Aaron
—Joder, amigo, le... hice el amor allí, puse mi corazón en un plato y le dije que la amaba, ¿y qué crees que hizo? —Miré a mi amigo, que no tenía respuesta y suspiré, derrumbándome mejor en la silla—. ¡Nada! ¡Absolutamente nada! ¿Qué mierda se supone que haga?
Nuevamente, vi hacia mi amigo, que no decía una palabra y me sentí tan frustrado y molesto. Empujé su hombro ante su silencio.
—Y tú consideras que este es el mejor momento para permanecer en coma. Amigo, necesito tu ayuda. —Gruñí, dejándome caer en la silla y suspiré aún más fuerte.
Eric aún continuaba allí, dormido, callado. "Supuestamente," estaba mejorando, aunque no mostrara señales de reaccionar pronto. Aspen no quería rendirse, a pesar de que todas las apuestas estaban en su contra. Sí, él había perdido muchísima sangre, le habían dañado un pulmón y ahora tenía un tubo atascado en su garganta, haciendo el trabajo de sus pulmones, pero Aspen seguía aquí cada día, esperando que él regresara a ella. Y, joder, el tenía que regresar a ella. Aspen se estaba derrumbando sin él.
Había conseguido que se fuera en la mañana, luego de que Tamara canceló nuestra repentina cita poniendo la excusa de que necesitaba ir y llenar algunos papeles. Suponía que Aspen estaría de regreso pronto, ya que iría a casa por una ducha, a ver a sus niñas y regresaría pronto. Quizás siete horas con sus niñas era suficiente por el día. Entonces volvería por la tarde para pasar la noche hablándole a Eric y esperar que se despertara.
Así no se sentirá solo, y sabrá que siempre estoy aquí para esperarlo.
Sus ojos estaba constantemente llenos de lágrimas y su rostro tenía pequeñas arrugas donde antes no las tenía, junto con bolsas negras bajo sus ojos. A veces no comía, sólo por no alejarse de Eric, pero nos la habíamos arreglado para que, constantemente, uno de nosotros (un miembro de su familia o algun amigo) estuviera a su alrededor para asegurarse de que comiera algo, o que fuera a descansar. Aunque ella se negara. Aunque no quisiera alejarse de él.
—Hombre, a la mierda con esto. Sé que solías desmayarte y esas mierdas, pero te estás pasando. Te necesitamos por aquí. —Le dije a los constantes pitidos de la máquina de latidos junto a él, al sonido que el respirador hacía—. Aspen te necesita aquí, hermano, es toda una mierda llorosa todo el tiempo y, bueno, si no vuelves voy a tener que mandarle mano, está tan buena que no voy a temer hacerlo.
La provocación no funcionó, aunque no esperaba que lo hiciera. Yo nunca podría involucrarme con ella de esa manera, él lo sabía, todo el jodido mundo lo sabía. Y mucho menos ahora.
—Joder, en serio vuelve. No puedo hablar con nadie más que Aspen y tú sobre Tamara, pero ella no va a prestarme atención y tú no me das ningun jodido consejo como estás, hombre. Te juro que amo a Tamara tanto que... me duele. Me duele que ella no sienta lo mismo, que no me lo diga. Me duele que esté tan lejos de mí y... —Suspiré, riendome irónicamente mientras bajaba mi cabeza contra la cama, encima de su brazo—. Hombre, estoy sintiendo toda esa mierda de la que me reía cuando te ocurría. Y me siento como tú, te lo juro, tengo miedo cuando Tam no está cerca, miedo de que le ocurra algo de lo que le pasó, algo malo. Y tú deberías tenerlo, temer por Aspen. Deberías volver y cuidarla, no estar acostado allí como un maldito...
Una mano golpeó sobre mi cabeza y la levanté de la cama para ver hacia los pies de la cama, en busca de la enfermera. Pero no había nadie. Una mano sujetó mi brazo y mis ojos se dispararon directo hacia su rostro, y allí estaban esos ojos cafés, viéndome de forma cristalina.
—¡Maldito hijo de puta! ¡Ya era hora de que despertaras! —grité, sintiendo lágrimas picando en mis ojos y las alejé frotándolas antes de que se cayera. Sujeté su mano en la mía, fuerte y creí verlo gestualizar una sonrisa a través del tubo en su boca. Lo señaló con su dedo y me levanté de inmediato—. Oh, claro, esa mierda te debe estar molestando. Espera... —Corrí hacia la puerta y grité—: ¡Oiga! ¡Enfermera!
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Bésame y prométeme un para siempre (Sonríe y dí que me amas #2) [TERMINADA]
Romance*LA SEGUNDA PARTE DE "SONRÍE Y DÍ QUE ME AMAS" YA ESTÁ AQUÍ! Dos historias. Dos amores. Un bebé. Y muchas dudas... Justin Newton ha sufrido bulimia desde que es un adolescente, ha tenido recaídas pero finalmente consiguió superarlas gracias...