11
La ventaja del Cadillac era que también servía como cama.
Adriana y Gastón siguieron el consejo que el gran imbécil de Chris les había dado.
Gastón se la cogió en el asiento trasero del auto.
Ella se movía tan espectacularmente bien, que Gastón pensó que joderían la suspensión del Cadillac.
Después de poco más de una hora teniendo sexo en el auto decidieron volver al antro.
Al llegar Carlos lo recibió con otra cerveza.
- Eres mi jodido héroe. -- Le grito por encima de la música.
- ¿Que te puedo decir? La vida a veces es muy buena conmigo.
- No voy a dudarlo, pero ahora tienes a un gorila ebrio y emputado por que te cogiste a su hembra.
Gastón miró a su alrededor buscando al gorila. Lo vio caminando directo hacia él con dos botones de la camisa desabrochados.
Según el demostrando el pecho de macho que poseía.
- ¡Tu! ¡Hijo de puta! -- Gritó el gorila buchón Chris.
La gente dirigió su atención hacia los dos. Los amigos de Gastón se pusieron a su alrededor demostrando que no estaba solo.
El gorila buchón se detuvo frente a Gastón con la cara más encabronada del mundo.
- ¡Estás muerto cabrón!
- No se tu, pero yo me siento muy vivo. -- Bromeó.
- ¿Crees que puedes venir así como si nada y cogerte a mi vieja? -- Su hocico apestaba horriblemente.
- Pues no lo creía en un principio. Pero ahora si.
- Pues lamento decirte que te metiste con el "gangsta" más cabrón del lugar. - Alardeó.
Gastón le dio sus lentes a uno de sus amigos y miró al gorila.
- ¿Así que el más "gangsta"?
- Oh si, putito.
Antes de contestar, volteó a ver a sus amigos con una sonrisa.
- ¿Y por qué esa ropa de Zara?
Aquello lo hizo estallar en furia. El gorila buchón le lanzó un puñetazo que fue fácil de esquivar.
Gastón había peleado mil veces con ebrios mientras vivió en el norte. Se podría decir que sabía exactamente cuáles serían sus movimientos.
- No te muevas para que pueda romperte tu madre.
El gorila lanzó múltiples golpes que Gastón esquivó para finalmente conectarle uno al gorila, directo en su carota.
La gente a su alrededor se sorprendió y vitoreó a Gastón.
El gorila se limpió la sangre del labio y miró a Gastón con ojos de odio.
- ¿Bailamos? -- Volvió a bromear.
- Será todo un placer. -- Dijo el gorila mientras se arremangaba la camisa.
Como era de esperar fue el primero en aventarse. Agarró a Gastón por la chaqueta y lo levantó. Aprovechó para meterle una patada directo en las costillas, lo que hizo que lo soltara.
El gorila se arrodilló de dolor, y justo cuando se levantaba recibió otro golpe directo en el labio. Lo que lo hizo sangrar más.
Estalló en ira y se abalanzó sobre Gastón tirándolo al suelo. Logró meterle dos golpes antes de que él pudiera agarrar una botella vacía y descargarla contra el rostro del gorila, quien ya tenía la cara hinchada.
Sangre y vidrios rotos.
Gastón se libró del agarre del gorila. Tragó saliva con sangre y conectó una patada nuevamente en la cara de su adversario, para posteriormente molerlo a golpes.
Sus amigos intervinieron separándolos.
Gastón no opuso mucha resistencia.
- ¿Quieres un poco más pendejo? -- Le gritó Gastón, escupiendo un poco de sangre.
El gorila apenas pudo levantarse. Tenía la mitad del rostro pintada de rojo. Incluyendo la camisa.
- Eres un cabrón muy loco. ¿Te lo han dicho? -- Le preguntó su amigo Lalo.
- Si, me lo han dicho unas cuantas veces. -- Respondió sonriendo.
Algunas personas tomaron unas cuantas fotos a Gastón. Le gritaban que era el puto amo y señor, y cosas por el estilo.
- Será mejor que nos larguemos de aquí, -- Dijo Brandon. -- los encargados han llamado a la policía y no tardan en llegar.
- Carajo. Y yo apenas me estaba divirtiendo.
- Ya te has divertido mucho esta noche, pequeño cabrón. -- Le dijo Oscar mientras le devolvía los lentes.
Eso era irónico, por que Gastón era notablemente más alto que Oscar.
Salieron del lugar y se despidieron. Sus amigos se retiraron en sus propios autos.
Carlos y Gastón estaban por subir al Cadillac cuando el gorila buchón apareció gritando desde el otro lado de la calle.
- ¡No huyas maricón!
Gastón apenas iba a moverse cuando una patrulla atravesó la otra calle. No podía meterse en un problema así.
- Lo siento mi simio amigo. Tendrá que ser en otra ocasión.
Se metió al auto. Encendió el motor y arrancó.
El Cadillac se alejó rápidamente del lugar.
- ¡Eres un puto loco!
- Bueno, son cosas que aprendí estando allá.
Escupió sangre.
- ¿Ahora cual es el plan?
Gastón miró la hora en el tablero del auto.
Las 12:47 de la noche.
- Aún es muy temprano.
Divisó una tienda de servicio unas cuadras adelante.
- Baja en esa tienda y compra un paquete de cervezas y unos cigarros. -- Dijo Gastón. -- Tengo un plan.
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PULP
General FictionRegresar a su ciudad natal era su sueño. Jamás imaginó que al volver su vida entraría en una pesadilla enfermiza. Sólo una pregunta es necesaria: ¿Quién putas es el Hombre de Negro?