Capítulo XXII

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Dakota POV.


Santo cielo. Me dirijo al baño, estoy frente al espejo colocándome agua en la cara y en el cuello, mientras recuerdo ese intenso beso de Jamie, tan lleno de pasión. ¡¡Dakota!! Ya cálmate, él lo hizo solo para ayudarte. Me digo mentalmente.

Un poco más calmada salgo del baño y voy hacia mi salón de clases, donde soy muy bien recibida.

-¡¡Señodita Gey!! Gritan mis pequeños y corren a abrazarme, y yo beso cada una de esas pequeñas cabecitas que se acercan a saludarme.

El tiempo pasa rápido, veo el reloj y me doy cuenta de que solo quedan cinco minutos para salir; así que le pido a mis pequeños que guarden el material de arte que utilizamos en la clase de hoy. De pronto escucho el timbre y mi corazón late a toda prisa por la llegada de Jamie, mis niños comienzan a salir no sin antes despidiéndose de mí con tiernos besos. Tomo mi bolso y a la salida me encuentro a Liv.

-¡Ahí estas! Lo vi todo, ¿Vas a seguir negando que entre tú y ese hombre no hay nada? Me dice, mientras caminamos juntas hacia la salida.

-Oh Liv no empieces por favor. Le respondo. En ese momento veo a Jamie que me espera en el estacionamiento. –Tengo que irme Liv, te veré mañana.

-No tengas miedo, date otra oportunidad y que mejor que con él. Dice señalando con la barbilla a Jamie.

Suspiro y me despido de mi amiga con un abrazo e inmediatamente corro hacia Jamie.

-Hola, ¿Qué tal tu día? Dice.

-Muy bien, gracias por el almuerzo estuvo delicioso. Le respondo con una sonrisa. Él me abre la puerta y subo al auto. Mientras el conduce vamos intercambiando miradas y sonrisas, pero ninguno se atreve a hablar sobre lo sucedido esta mañana y es mejor así, porque puede sonar algo tonto pero no encuentro las palabras ideales para hablar con Jamie. Pero como si él pudiera leer mis pensamientos se adelanta.

-Dakota sobre lo que paso hoy...

-No digas nada. Lo callo por favor, no estoy lista para hablar, dame tiempo dejemos que esto siga su curso; por favor. Él me observa fijamente y no dice nada, solo me regala un gesto tierno y deposita un beso sobre mis labios, se dirige a la cocina y yo lo acompaño para ayudarlo con la comida de hoy.

Días después...

Hoy es sábado, han pasado tres días desde que Jamie fingió ser mi prometido y no hemos hablado para nada del tema, eso sí se ha portado de lo más dulce conmigo y hemos pensado en el siguiente paso de nuestro plan.

Después de observar el móvil le indico a Jamie que tenemos que salir para llevar a cabo nuestra descabellada idea.

Estamos en una banca en Central Park y localizamos a varios niños que juegan con pistolas de agua, inmediatamente los llamo y con ayuda de Jamie colocamos perfume en cada arma de juguete, después les enseño una foto de Ryan; el objetivo al que van a atacar.

Jamie y yo observamos atentos el acontecimiento y  reímos a grandes  carcajadas, cuando el estúpido de Ryan es bañado por los pequeños.

Después de eso Jamie y yo vamos por unos helados.

-¿Debes pensar que soy una mala influencia para los niños? ¿Cierto? Lo cuestiono.

-Para nada, al principio me sorprendió saber que esa chica que me golpeo con un bate de béisbol fuera maestra de Kindergarten, pero me doy cuenta de que eres muy buena con ellos; eres muy dulce, inteligente y hermosa. Me dice, provocando que me sonroje.

Locos de amor.Where stories live. Discover now