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Había pasado ya una semana desde que me entere que Leonora estaba viva y que Cameron iba a verla, no le hice el comentario no tendría el porque hacer el lo hacia por alguna razón y de seguro era para estar con ella o para asegurarse de que estuviera bien, durante esa semana comencé a trabajar con Cameron como su asistente personal y todo iba perfectamente hacia lo que él me pedía, lo acompañaba a donde quería que yo fuera solo tuvo una reunión a la cual me pidió que no fuera pues era un asunto delicado y era mejor que no fuera, no se porque me dijo eso pero si él no quería que yo fuera pues no insistí más. 

Y ahora estaba con él en el aeropuerto pues iríamos a México unas playas que decían que eran famosas iríamos a Cancun no sonaba mal así que la noche anterior comencé a empacar lo necesario, nos levantamos a las seis de la mañana pues nuestro vuelo salía a las ocho, pero resultaba que Cameron en el aeropuerto tenia un jet privado pues decía que odiaba viajar con muchas gente, yo sólo no dije nada nuevamente no era mi decisión era la de él pues él iba a pagar en viaje y Cameron sabia lo que hacia. 

A pesar de que los dos dormimos una vez juntos no nos comportábamos tan cariñosos en el uno con en otro simplemente nos sonreíamos sin decir nada, si hablamos pero de ahí en fuera no pasaba a más, éramos completamente extraños a decir verdad, durante el vuelo nadie habló solo me dedique a a jugar en mi celular, ver película y leer un libro electrónico. Cameron solo revisaba algunos papales del trabajo quería suponer no me sentía incómoda creó que prefería el silencio. 

Cuando llegamos al aeropuerto un auto nos esperaba en la pista era una camioneta Hummer color blanca era una camioneta preciosa, los encargados del equipaje subieron las cosas a la cajuela y así después nosotros subirnos para poder suponía yo al hotel. Mire todo el paisaje por la ventanilla era un lugar muy hermoso, en sol era precioso hacía que el día fuera tranquilo, pasamos por el centro declaró ciudad hasta que volvimos a la carretera y lo único que había delante de mi era un mar hermoso, las olas eran delicadas y la forma en como chocaban con las puedas cerca de la orilla y en la arena era el sonido más lindo que puede oír. El chofer entro a una parte de la playa que había un pequeño puente para que pudiera pasar hasta que en mi campo de visión una zona donde había casa de madera de un solo piso eran muy rústicas y enfrente de ellas había como un tipo quiosco pequeño donde había una cama con cortinas blancas era muy elegante. El auto se detuvo enfrente de una de las casa donde Cameron y yo bajamos, nos ayudaron con el equipaje hasta que se fueron. 

Él y yo caminamos a la casa la cual muy hermosa por dentro, la cocina era pequeña tipo de los años cincuenta muy acogedora, el comedor estaba aun lado de la cocina y la sala estaba en la otra habitación lo sillones eran de color café de cuero, una pantalla plana arriba de la chimenea, camine hacia a la habitación que se encontraba enfrente de la puerta principal, una enorme cama con sábanas blancas estaba delante de mi.

-¿Te gusta?-. Preguntó Cameron detrás de mi y yo solo asentí frenéticamente con la cabeza.

-Es fabuloso Cameron, pensé que iríamos a un hotel-. Dije dejando mi maleta aun lado de la cama, él hizo lo mismo y solo me sonrió.

-Si, se suponía pero un amigo dijo que tenia una casa aquí y pues dijo que esto seria más íntimo para los dos-. Sonreí un poco camine hacia él para poder darle un beso en los labios.

-Es perfecto, además creo que será buena para que podamos hablar de la boda-. Era raro hablar de la boda con él, pues nunca habíamos tocado el tema solo me decía que tenia que hacerlo para así poder obtener mi libertad y pues ahora tenia que tomar el riesgo de hacerlo.

-De acuerdo esta noche lo haremos-.

Criminal |Cameron Monaghan| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora