Criminal |Cameron Monaghan| +18

39.

La luz del sol pasaba por las cortinas blancas de la habitación, no podía moverme mucho pues un gran peso no le dejaba moverme, mire debajo de las sabanas y note la mano de Cameron que estaba en mi cintura, sonreí como tonta al sentirlo así de intimo conmigo, logre moverme un poco para poder ver su rostro el cual ya estaba despierto, tenia una sonrisa pintada que hacia que mi estomago se pusiera como ayer en la cena.

-¿Me tuviste toda la noche abrazada?-. Pregunte sin dejar de sonreír.

-Si, así parece ¿Te incomoda?-. 

Negué con la cabeza, él se acerco a mi para poder besarme en los labios pase mi brazo su cuello para pegarlo más a mi y hacer que aquel beso fuera cada vez más intenso, su mano dejo de estar en mi cintura para pasar debajo de mis shorts de pijama y así poder tocar mi parte intima la cual estaba húmeda, su dedo comenzó a subir y a bajar en mi clítoris haciendo que soltara uno que otro gemido. Hice que él se acostara en la cama para poder yo subir sobre su regazo, me aleje por un momento para poder quitarle la playera blanca de la pijama, también hice los mismo quite mi blusa y después mi sostén.

Cameron llevo sus manos a mis pechos para así poder darles un apretón que me hizo gemir, mis caderas comenzaron a moverse de adelanta hacia atrás para hacer que nuestros sexos se rozaran.

-¡Ah Cameron!-. Gemí llevando mis manos a los pectorales de él, su manís estaban en mi cintura agarrándole con fuerza y ayudándome a moverme. 

Como pudimos nos sacamos los pantalones junto con la ropa interior. Me acosté en la cama y Cameron se colocó sobre mi para poder alinear su pene en mi entrada, entro poco a poco hará estar en el fondo, los dos soltamos un gran gemido. 

Él comenzó a moverse cada vez más rápido, nuestras respiraciones se combinaban, nuestras lenguas se rozaban a cada beso que nos dábamos, la cabecera de la cama comenzaba a golpear con la pared lo bueno es que las casa no estaban pegadas sino los vecinos estuvieran oyendo nuestro desastre y eso me haría sentir un poco incómoda.

No se lo que me pasaba con Cameron, no tenia la menor idea solo podía pensar en lo bien que me hacia sentir estando los dos en estos o momentos, las miradas que me da, las sonrisas que llegan hacer sinceras este hombre que llega hacer un gran hijo de puta con gran temperamento estaba logrando meterse en lo más profundo de mi corazón. Yo jamás había sido una chica que demuestra sus sentimientos pero a razón de que mi mamá me vendió comencé hacer expresiva a todo fulgor.

-Te adoro Emilly-. La voz de Cameron le saco de mis pensamientos, lo mire por un momento él estaba besando mi hombros y penetrándome aún, creo que Cameron pensó que no lo había oído porque empezó a decirme cosas sucias que me estaban poniendo al cien.
Los gemidos se volvieron brutales, los rasguños se hacían presentes, estaba extasiada y va a llegar al punto máximo de mi placer. 

Cameron dio unas cuantas estocadas más cuando se corrió, yo llegue después gruñendo y tomando más fuerte su espalda. Él se recostó en mi pecho, poco a poco se fue saliendo de mi sentía tan raro no tenerlo dentro de mi después de semejante orgasmo, comencé hacerle pequeñas caricias en si cabello, el sueño llego a mi invadiéndome con todo lo que va.