La semana había pasado demasiado rápido a mí parecer, estaba eufórica porque Tarah e Ian llegaban mañana, lunes 17 de octubre. Había calculado completo, completito como hacer que esto funcione pero no siempre todo era perfecto y salía como los planes.
-¿Cómo es eso que tu familia remodelará el local de Dustin? –Brandon.
Maldecí a todos los demonios internamente por olvidarme de que su madre era mi tía y ambas mujeres, tanto ella como mi mamá, no podían mantener nada en secreto.
-Brandon... -usé mi tono de súplica, aunque no lo merecía. ¿Por qué él nunca intentó ayudar a su amigo?
-No. No uses ese tono ahora. Estoy molesto, Olivia. –dice sentándose en el sofá, poniendo sus manos sobre los muslos. –Dustin se enfadará muchísimo cuando se entere.
-No se enterará. –sentencio.
-No se guardará para siempre el secreto, se enterará de una manera u otra. –señaló.
-Dije que no se enterará. Además si lo hace, ¿Qué? No tiene por qué enfadarse, es una ayuda. –sigo diciendo.
-Viste como actuó aquella vez que mis padres quisieron ayudar a su mamá. ¿No crees que esta vez será peor?
-Deberías de haberlo ayudado hace mucho tiempo, Brandon. Es tu mejor amigo.
-¿Crees que no intenté? Él se opone siempre. Algunas veces las personas no quieren ser ayudadas, Liv. Y tú debes aprender que no siempre se necesitará tu ayuda.
-¡Soy una buena persona! Mi hobbie es ayudar, Brandon. Y quiero ayudarlo. Siento aquí... –señalo en medio de mi pecho. –que debo ayudarlo. Él tiene que dejar su orgullo de lado, es su mamá la que necesita y por ende él. Sé que se enfadará, muchísimo, pero no me importa, porque yo ya habré hecho lo que pude por él y su familia.
-¡Dios! –exclama él. –A veces me arrepiento de habértelo presentado. –me sonríe a continuación y yo le devuelvo el gesto.
-Mantén a tu mamá callada, ¿sí? Al menos hasta que el lugar esté completo. –me acerco a él y lo invito a levantarse para rodear mis brazos por su cintura.
-Eres una persona increíble, prima. –me da un beso en la frente y luego me abraza. –Pero será muy difícil mantener a mamá lejos de tía Amy.
-Yo ya sé cómo alejarla.
**
Tarah e Ian se alojaron en un hotel que les recomendé, justo en el centro y a unas cuadras del local de Dustin. Una vez que nos saludamos y nos pusimos de acuerdo, arribamos hasta dicho local.
Primeramente entré yo y ellos esperaron cierto tiempo para seguirme.
Me encontré hablando con Amy sobre que se aproximaba la fiesta para la cual la contraté y aproveché para ofrecer mi ayuda de ir de compras juntas en la semana, ya que la próxima debíamos de cocinar para la fecha.
-Oh, clientes nuevos. Permíteme, cariño. –ella salió del mostrador para atenderles a mis familiares, por decirlo así.
Observé todo como la pareja leía la carta de menú y decían que querían dos de cada cosa, para probarlo todo. A decir verdad, Ian era de comer mucho por lo que estaba segura que él se devoraría todo.
Cuando Amy volvió hasta mí, me pidió que si la ayudaba para atenderlos. Mientras ella fue los jugos que pidieron hacia la cocina, yo cargué tortitas en bandejas para luego acercarlos.
-Este lugar en verdad necesita remodelaciones. –me susurró Tarah.
-Shh... lo sé. –le digo.
ESTÁS LEYENDO
Nueve en punto
Teen FictionOlivia Galler a sus diecinueve años tiene el gran deseo de hacer de su sueño una realidad, para ello viaja al país donde la mitad del mundo desea estar y de donde nacen las mas famosas películas, Estados Unidos. Lo que no imaginaba es que...