Locos de amor.

Capítulo VII

Dakota POV

Después de observar a "Barbie" durante el día decido irme cuando veo que hay un tipo con aspecto desaliñado haciendo lo mismo que yo, y lo que es peor ahora me observa. Inmediatamente subo al que ahora es mi auto, el cual es un préstamo de los señores Olsen.

Al llegar a casa decido darme un baño, después pongo un poco de música clásica para relajarme mientras preparó unos bocadillos para cenar. Decido abrir una botella de vino barato y lo sirvo en una copa a la cual doy pequeños sorbos, mientras continuo con mis pocas habilidades culinarias, de pronto escucho unos pequeños ruidos, como si se tratara de madera crujir. Inmediatamente busco un bate de beisbol que encontré justo aquí cuando me mudé y lo tomo, ya que alguien debe estar subiendo las escaleras.

-Rayos seguramente el dueño está aquí y va a correrme, me acusara por invadir una propiedad ajena y terminare en la cárcel.-pienso.-Pero ¿y si no es más que un ladrón?

Me coloco tras de a puerta y justo cuando veo una silueta de al parecer un hombre con un martillo en mano, no dudo en darle un fuerte golpe que lo derriba al piso. Me armo de valor y tomando nuevamente el bate, bajo las escaleras para ver si el tipo esta solo o con compañía, reviso el departamento cuya puerta está abierta y veo que al igual que mi espacio luce ordenado, viejo pero ordenado. Al parecer el sujeto recién está quedándose aquí, puede ser un delincuente. Rápidamente observo que sobre un viejo sofá se encuentra una mochila negra, la tomo y subo corriendo rápidamente, mientras lo hago voy pensando:

-¡Lo mataste Dakota, demonios ahora si iras a prisión! –Me digo a mi misma. No sé que hacer, no puedo llamar una ambulancia por que la policía intervendrá y descubrirán que estoy en este edificio que no es mío, pero este tipo tampoco vive aquí así que el también irá a prisión, piensa Dakota, piensa. Abro la mochila y encuentro en ella un libro, una agenda, unas gafas de sol, una gorra, su billetera; la cual no dudo en revisar. Al ver su identificación me doy cuenta de que el nombre del tipo es James Steele y que vive en Washington, lleva unos cuantos dólares, una tarjeta de crédito y una foto de una mujer. –No puede ser ¿es Barbie?

Después de un tiempo, que me ha parecido una eternidad, veo una mancha de sangre en el piso y mi miedo aumenta, aunque desaparece al mismo instante en el que veo al tipo reaccionar, intenta decir algo pero lo interrumpo.

-¡Santo cielo! Digo soltando aire, después del susto que he pasado. -Bien James Steele, ¿Qué haces aquí? Le pregunto.

El tipo me observa confundido y se toca la cabeza y al hacerlo se mancha un poco los dedos de sangre. Dakota creo que te pasaste, el tipo parece un vagabundo pero tiene nombre decente.

-¿Tu eres la dueña? Me pregunta observándome detenidamente.

-Vivo aquí, así que responde o te daré otro golpe. Le suelto, Dakota mataras al sujeto, me regaño.

-No tengo donde quedarme así que encontré este sitio y me pareció un buen lugar. Me responde con una sinceridad en su mirada, y no sé por alguna razón le creo, aunque últimamente no pueda ya confiar en nadie, pero el tipo, bueno James se ve con un aspecto melancólico, aparte de su apariencia desaliñada. Es más su rostro se me hace conocido, ¡claro ya se!

-Creo que te conozco. Le digo observandolo.-Bueno te vi hoy.

-¡Claro! No te basto con mojarme con tu auto, sino que encima trataste de matarme. Me dice.

Creo que por el pequeño ardor en mi cara debo de haberme ruborizado, pero inmediatamente pienso en la foto de "Barbie" que encontré en su cartera y en que hoy por la mañana el al igual que yo la observaba. Cuando voy a preguntarle sobre eso, volteo hacia la ventana de Ryan y James hace lo mismo, tomo los binoculares y observo.

-Termino la función romántica. Le digo.

-¿Conoces a Emm? Me dice él.

-¿A Barbie? Le respondo.- Sí.

-Es mi novia- Me dice, haciendo el intento de levantarse, pero no lo logra.

-¡Oh vaya! Le respondo sorprendida. –Esto es increíble. Santo cielo Dakota esto es sensacional, me digo a mi misma.

Decido ofrecerle ayuda a James para que pueda levantarse del piso, y cuando lo hago él se acerca a mí y se queda inmóvil, debe ser por el golpe.

-Bien James, creo que tú y yo podemos ser..."socios". Le digo, -y es que en verdad él y yo podemos acabar a "Barbie y a Ken", pienso.

-¿Ah sí?, pero resulta ser que tú al menos sabes mi nombre y yo no sé ni quien rayos eres. Me dice de forma seria.

-Te curare esa pequeña herida. Le respondo ignorando lo que ha dicho, mientras busco el botiquín. -Vamos siéntate, le digo haciéndole una seña para que lo haga en un banco de madera.

-James Steele, me dice tendiéndome su mano. Mientras estoy por limpiar su herida con una bolita de algodón y alcohol.

-Dakota...Dakota Grey. Le respondo con un apretón de manos. Mientras cruzamos nuestras miradas, sus ojos son bonito, son grises. Rápidamente aparto ese pensamiento y me dispongo a curarle la herida, le pongo una gasa.

-Bien, listo James. Le digo.

-¿Por qué dijiste que podemos ser socios? Me dice con una mirada expectante.

-¿Has cenado?. Le respondo.

-¿qué? Me dice el frunciendo el ceño, sin entender.

-Bien James creo que eso fue un no, así que ahora que al parecer sigues un poco inconsciente puedo invitarte a cenar y explicártelo, en el estado que te encuentras no creo que puedas hacerme daño. Le digo.

El me observa confundido, pero se sienta a la pequeña mesa que tengo, voy por los bocadillos, las copas y el vino.

-Bien James Steele, hablemos.

N/A

Hola chicas, aquí les dejo el punto de vista de Dakota. Mil disculpas por no aparecer antes, prometo que ya estaré aquí con más frecuencia; porque empieza lo bueno.

Millones de gracias por sus lecturas, comentarios y votos.

Saludos.