con Dustin, como preguntarle y todo ese proceso. En lo único que concordamos con Jeremy fue el cómo iba a ir la idea del documental, filmaríamos una parte de su historia, donde él podría contar como quedó ciego y como lo sobrellevó, su amor a la patineta y como lo hace. Nos precipitamos demasiado por lo que decidimos parar un poco.
Tal vez si preguntaba a mi primo donde podría encontrar a Dustin estos días, sería genial estando con Jeremy, pero era muy domingo así que no quise escribir a mi primo.
Estaba viendo un canal donde mostraban la historia de los famosos pero había terminado y comenzado un nuevo programa, Hermanos al rescate se denominaba y me interesó cuando mostraron el avance de lo que sucedería. Eran arquitectos y agentes que vendían o transformaban hogares de acuerdo a un presupuesto que daba los que querían, entonces no se me pudo ocurrir mejor idea, también, de cómo remodelar el local de la mamá del chico que me gusta.
Quizá con eso se enfade más o en todo caso me lo agradecería algún día.
**
-¿Y qué quieres que yo haga, Liv? Soy maestro, no...
-¡Por favor, Noah! –lloriqueé a la pantalla de la computadora.
-Pero es que no sé exactamente qué es lo que quieres. No te puedo mandar dinero así porque así. Además...
-Pero es para Dustin. Se irán a la quiebra y su mamá hace ricos pastelitos...
-¡Tengo una idea! –exclama Gianna a un lado de mi hermano. –Podemos hablar con Tarah, ella es diseñadora...
-¡Estupendo! –acepto porque el plan que tenía en mente va a la perfección con estos dos. Pero luego pienso. – No quiero que Dustin sepa que yo he ayudado.
-¿Entonces? –pregunta Noah algo exasperado. Gianna le da un pequeño golpe en el brazo.
-Se enojará. –respondo. Más de lo que ya está.
-Bueno, tengo otra idea... -vuelve a decir Gianna. – Tarah irá la semana que viene a Nueva York, puede pasarse por California y revisar el local para darnos un presupuesto...
-Ella puede decir que el local ha ganado una remodelación...
-Bien. –suelta Noah por lo bajo a regañadientes. – Tú hablas con Tarah. –le dice a su esposa y ambas chillamos de emoción.
Seguidamente de hablar más con Gianna sobre los detalles y que me devolvería la llamada en cuanto contacte con su mejor amiga para ver si ayudará, llamo a mi padre. Toda la ayuda financiera será más que bienvenida.
Primero no queda muy convencido al contarle que Dustin es mi amigo y de Brandon, pero cuando cuento que es ciego, acepta rotundamente en ayudar. Dijo que se pondría en contacto con Noah para coordinar mejor las cosas.
Apenas pasaron tres o cuatro días cuando mi cuñada me devuelve la llamada, Tarah iba a ayudar y estaba más que emocionada, incluso su esposo, Ian, colaboraría con materiales que se necesitarán.
La idea por video llamada que hicimos, fue quedado que en el día que Tarah e Ian lleguen a los Ángeles, irían al BookCafé, donde obviamente yo los llevaré pero haremos como que no nos conocemos, es ahí donde ella, Tarah, inspeccionará el lugar para obtener detalles de cómo podría ser remodelado, días después de conseguir todo ella irá nuevamente al local para decir que Amy ha ganado una remodelación del lugar.
Y sonaba todo fantástico, solo esperaba que pase las pronto esta semana que quedaban para que Tarah estuviera en California.
ESTÁS LEYENDO
Nueve en punto
Teen FictionOlivia Galler a sus diecinueve años tiene el gran deseo de hacer de su sueño una realidad, para ello viaja al país donde la mitad del mundo desea estar y de donde nacen las mas famosas películas, Estados Unidos. Lo que no imaginaba es que...