Justin
No me despegué del regazo de Chad mientras en la televisión podíamos ver a Eric reuniéndose con sus hijas, los periodistas aún especulando qué había pasado con nuestros amigos. Chad marcó el número de Tamara una vez más pero, al no obtener respuesta, llamó a los Briggs para preguntar si ella estaba ahí. No estaba.
La preocupación se alojó en mi pecho y le arrebaté el teléfono para llamar al encargado del edificio. La llamada tardó para que la contestaran y la preocupación de James, el encargado, sonó profunda al responder.
—¿Sí? ¿Quién es? ¿Con quién quiere hablar?— preguntó y mi boca se abrió varias veces antes de volver a cerrarse. Finalmente, pude conseguir que las palabras salieran.
—Es Justin, del 3b, necesito que compruebes a Tamara, la chica embarazada que vive conmigo y Chad.— dije, y oí a James jadear del otro lado. De seguro había visto la televisión y sabía que Aspen era nuestra amiga y...
—Señor Justin, lamento decirle que Tamara ha sufrido un accidente. La encontraron en el garaje, caída en su auto y sangrando. Tenía una herida. La policía acaba de llevarla hacia el hospital, perdió mucha sangre.
Mi respiración se alteró y me levanté de un salto de mi lugar. Chad se levantó conmigo, sosteniendo mis hombros mientras yo jadeaba horrorizado. —¿Qué, qué sucede?
—Tamara... T-tam...— comencé, pero no pude seguir cuando mi voz se rompió. Le entregué el teléfono a Chad y salí corriendo fuera de la sala de recreación. No podía esto, no podía soportarlo.
Tamara estaba en peligro, mi mejor amiga, la madre de mi futuro hijo y era mi culpa. Si yo no me hubiese obsesionado, si yo no me hubiese negado a los pedidos del doctor. Si yo siquiera hubiese sido más fuerte, hubiéramos estado allí para protegerla. A ella, a Aspen... A todos...
¿Y qué con eso? Tú eres débil, todos lo sabemos, sino, no tendrías tu patético trasero llorón aquí. Todo el mundo tiene sus asuntos, tú no eres el centro del mundo. Todo esto lo demuestra. Tú no controlas nada. Sólo eres un debilucho gordo y loco.
Apreté los puños contra mi sien y agité mi cabeza de un lado a otro. Mi ahijada debía estar llorando asustada, su pequeña hermanita había sido arrancada de su madre. Una de mis mejores amigas estaba desaparecida, la otra en el hospital. Sí, yo posiblemente no habría podido evitar nada, pero ahora tenía claro qué hacer.
Iba a ser fuerte, por los demás. Iba a ayudar a que todo volviera a la normalidad.
Yo iba a luchar.
ESTÁS LEYENDO
Bésame y prométeme un para siempre (Sonríe y dí que me amas #2) [TERMINADA]
Romance*LA SEGUNDA PARTE DE "SONRÍE Y DÍ QUE ME AMAS" YA ESTÁ AQUÍ! Dos historias. Dos amores. Un bebé. Y muchas dudas... Justin Newton ha sufrido bulimia desde que es un adolescente, ha tenido recaídas pero finalmente consiguió superarlas gracias...