-¿¡UNIVERSAL STUDIOS!? ¡Estás jodidamente bromeando!
No podía creer donde nos encontrábamos, esto iba a ser un día magníficamente inolvidable. Estos últimos días hubiesen sido los mejores si tan solo pudiera besar a Dustin.
Anoche, luego del increíble desfile de modas que presenciamos fuimos a su casa para un pequeño brindis. Lo que me sorprendió de ello fue cuando Dustin me pidió que si lo acompañaba un rato, fuimos a su dormitorio donde estuve por primera vez allí. Su dormitorio era impecablemente ordenado con paredes gris claro y azul, muy iluminado. Su cama de tamaño considerable para dos, su escritorio bastante grande con cuadernos, máquina de escribir y una pequeña radio. El hecho de que estuve ahí fue que me emocioné a su pregunta de si quería ir a un lugar con él.
Cualquier lugar me lo esperaba, menos esto.
Estábamos ahora en la sala privada de los paquetes VIP, ¡teníamos pases VIP! Nos estaban hartando de los bocadillos y bebidas que nos traían mientras esperábamos la hora que se abriría el parque, su horario habitual. También estábamos esperando a nuestro guía turístico privado, no éramos los únicos con VIP así que estábamos rodeados de unas cuantas personas.
No podía creerlo aún, había caminado por la alfombra roja nada más llegar y con una calurosa bienvenida. Además solo éramos Dustin y yo. Obviamente no tardé en preguntar como rayos había conseguido esto y repetí miles de veces que no tenía que hacerlo, que era un poco de dinero gastado exageradamente.
-Tienes que aprender a aceptar lo bueno, ¿no, Liv? –no pude evitar sonreír a sus palabras, que en realidad fueron mías.
-Touché...
Paul Teuriel era nuestro guía, un hombre regordete y sin cabello, él habló muy animadamente a Dustin primeramente y al parecer ya habían conversado antes, ofreció a Dustin todos los aparatos que podría necesitar cuando estuviéramos en alguna atracción que necesitara él ver y en todo caso, escuchar. También comentó que había secciones donde algunas cosas podrían sentir al tocarlo.
Esto ya me estaba emocionando porque no solo yo lo disfrutaría, él también.
-No es la primera vez que vengo, no te preocupes. –me contó luego de recibir una especie de aparto parecido a un WalkieTalkie pero no era uno, además también le dieron otras cosas como a mí, un maletín con obsequios representativos del parque y el pase que nos permitía ingresar a cualquier atracción, ¡Y sin hacer fila!
Primeramente nos dirigiríamos a Jurassic Park, estaba muy emocionada y sentía que mi corazón me saldría del pecho. Nos mojamos un poco la verdad, pero fue magnifico estar en la altura y toda la adrenalina estaba siendo liberada en el cuerpo. ¡Amaba Hollywood! No había pensado en venir a los juegos hasta el año que viene, así que estaba eufórica.
Más porque estaba atada, prácticamente, a Dustin. Me aferraba a su brazo todo el tiempo y gracias al cielo había traído mi cámara, así que desde que llegamos he capturado algunos momentos, la mayoría suyos.
La siguiente parada fue el que me hizo dar saltitos cuando Paul nos lo mencionó.
-¡Amo Transformers! –chillé y me aferré al cuello de Dustin. Al segundo me sentí incómoda cuando no me devolvió el abrazo, y cuando me iba a retirar me aferró a él. Luego nos soltamos. –Lo siento.
No esperé una respuesta suya porque ya estaba prácticamente estirándolo tras Paul. Íbamos a pelear contra Megatron. Y mientras Paul nos iba contando como era la trama y como sería vivirlo en 3D no dudé en meterme al juego, a la segunda vez obligué a Dustin a hacerlo conmigo. Paul se hizo cargo de mi cámara y sabía cómo usarlo, así que esperaba ver muchas fotos capturadas luego. Al salir también me tomé una con Bumblebee, ya que él es mi favorito de los Autobots.
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Nueve en punto
Teen FictionOlivia Galler a sus diecinueve años tiene el gran deseo de hacer de su sueño una realidad, para ello viaja al país donde la mitad del mundo desea estar y de donde nacen las mas famosas películas, Estados Unidos. Lo que no imaginaba es que...