Capítulo XXI

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Dakota POV.


-Mi madre solía llamarme así desde pequeño, pero hace ya varios años que nadie lo hace, puedes llamarme así. Me dice. Y yo me quedo estática, estando tan cerca de él me provoca unas ganas inmensas de besarlo, pero me contengo y solo le dedico una nerviosa sonrisa. Llegamos a casa y me dejo caer en el sofá mientras verifico mi móvil.

-Ryan, no ha llegado. Le digo a Jamie. Mientras el solo tuerce el gesto.

-¿Ya me vas a explicar lo de la dichosa Kristen? Me dice sentándose a mi lado y vuelvo a tener ese deseo de lanzarme a sus brazos. ¡Maldición!

-Aún no es el momento, espera que pronto veremos el show. Le digo acomodándome, en ese momento vemos llegar a Ryan y en cuanto saluda a Emma. Ella se separa inmediatamente de él y le examina el cuello.

-¿Por qué traes lápiz labial en el cuello de la camisa? Dice la ex novia de Jamie.

-¿En serio? Oh nena, no vas a creerlo pero una chica tropezo conmigo cuando salía del restaurante, casi se cae así que la ayude a sostenerse. Supongo que en ese instante me mancho, estaba muy nerviosa, así que le ofrecí pasar un instante para que se sentara. Dice el maldito de Ryan, mientras yo me quedo boquiabierta.

-¡Maldición! Le está contando la verdad a Emma. Digo mientras Jamie me observa y ríe.

-Amor eres tan lindo, siempre ayudando a los demás, y tan sincero. Dice Emma mientras besa a Ryan y se dirigen a su habitación.

-¿De qué te ríes Jamie? Le pregunto.

-Es gracioso, ahora entiendo lo de Kristen, ella tenía que seducirlo y  no lo logro, debes reconocer tu idea no fue la mejor. Dice riendo.

-Te recuerdo Sherlock que tú pagaste. Y justo cuando digo esto la sonrisa se le borra. –Tonto. Mascullo.

Se sienta a mi lado y luego ambos volteamos a vernos riéndonos como locos.

-¿De donde sacaste a Kristen? Me pregunta Jamie.

-Fuimos compañeras en la preparatoria, siempre le ha encantado salir con cualquier tipo con dinero. Debo reconocer que hizo bien lo de hoy, solo que a tu ex novia le ha dado ternura. Le respondo.

-Es raro en Emma, ella es una mujer de carácter fuerte, es explosiva. No entiendo la manera en la que se comporta con tu ex. Me dice.

-Ni yo. Le respondo. De pronto me gana la curiosidad y le pregunto. -¿Y cuánto tiempo llevabas con ella?

-Nueve años, iba a pedirle matrimonio cuando volviera a casa después de inaugurar el restaurante de tu ex. Dice el, mientras saca de su mochila una caja de joyería, me la enseña y dentro hay un anillo con un enorme diamante en color azul. –Tenía preparada una cena romántica, pero ese día recibí una carta diciéndome que no volvería.

-Es un anillo bonito Jamie, demasiado exagerado para mi gusto,  debió costarte una fortuna. Le digo, ¡rayos! Este hombre es un romántico, esa zorra y Ryan son iguales. Pienso.

-Gaste gran parte de mis ahorros en él, tenía el sueño de tener mi propio restaurante, pero preferí empezar con el de tener una familia. Conocí a Emma hace nueve años en una fiesta, ella tenía 22 y yo 25. Salimos y después de pedirle durante meses que fuera mi novia acepto, aunque nunca quiso vivir conmigo pues no le agradaba la idea de dejar sola a su madre. Me dice.

-El amor nos hace confiar demasiado en la persona equivocada. Le digo. Él me observa y tiene la intención de preguntarme algo.

-Uno de estos días te contaré la otra parte de la historia. Le digo y el solo asiente.

Locos de amor.Where stories live. Discover now