Locos de amor.

Capítulo XXVII

Dakota POV.

-¡Mierda! Es lo único que decimos Jamie y yo al unísono.

-¡Mamá! Digo sorprendida cubriéndome los senos, Jamie me observa abriendo los ojos como platos y de inmediato me alcanza su camisa, me bajo de él mientras me visto y le paso sus pantalones para que el haga lo mismo. Ahora mismo quiero que la tierra me trague.

-¡Hola nena! Siento mucho interrumpir. Dice tranquilamente mi madre –Pero desde hace días queremos comunicarnos contigo y solo te la pasas diciéndonos que estas ocupada, ahora veo porque. Esto último lo dice guiñándome un ojo; Jamie nos observa completamente ruborizado, es que aún no puedo creer que esto esté pasando.

-¿Cómo me encontraste? Me apresuro en preguntarle a mamá.

-Bueno, hace unas semanas recibí en casa docenas de flores que enviaste, fui a buscarte a donde vivías antes, entonces recordé que te mudaste con tu novio, te marque miles de veces y nunca atendiste; así que hable a la florería para que me dieran la dirección de la persona que envió las flores y así llegue aquí. Dice mi madre orgullosa de lograr su cometido, mientras yo me maldigo internamente por dar mi dirección en la florería, se supone que esos datos son confidenciales. Rayos olvide que mi madre suele ser demasiado persuasiva; además de que la última vez que hablamos le conté que me había mudado con el idiota de Ryan y que estaba lista para dar un paso más.

-Querido no nos han presentado, esta niña casi no nos dio detalles de su relación; pero tú debes ser el prometido de mi hija. Dice mamá.

-Así es, mucho gusto señora Grey. James Steele. Dice mi chico tendiéndole la mano a mi madre, pero ella le da un beso en la mejilla y lo abraza efusivamente.

-Cariño, dime Melanie o Mel.

-Bien Mel, entonces llamame Jamie. Dice cariñosamente mi chico.

- ¿Pero qué precioso diamante? Dice mamá mientras toma mi mano. Oh no, ahí vamos otra ve con este anillo que no he podido quitarme.

-Mamá ¿estas llorando? Le pregunto mientras la veo limpiar sus mejillas con el dorso de su mano.

-Si coqui, estoy emocionada por ti, porque pronto formaras una familia a lado de un hombre que se ve que te ama inmensamente; además tu padre y yo queremos tener nietos a los cuales malcriar y veo que ya se están poniendo a ello. ¡Santo cielo! No puedo creer que mi madre haya sido capaz de decir eso. –Espera a que tu padre se entere.

-¿Papá está aquí? Le digo y Jamie palidece mientras yo me pongo fría.

-No, tenía cosas que hacer. Responde mi madre y siento que el alma me vuelve al cuerpo al igual que Jamie. –Este lugar es lindo aunque por fuera no lo parezca, me gusta tiene un toque vintage, por cierto Coqui lo único que mencionaste una vez es que Jamie iba a abrir un restaurante ¿Cómo van con eso?

Afortunadamente le conté a Jamie que había hablado poco con mamá y mi familia sobre el tema de Ryan.

-Bueno Mel soy cocinero y tener mi propio restaurante es sin duda algo que ambiciono, pero es un proyecto que está en pausa; por que por ahora mi mayor sueño es estar al lado de esta increíble mujer que es tu hija y hacerla feliz. Dice Jamie dándome un tierno y romántico beso, mientras mamá chilla de emoción.

-Bueno tengo que irme. Dice mamá revisando su móvil. –Necesito comprar unas cosas, los espero el sábado en mi casa para cenar; y no está a discusión. Dice mamá al ver que revoleo los ojos.

-Claro ahí estaremos, gracias Mel. Dice Jamie despidiéndose de mamá efusivamente.

-Adios cariño. Me dice mamá abrazándome, cuando me suelta me observa de pies a cabeza. –Coqui, estas...te ve diferente...estas radiante.