Chad
Justin comía. Comía en serio. No se detenía a contar las calorías. No apartaba las cosas grasosas. No se alimentaba a base de batidos y vitaminas. Él estaba comiendo. No me agradaba que no fuera por sí mismo, por mi apoyo o por nosotros, pero me agradaba que estuviera progresando.
Aunque no me lo dijera, una parte de mí me decía que era por nuestros amigos. Porque los chicos tenían problemas y necesitaban ayuda, y él no ayudaba desde aquí. Creo que eso fue lo que pensaba mientras devoraba plato tras plato cada día. En la semana, ya había aumentado un kilo y la doctora encargada dijo que, si al menos subía dos kilos más, ella le daría pase libre para salir, siempre y cuando se reportara cada semana.
—Todos están bien, ¿sabes? Siguen buscándolos, Tamara está estable, Eric se encarga de las niñas. Puedes tomarte tu tiempo.— le dije, cuando se metió en la cama esa noche y Justin se encogió en su sitio, con lágrimas en sus ojos furiosos.
—¡Me costó muchísimo subir eso! No puedo esperar más, Chad. Necesito salir y ayudar, con lo que sea.— se quejó, frustrado en cada palabra. Me miró, con los ojos llorosos, sus azules ojos de cachorro que me volvían loco.— Tienes que ayudarme, Chad. Ayúdame a salir... Te prometo que no volveré a caer, que comeré lo necesario en casa, pero necesito salir. Tengo que estar allí para intentar ayudar a mis amigos, Chad.
Lo miré, indeciso de si hacer lo correcto o hacer lo mejor para mi esposo. Mi decisión fue obvia.
Decidí sacar a Justin el día siguiente, diciendo que me haría cargo de él y lo llevé de regreso a casa tan pronto como pude. El viaje fue de más de tres hora, pero en cuanto llegamos a la ciudad, Justin exigió que lo llevara a casa de Eric y no dudé en hacerlo. Cuando golpeamos la puerta, ésta se abrió casi de inmediato y Lidia estaba del otro lado, viéndome con los ojos llenos de lágrimas, antes de lanzarse a mi pecho y llorar, sollozos y todo. Justin la esquivó y entró sin mirar atrás.
—Oh, dios santo, Chad... Han sido seis días... Aún no tienen señales de Aspen.— gimió sin aliento, apenas escuchándola. Lidia y yo nos habíamos vuelto cercanos por el trabajo, así que sabía que ella debió haber estado callada por mucho tiempo. Porque era una Briggs, era orgullosa y no lloraría frente a los demás, intentando ser la fuerte.
—¿Las niñas? ¿Cómo están ellas?— pregunté, sosteniéndola contra mí y Lidia se apartó con lentitud.
—Bien, por fortuna. Aunque Cameron aún despierta por las noches buscando a Aspen.— dijo Lidia, limpiándose los ojos con su mano.— Hubo una pista ayer. Alguien le escribió a Eric, fingiendo que era Aaron y que él y Aspen habían huído juntos. La policía aún está rastreándolo.
—Eso es genial, ¿Tamara? ¿Cómo está?— pregunté, sintiendo lágrimas juntarse en la parte trasera de mi garganta. Los ojos de Lidia volvieron a inundarse y me respondió sin palabras, sólo mirándome tristemente, con su boca abriéndose y cerrándose a la vez.— ¿En donde está?
—Te anotaré la dirección.— dijo Lidia, entrando en la sala y yo la seguí, para encontrarme a todos reunidos alrededor de la sala, la familia de Aspen, la familia Briggs y un puñado de policías junto a Eric, que tenía a su bebita más grande abrazada a su pecho.
Se veía demacrado, su cabello desordenado, bolsas negras bajo sus ojos, arrugas haciéndolo lucir más viejo que nunca. Pobre Eric, no podía ni siquiera imaginar lo que él estaba sintiendo. Yo ya me estaba sintiendo fatal y Aspen no era el amor de mi vida. Además, el accidente de Tamara...
Esto era demasiado, casi y no podía soportarlo. Pero no iba a tranquilizarme hasta ver a Tamara. No iba a hacerlo hasta que Aspen y Aaron regresaran. Tomé a Justin del brazo y lo conduje fuera de la casa y dentro del auto.
Tamara... Tamara, por favor... Tienes que estar bien.
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Bésame y prométeme un para siempre (Sonríe y dí que me amas #2) [TERMINADA]
Romansa*LA SEGUNDA PARTE DE "SONRÍE Y DÍ QUE ME AMAS" YA ESTÁ AQUÍ! Dos historias. Dos amores. Un bebé. Y muchas dudas... Justin Newton ha sufrido bulimia desde que es un adolescente, ha tenido recaídas pero finalmente consiguió superarlas gracias...