18.

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Mis manos fueron a mi boca, no podía creer que Gretta nos haya descubierto en esa situación tan incomoda ahora creerá que todo lo que paso con Cameron era una mentira, no, no lo creo Gretta no me va juzgar todo esto fue un pequeño desliz con él, fue un momento de debilidad, un momento debilidad sexual y sobretodo placer que jamás e sentido. Mire a Cameron quien solo tomó su toalla para cubrir su erección y volver a ponerse crema para afeitar, yo no dije nada y salí de esa pequeña habitación para poder hablar con Gretta, ella no se merecía este tipo de grosería. Baje las escaleras para después ir a la cocina donde la vi picar y darle indicaciones a la zorra de Cristina.

-Gretta-. Ella se giro a verme con una sonrisa, limpio sus manos en su mandil perfectamente planchado y se acerco a mi-. Gretta...lo que viste haya arriba solo fue un-. Ella llevó sus dedos a mi boca y chito para luego negar con la cabeza.

-No, no, no me debes ninguna explicación pronto serán esposos y estarán así todo el tiempo te lo digo por experiencia-. Sonrió con picardía que me hizo reír un poco-. Además fue mi error al haber entrado sin tocar, es solo que oí un grito que me preocupe mi niña-.

-No lo siento Gretta-. Ella sonrió y me dio un beso en la mejilla.

-Ven vamos a desayunar que sera un día largo-. S

implemente asentí con la cabeza, la mirada de Cristina era de desprecio de seguro esperaba que yo tuviera un moretón en el ojo o que tuviera el labio partido. Las pisadas de Cameron se hicieron presentes, camino hacia Gretta para darle un beso en la mejilla. Se veía tan sexy con ese traje negro, el negro era lo suyo. 

Gretta le dio una taza da café, él se sentó aun lado de mi en la barra de la cocina, me puse de pie y fui por un jugó de naranja que me estaba ofreciendo nana, lo tome agradecida y volví a la barra pero en lugar de sentarme en la silla me senté en la pierna de Cameron, él me vio raro pero yo solo le di un beso en la mejilla.
La mirada de Cristina era de furia.

-¿Que haces Emilly?-. Pregunto Cameron cerca de mi oído.

-Que no me puedo sentar en las piernas de MI prometido-. El asintió con la cabeza no muy convencido pero siguió bebiendo de su café, sonreí con victoria hacia la zorra esa que tenia enfrente. 

Luego del desayuno Cameron se fue diciendo que volvería tarde, yo por mi parte me di una merecida ducha, al salir de la ducha tome mi ropa. El ambiente a fuera era frío así que tome mi pantalón de mezclilla doblado de los talones, una playera blanca de cuello redondo, una chaqueta de cuero con forro de peluche suave, una bufanda rojo vino y mis convers clásicas, mi cabello lo ondule un poco y me puse maquillaje sencillo y con eso salí de mi habitación para después bajar nuevamente. En la entrada de la casa estaba Gretta bien tapada y lista para irnos, porque si al parece teníamos que salir a ver mi vestido de novia porque solo faltaba dos meses para la boda y Cameron y yo no hemos echo nada. 

Al estar ahí salimos al exterior y fuimos al auto donde nos esperaba el chofer. Llegamos al centro de la ciudad y nos llevaron a una tienda de novias, con solo ver los vestidos mis nervios se pusieron al instante, joder no estaba lista para esto. Entramos a la tienda, la cual era muy lujosa miles de vestidos hermosos, en medio del lobby había un maniquí con un vestido precioso que me quede perpleja al verlo.

-Bienvenidas a Isabel's donde los sueños de cualquier novia se hacen realidad-. Dijo una chica linda y muy amable.

-Hola, venimos a ver un vestido para mi hija-. Dijo Gretta quien me sonrió y yo a ella la verdad no me molestaba que haya dicho que yo era su hija.

-Bueno creó que podemos encontrar algo hermoso para ti síganme-. Nosotras asentimos con la cabeza y comenzamos con la búsqueda con el vestido perfecto.
Así paso por lo menos una hora hasta que encontré el vestido ideal. Tenia tirantes, escote en el pecho y en la espalda, era el vestido perfecto y fue amor a primera vista.

Criminal |Cameron Monaghan| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora