0 2 4

443 67 2
                                        

0 2 4

• • •

— Yo le digo, ustedes no se hagan problema.— dijo Daniel sacando a los cuatro chicos de su casa.

Luego de haberlos despedido fue directo a su habitación. Tomó su celular y se quedó mirándolo fijamente. Extrañaba tanto al Mateo tierno de antes, no entendía porque se habían distanciado tanto.

Pero luego recordó, que el cuando salia con Acru era lo mismo. Solo que no se daba cuenta. Agustín hacia sentir relajada a la gente con su presencia. Y Daniel odiaba admitirlo.

No quería llamarlo, ni verlo, ni escucharlo, lo único que quería era tenerlo cerca. Se podría decir que era lo mismo pero el no lo sentía así.

Dejó todo su orgullo olvidado y sin pensarlo más, llamó al menor. Estaba impaciente por oírlo, aunque había dicho que no quería hacerlo.

Dani, corazón, tanto tiempo.— la voz de Mateo sonó del otro lado de la línea. Como amaba sus apodos, suenen gays o lo que sea, a el le encantaban igual.

— Teguito, te extraño gil.— tuvo que agregar la última palabra para no escucharse tan tierno.— Necesito un abrazo tuyo.

¿Pasó algo? ¿Qué te mandaste? — preguntó preocupado el menor. Daniel sonrió.

— No siempre soy yo el que se manda alguna.— al decir eso hizo dudar a Mateo de sus propias palabras, sabia que tenía que ir a verlo lo mas rápido posible.

ocultar🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora