Criminal |Cameron Monaghan| +18

25.

Mi corazón se paro por completo, con forme iba descendiendo sentía que el aire me faltaba cada microsegundo que pasaba, su mirada era tan fría y dura como el hielo que a cualquiera le daría miedo, cuando baje de las escaleras él seguía todos mis movimientos, no sabia que hacer. Arthur solo miraba a Cameron en la esperaba de que hiciera algo pero no pasaba nada, sentía que todo esto estaba en cámara lenta, él se acero a mi esperaba la primera bofetada pero nada solo su mano me tomo del brazo para comenzar a caminar hacia la salida. 

Una vez a fuera Cameron no dejo que Arthur le abriera la puerta, metió al auto con rudeza que hizo que me golpeara con la ventanilla del auto, algo me decía que no iba salir bien de todo esto. Durante el camino no dije nada ni mucho menos él, sólo se oía como los autos pasaban haciendo que la poca agua que quedo en el piso se oyera, mis nervios estaban a todo lo que daban no quería llegar a casa, no quería, pero cuando entramos al jardín de la mansión lo primero que hice cuando se paro el auto salí corriendo a la entrada de la casa y como la idiota que soy no cerré la puerta y esto hizo que Cameron entrara con rapidez, al tomarme en sus brazos comencé a gritar.

-¡No Cameron, por favor! ¡No me hagas nada! ¡Ayuda!-. Le golpeaba el la espalda solo le provocaba gemidos de disgusto, en eso la figura de Gretta apareció en el lobby, al verme llorando y pidiendo ayuda se preocupó.

-Cameron ¿Qué haces? Déjala en paz por el amor de Dios-. Ella iba a subir la escaleras, Cameron se giro en el casi penúltimo escalón y saco de su pantalón algo que hizo un pequeño ruido.

-No se te ocurra acercarte porque si lo hace no dudaré en darte un maldito tiro en la cabeza Gretta, este es mi asunto con esta zorra no contigo-. 

Cuando oí que dijo "tiro en la cabeza" abrí los ojos como platos, Cameron tenia un arma en las manos, mi corazón comenzó alterarse. No escuche a Gretta eso me indico que se había bajado, volvió a su camino hacía las habitación fue a la suya donde me dejo en la cama para después cerrar la puerta de dicha habitación, mire a todos lados en busca de una salida pero falle. Cameron se dio vuelta y me miro con mucha frialdad.

-Sabes hay muchas cosas que puedo tolerar, por ejemplo que me dejes con las ganas de cogerte como se debe, tus puta lágrimas y tus arranques de irá...pero escúchame bien, lo que si no tolera es una PUTA infidelidad eso me caga en la punta del hígado-. 

Él tenia aun la pistola en las manos y eso me asusto mucho, yo me  fui haciendo hacia atrás para poder alejarme de él, Cameron dejo el arma en la mesa de noche y sin darme cuenta me tomó de los talones haciéndome gritar, comencé a golpearle en el pechos para que me soltara pero fue más listo que yo pues con una mano me agarro las mías para evitar moverme, desabrochó mis pantalones y los bajo junto con las bragas y solo me dejo con la camiseta y el suéter.

-Sabes...dicen que...todo se arregla...hablando pero yo creó...-

Mire hacía abajo lo que estaba haciendo y vi que se estaba quitando los pantalones con los boxers, abrí los ojos al máximo y comencé a mover pero su palma se estrelló con mi mejilla-. Que la mejor de arreglar los problemas de pareja es con una buena folladas sabes-.

-¡No Cameron por favor!-. Volví a gritar pero él volvió a golpearme en la mejilla.

-¡Cállate! Estoy harto me oyes ¡Harto!-. 

Sin más él entro en mi sin ningún cuidado, grite por el gran dolor que estaba sintiendo pero él lo estaba gozando, estaba disfrutando verme débil y vulnerable, esto era lo que no creí que Cameron fuera a caer pero veo que me equivocaba, estaba muy equivocada. 

Esta era mi primera vez y yo siempre la imagine especial con el hombre correcto pero ahora ya no habrá momento especial y el hombre correcto, estaba siendo maldecida por él. Sus estocadas eran muy violentas y rudas, las lágrimas no paraban de salir y lo único que me quedaba era dejarme pues no podía luchar con él. Paso más de unos cuarenta y cinco minutos según yo cuando el paro por fin de "cogerme" hasta que se vino sobre mi vientre descubierto.
Él comenzó a arreglarse y tomar un poco de aire.

-Joder...bien tengo que volver al trabajo que deje pendiente, cuando te levantes arregla ese desastre-. Dijo sin mirarme y para luego irse sin más.

Y yo me quede ahí en la cama humillada y no pude más y volví a llorar.