30
Por lo menos Carlos y Oscar ya habían descubierto que no se trataba de ningún fantasma. Que de verdad había alguien detrás de esto.
Y que el estupido juego que jugaban, iba en serio.
Ahora todos debían estar alerta, a pesar de que el objetivo principal era Gastón, no descartaban la posibilidad de que alguno otro fuera un blanco secundario. Un daño colateral.
Esto se había convertido en una cacería de brujas.
Le había comentado a Ricardo sobre sus encuentros con el hombre de negro, y habían quedado de verse lo más pronto posible.
Así que fue a visitar a Gastón.
- ¿Entonces no es él?
- No, claro que no es él. La tumba estaba en mal estado, pero es algo natural al paso de los años. -- Dijo tratando de que su explicación tuviera lógica.
- Sólo han pasado 5.
- Lo sé, lo sé. Pero no era él..
- ¿Y qué dijeron ellos al verlo?
- Se quedaron sorprendidos. Sinceramente yo también, jamás imaginé que apareciera ahí esa noche.
- Es algo raro ¿no? Que siempre sepa dónde estarás.
- Parecía que siempre va un lado adelante de mi.
Entonces recordó la llamada que recibió aquella vez en el café.
- El dijo que había ojos en todas partes.
- Entonces no se trata de un solo hombre de negro.
- ¿Que quieres decir?
- Gastón, hay más gente involucrada en esto.
Era algo en lo que Gastón no había pensado, pero aquello tenía lógica.
Era obvio que una sola persona no podría seguirlo a todas partes. Tenía que haber alguien más involucrado.
Si no, ¿cómo sabría el hombre de negro que Gastón estaría en el café ese día? O que iría al panteón a buscar la tumba de su amigo.
Alguien más lo vigilaba.
- Hay otro cabrón involucrado.
- Así es.
Ahora la pregunta era quiénes.
Gastón había pasado ya mucho tiempo pensando en quién podría estarlo acosando. Ahora tenía que pensar quienes podían odiarlo tanto como para querer matarlo.
A lo largo de su adolescencia, Gastón se había ganado el odio de varias personas, pero siempre por cosas mínimas como peleas en alguna fiesta. Nada que de verdad tuviera tanta relevancia.
- ¿Qué hay de Jonah?
Otro fracaso más.
- Malentendió mi llamada, se molestó por pensar que me burlaba de Johan.
- Puta madre, -- Exclamó. -- debí suponer que reaccionaría de esa manera.
- Oye, pudo haber sido una buena opción si no se hubiera comportado así.
- Perdimos un faro de información, ahora estamos como al principio, sin saber quién chingados es este pendejo.
- Tu ya lo dijiste, es sólo un pendejo.
Un celular sonó.
Pero no fue el de Gastón, sino el de Ricardo.
Al sacarlo del bolsillo revisó de quién provenía la llamada.
Número desconocido.
- Es él, -- Le dijo Gastón. -- tiene que ser él.
Ricardo contestó, puso el altavoz.
Una respiración se escuchaba del otro lado de la línea.
- ¿Quien es? -- Pregunto Ricardo.
- El mensajero.
- ¿Y qué putas quiere? -- Preguntó Gastón, ya molesto.
- Dejar el mensaje.
- ¿Cuál pinche mensaje?
- Ricardo. Después de Gastón, tu sigues.
Y colgó.
Justo lo que Gastón no quería que pasara, pasó.
Gastón miró a su amigo, ambos tenían en ceño fruncido.
- ¿Me quiere joder? Venga, el pendejo se está metiendo con los cabrones equivocados.
A pesar de que Ricardo jamás se había peleado con alguien, nunca le tenía miedo a romperse la madre con otra persona.
- No, -- Dijo Gastón firmemente. -- él te quiere dentro de esto. Pero es mejor que no te metas. Ya hay suficiente gente involucrada.
Debía de proteger a su mejor amigo.
Debía de proteger a su hermano.
- Éste pendejo anda cagando fuera del hoyo. Y lo único que conseguirá es que se lleve la putiza de su vida.
- No, entiendelo. No vas a ser parte de esto.
- Me acaba de meter al juego.
- Pues siento decirte que estas en la banca.
Ricardo miró con desconcierto a Gastón.
Se pasó la mano por la cabeza, frustrado.
- Ricardo, si él me saca del juego y va detrás de ti, yo también tendré que regresar de la muerte para detenerlo. Eres mi hermano, cabrón.
En ese momento, Ricardo pareció entender el desespero de Gastón por proteger a sus amigos. Y a él.
- Tu también eres mi hermano, cabrón.
Se dieron un corto abrazo, demostrando que se apoyaban el uno al otro.
Cuando se separaron, Ricardo le dijo:
- Así que para la próxima, rompele toda su madre a ese puto.
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PULP
General FictionRegresar a su ciudad natal era su sueño. Jamás imaginó que al volver su vida entraría en una pesadilla enfermiza. Sólo una pregunta es necesaria: ¿Quién putas es el Hombre de Negro?