Capítulo 17

1.1K 87 1
                                    

Aaron

La sorpresa por ver que Chad, Patrick y Eric estaban aquí no se comparó con el impacto por ver a Tamara tocar los bongos con ese vestido matador. Con esos labios gruesos moviéndose cada vez que cantaba un coro de esta canción de Coldplay, Ink, que Eric estaba cantándole a Aspen. Cada mirada de esos ojos avellana mientras me buscaba. Era bastante lindo verla aquí, a pesar de la situación.

No pude disfrutarla mucho, sin embargo, porque sabía que, a mi espalda, estaba la basura más grande de este mundo y se atrevió a venir aquí, sin siquiera tener consideración por Aspen. Sin siquiera tener algo que hacer aquí.

La mano de Aspen en mi brazo se apretó con fuerza, haciendo que la viera. Ella veía a Eric, sin parpadear, con lágrimas inundando sus ojos, sin caer.

—Tienes que sacarlo de aquí, Aaron, sácalo de aquí antes de que...— no sabía si se refería a Patrick o a Eric, pero ya que veía a su esposo, suponía que era él. Aunque no entendía la razón. Aspen no le había hablado a Eric de él, de Patrick, de su pasado, así que no creí que ellos fueran a meterse en una pelea, o algo así. Yo, en cambio...

—Aspen, ellos no van a pelear o algo así. Además, Eric podría patear su trasero y...— dije pero ella me sostuvo de los hombros, inclinándome hasta que estuvimos casi a la misma altura, nuestros ojos conectados. Su mirada verde estaba llena de lágrimas mientras me veía fijamente.

—Saca a Eric de aquí, por favor... Llévalo a casa...— suplicó, bajando la mirada y antes de que pudiera decirle algo, salió corriendo en dirección al baño.

Cerré los ojos y respiré profundo, pensando una manera de sacar a Eric sin preocuparlo. Me miró sobre el escenario, aún cantando. Me obligué a sonreír, para tranquilizarlo por ahora, haciéndole una seña con mi cabeza para que continuara. La gente seguía coreando su nombre, suplicando otra canción. Tamara me vió también, y la saludé con mi mano, porque que estuviera aquí era jodidamente genial. Pero ahora mismo tenía asuntos que resolver.

Volteé para ver hacia la puerta, pero no había rastros de Patrick por ninguna parte. Vi a Chad y caminé hacia él, ignorando que debía preguntarle que hacía aquí. Ahora mismo importaba dónde estaba el imbécil.— Chad, ¿Dónde está Patrick?

—Estaba aquí hace un segundo. Disculpa, pero tengo que vigilar a esa perra.— dijo Chad, viendo a la pareja de Patrick de pie junto a la puerta. Ella estaba siendo vigilada, eso estaba claro.— No sabes de todo lo que puede ser capaz.

Quise preguntar una vez más si alguien había visto a Patrick pero una idea clara de dónde podría estar llegó a mi cabeza y me apresuré para comprobarlo. Aspen. No dije nada mientras me alejaba, mientras Eric seguía cantando o mientras los demás seguían gritando aliento para él y Tamara.

Solo corrí al baño y no estaba equivocado, porque cuando empujé la puerta abierta del baño de mujeres, él allí estaba, acorralando a Aspen contra la pared espejada de la habitación, su cuerpo casi pegado al suyo, una de sus manos a un lado de su cuello, apoyada contra el cristal, el dedo índice de la otra trazando la mandíbula de Aspen.

—Patrick.— prácticamente rugí y la mirada de Aspen cayó sobre mí desesperada, gritando por ayuda, mientras la condescendiente mirada de Patrick, junto con la sonrisa engreída que tanto odiaba iban a mí.— Aléjate.

—Pero mira quien ha venido a nuestra pequeña reunión de reencuentro.— dijo sin apartarse de Aspen. Siguió el camino de su dedo hasta que llegó a la punta de su mentón.— Aunque sólo nos gusta la compañía del otro.

—Voy a decirlo sólo una vez más, aléjate de ella.— gruñí y la sonrisa estúpida estaba allí de nuevo. Se apartó de Aspen y me enfrentó.

Bésame y prométeme un para siempre (Sonríe y dí que me amas #2) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora