Capítulo 16

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Chad

Me serví un vaso de champán y miré alrededor para ver si alguien conocido estaba. Algunos lo hacían. Quiero decir, esta era una reunión de ex-alumnos y ciertamente no era mi curso ni nada de eso, pero la mayoría de las personas la conocía de mi juventud.

Yo no había esperado estar aquí, en serio, no eran los planes que tenía para un sábado por la noche. Pero desde que había usado la portatil de Tamara en casa (ya que la mía no tenía batería) y un correo a la cuenta de Aspen había llegado con un "Estoy ansioso de verte, Aspen..." supe que tendría que estar aquí . No pude ver más que la fecha de hoy y la dirección antes de que el correo se borrara, como si Aspen lo hubiese recibido en su teléfono y lo hubiera borrado.

Busqué desesperadamente la dirección, hasta que mi hermana menor me dijo que era la dirección de la escuela a la que habíamos asistido hace mucho tiempo y que en esta fecha se haría la reunión de ex alumnos. Me ofrecí de inmediato a ayudarle, y así poder encontrar al tal misterioso "P", porque yo amaba a Aspen, amaba a Eric y antes de poder decir cualquier cosa que pudiera destruir su matrimonio (y que quizás no era cierto) tenía que ver si ella era feliz con este otro sujeto, y si valía la pena alentarla para que dijera la verdad.

En cuanto la vi, mi boca cayó abierta, no solo porque estaba usando uno de los vestidos de mi colección nueva, ni tampoco porque le quedaba muy bien. Sino porque quien estaba de su brazo no era Eric, o un desconocido. Era Aaron. Aaron Brooklyn. ¿Acaso ellos...?

Ya saben, Aaron y Aspen pasaban mucho, mucho tiempo juntos. Se llevaban bastante bien. Lo único que faltaba ahora mismo era que, además de ocultarle el hecho a Eric de que Aspen lo engañara, le ocultara también a Tamara que su "amigo" la engañaba. ¡Y todo eso con sus personas queridas!

Me quedé de espalda cerca de Gina, en un rincón oscuro para que no me vieran mientras Aspen se acercaba a la mesa en busca del gafete con su nombre.

—¡Aspen, Aaron! ¡Qué bueno que estén aquí! ¿Es que acaso Eric no pudo venir, te mandó con una escolta?— preguntó mi hermana, y miré sobre mi hombro para ver a Aspen reír, sin siquiera prestarme atención.

—¿En serio nadie más que yo te recuerda?— preguntó Aspen a Aaron, mientras firmaban el registro y él se encogió de hombros.— Gina, ¿no te acuerdas de él? Aaron y yo andábamos todo el rato cuando éramos chicos.

Aaron buscó su gafete en la mesa y sonrió, enseñando al mismo tiempo la foto del anuario de su gafete. Oh mi dios, pero si había sido un joven gordito.

—¡Mi dios! ¡Eres tú! Pero si has cambiado muchísimo, bajaste de peso.— dijo Gina, ayudando a ponerle el gafete mientras lo manoseaba un poco. Aaron se rió, sacudiendo la cabeza.

—Lo sé, lo sé... No más hot dogs para este tipo.— dijo señalándose a sí mismo y de un segundo a otro, soltó una enorme carcajada.— ¡Mira eso, dientes de metal! ¡Pero si brillas en las fotos con tanto metal!

—Deja de burlarte, patán.— le regañó Aspen, poniéndose el gafete aunque dudaba que alguien no la reconociera.— Te ha quedado todo muy bello, Gina.

—Sí, tanto tiempo de mandonería en la secundaria te sirvió bastante.— se burló Aaron y mi hermana rió, agitando su cabeza de un lado a otro. Él desvió la mirada y la elevó en un saludo.— Mira quién está allá, Aspen, las cotorras a las que llamas tus amigas.

—¿Bromeas? ¿Dónde?— dijo Aspen y entonces se estaban alejando. Me acerqué a Gina y ella soltó una risita mientras revisaba las viejas fotos del anuario.

—¿Ellos estaban juntos en la secundaria?— pregunté y Gina soltó una carcajada.

—¿No recuerdas el gordito que estaba con Aspen todo el tiempo? Claro, la mayoría de las veces tú estabas en la universidad, pero a veces... Ya sabes, eran muy unidos. No puedo creer lo bueno que se puso.— rió mi hermana pero fruncí el ceño. ¿Eran así de cercanos?

Bésame y prométeme un para siempre (Sonríe y dí que me amas #2) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora