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Sin pensarlo y con navaja en mano, se aventó contra Gastón, clavándole la navaja en el brazo derecho.
Rápidamente se quitó a Jonah de encima, arrojándolo lejos.
Sabía que si no le arrebataba la navaja, sería su fin.
Jonah nuevamente se aventó contra él, pero esta vez Gastón fue más listo y lo apartó antes de que pudiera hacerle daño.
- No te resistas, sólo prolongas lo inevitable.
- Esto se está saliendo de control. Termina con esto de una vez.
- El juego será así Gastón, sólo uno de los dos saldrá vivo de este lugar. Si no me matas, yo te mataré a ti, y después iré por tus amigos.
- No voy a matarte, no soy un asesino.
- Entonces, debes saber que este es tu fin.
Jonah le arrojó la navaja.
Gastón trató le esquivarla pero no pudo distinguirla entre la oscuridad del lugar, y terminó clavada en su hombro.
Intentó quitársela pero la patada que Jonah le dio mientras estaba distraído le impidió hacerlo.
En cambio, Jonah arrancó la navaja del hombro de Gastón, haciéndolo sangrar más. Sintió un dolor inmenso al ser golpeado por Jonah en las zonas donde había sido cortado.
En ese momento la adrenalina se disparó por su cuerpo y logró conectar un golpe violento directamente a la nariz de Jonah, la cual estalló en sangre.
Intentó hacerle varios cortes horizontales pero Gastón logró evitarlos.
Dio una patada al costado izquierdo de Jonah tan fuerte que lo arrojó adentro de una de las habitaciones.
Apenas estaba levantándose del suelo cuando una patada en la espalda lo hizo volver a comer tierra.
Gastón sujetó su cabeza para impactarla nuevamente en el suelo pero Jonah logró hacerle otro corte al brazo.
No le prestó atención. Sujetó a Jonah de la camisa y lo estrelló contra la pared, justo a lado de ellos estaba el marco vacío de otra ventana.
La lluvia se colaba por aquel gran espacio abierto, mojándolos a los dos.
Gastón golpeaba violentamente el rostro de Jonah una y otra vez. Hasta que Jonah sujetó a Gastón, le conectó un golpe directo en la sien y en medio de su confusión le dijo:
- Te vas a ir al infierno.
Colocó a Gastón en el marco de la ventana y lo arrojó.
Gastón logró sujetar a Jonah, y ambos cayeron desde el segundo piso.
El impacto fue más duro que hace 6 años. Sintió como cada músculo de su cuerpo se retorcía de dolor.
Trató de ponerse de pie, pero sólo logró sentarse.
Vio como Jonah se reincorporaba y salía corriendo y tropezando.
- No huyas, hijo de puta.
Tambaleándose, Gastón corrió detrás de él. Ambos se adentraron en el monte, entre las hierbas crecidas.
En cierto punto Jonah se tropezó, y cuando Gastón estuvo a punto de someterlo, lo golpeó violentamente en la cara con un tronco.
Gastón cayó al suelo totalmente desorientado.
Jonah azotó varias partes del cuerpo de Gastón con el tronco hasta que por fin Gastón lo apartó con una fuerte patada en el abdomen.
El tronco cayó cerca de Gastón, lo sujetó y cuando Jonah se volvió a abalanzar sobre el, descargó su furia impactando el tronco contra su cabeza.
Al golpearlo, el tronco se hizo pedazos, y Jonah cayó en un enorme hueco en el suelo detrás de si.
Gastón se sentó lentamente cerca él, mientras intentaba recuperar el aliento.
Jonah estaba tirado en el suelo, de su boca salían gemidos y quejidos de dolor.
- Gastón. -- Susurró.
Se acercó a él, y cuando otro relámpago iluminó el lugar, lo noto.
Gastón le había roto el cuello.
Trató de reír, pero lo único que salió de su boca fue una risa ahogada.
- No siento mi cuerpo. -- Su voz, ahora eran susurros apagados. -- Eres un hijo de puta.
- ¿Era esto lo que querías? ¿A esto querías llegar?
Otra risa ahogada salió de la boca de Jonah.
- Vamos, acabame.
- No.
- ¿No? ¿Acaso eres idiota?
- No te voy a matar.
- Pues espero que entiendas que esto es un grave error. Cuando yo pueda levantarme de aquí, volveré a ir detrás de tus amigos. Y detrás de ella.
Gastón tuvo ese sentimiento. Al oír eso, quiso acercase a Jonah, sujetarle el cuello y terminar de rompérselo.
Apretó fuerte el puño.
Y empezó a caminar, lejos de él.
- ¿A dónde vas? Ven aquí, y matame. -- Intentaba gritar Jonah detrás de él.
Gastón sólo lo ignoraba.
Cuando estuvo a punto de dejarlo ahí, escucharon un fuerte crujido. Gastón volteó a ver a Jonah.
- ¿Qué putas fue eso? -- Preguntó mientras seguía tirado en el suelo.
- Yo no...
Antes de responderle, lo escucharon.
El gruñido de la bestia.

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