Capítulo XXXVIII

429 44 11
                                    

Jamie POV.

Tomo a mi hermosa esposa en brazos para sacarla de la camioneta que nos ha prestado su padre, mi suegro y cuñados me han ayudado a prepararle una sorpresa a Dakota como luna de miel. Nos han conseguido una preciosa cabaña a orillas del lago Greenwood, la cual han mandado a ambientar de la manera más romántica que pueda existir con flores y velas.

-El lago Greenwood, solía venir cuando era pequeña con mi familia. Dice mi mujer totalmente emocionada con la mirada llena de brillo.

-Eso escuche, debe ser un buen presagio. Digo mientras entramos a la cabaña, una vez ahí el rostro de Dakota muestra más emoción ya que realmente mis cómplices cumplieron con su cometido, el interior de la cabaña luce increíble. 

-Tú tampoco te quedas atrás con las sorpresas. Suelta mi mujer lanzándome una mirada que me desestabiliza por completo.

-No lo he hecho solo, recibí un poco de ayuda de mi suegro y mis cuñados; mucha ayuda de hecho. Me sorprende lo que pueden conseguir en tan solo un par de horas. Le respondo.

-Creo que debemos dejar de hablar de papá y mis hermanos, ¿Crees que podrías ayudarme con este vestido? Me dice de manera seductora, debo admitir que con ese vestido de novia luce preciosa pero muero por quitárselo y hacerle el amor.

-Claro que sí. Respondo dándole un beso y enseguida la llevo a la habitación, nos llenamos de besos y caricias, bajo el cierre de su vestido y me deja sin habla cuando observo que lleva un diminuto conjunto de lencería que le queda de muerte. La beso con tanta pasión mientras ella me ayuda a despojarme de mi ropa, sus labios, sus besos, su aroma, su piel; toda ella es mi perdición.

-Te amo, te amo. Le digo al oído mientras voy quitándole las diminutas prendas que lleva y enseguida la deposito sobre la cama, acaricio su suave y delicada piel para después llenarla de besos, me acerco a su vientre y me concentro e dejar un reguero de besos ahí a la misma vez que le hablo a nuestro bebé. Me deshago del resto de mi ropa y me coloco con sumo cuidado sobre su hermoso cuerpo, lentamente me hundo en ella para no lastimarla ni a nuestro bebé. Cada uno de nuestros movimientos va acompañado de una caricia, una palabra tierna ¡Dios hacer el amor con Dakota es el paraíso!

La noche avanza y nosotros solo somos conscientes de esta entrega de amor, siento las manos de Dakota acariciar mi espalda a la misma vez que repite una y otra vez mi nombre. Amo con locura a esta mujer, mi mujer.

-Oh Jamie...Jamie, te amo. Dice ella con la respiración acelerada, hasta que poco a poco ambos nos desplomamos al llegar al borde de la pasión. Con delicadeza acomodo su flequillo y le doy un beso, la cubro con las sabanas y me acurruco junto a ella.


A la mañana siguiente...

Con una taza de café en mano observo el maravilloso cuerpo de mi hermosa mujer que aún duerme, poco a poco comienza a revolverse entre las sabanas hasta que abre esos preciosos ojos azules que son mi perdición a la misma vez que me dedica una enorme sonrisa.

-Buen día preciosa. Digo acercándome a mi mujer mientras dejo la taza de café sobre la mesa de noche. -¿Qué tal dormiste?

-Muy bien, pero dime una cosa ¿Por qué estas vestido? Pregunta seductoramente al mismo tiempo que se abalanza sobre mí y comienza a besarme.

-Dak...nena, espera. Le digo mientras me separo de ella.

-Amor es nuestra luna de miel, las hormonas del embarazo aumentan mi deseo sexual y quiero que me hagas el amor. Dice ella haciendo un tierno puchero.

-Créeme que así será nena, pero ahora tú y nuestro bebé tienen que alimentarse y después...

-Me harás el amor. Dice ella interrumpiéndome.

Locos de amor.Where stories live. Discover now