Este es un fanfic Damie, en el que se combinan los nombres de nuestros queridos Jamie y Dakota con los apellidos de sus personajes en "cincuenta sombras de Grey".
Me inspiré en la película de 1998 "Addicted to love" protagonizada por Meg Ryan y Mat...
-¡Ay no puede ser! Grito desde la habitación y en una fracción de segundo tengo a Jamie a mi lado.
-Nena ¿Qué sucede? Me pregunta asustado, pero la mirada le cambia en cuanto me ve solamente en ropa interior.
-Estos pantalones tampoco me quedan. Le digo haciendo un puchero y él sonríe.
-No puedo creerlo, ¿estas así porque unos pantalones ya no te quedan? Me pregunta burlón.
-Oye. Le digo dándole un ligero golpe en el estómago. –Con todo lo que me alimentas, pronto rodaré en vez de caminar.
-¿Ya no quieres que te cocine? Me dice con una mirada de cachorrito.
-Jamie me encanta todo lo que preparas, pero últimamente te la pasas dándome todos esos deliciosos postres, galletas, pasteles y...después de eso terminamos en la cama.
-También hacemos ejercicio. Me dice seductoramente acercándose a mí, coloca las manos alrededor de mi vientre, por lo menos he subido un par de kilos. –Te querre siempre de cualquier manera, y no estas gorda; ahora vamos a hacer un poco de ejercicio.
Yo sonrió pensando en lo que haremos, pero de inmediato me dice:
-Vístete nena iremos a caminar. Sale de la habitación riéndose, ya me las pagará.
Estamos caminando cerca de Central Park, vamos tomados de la mano y sonreímos.
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De pronto encontramos una banca y nos sentamos mientras cada uno revisa su móvil.
-El bebé de Mía y Andrew aún no nace, ambos están impacientes. Me dice sonriendo, se lo importante que ellos son para él. Ya que al igual que yo casi no tiene contacto con sus padres, así que sus amigos son su familia.
-Mi mamá esta como loca, no deja de enviarme mensajes desde el día de mi cumpleaños, quiere que valla a su casa. Le digo abrazándolo. –Pero no sé si pueda.
Él solo me observa y besa mi cabeza, creo que debo contarle, ya que él fue sincero conmigo contándome que se alejó de sus padres cuando el decidió estudiar cocina y no leyes como su padre quería.
-Me aterra encontrarme a mi abuela. Le digo.
-Pensé que tú y ella son muy unidas. Dice sorprendido.
-Lo somos, bueno lo éramos; la amo. Pero la traicione. Él me observa pidiéndome que continúe.
-Mi abuelo murió hace un par de años, él le dejo $50,000.00 dólares a mi abuela, poco tiempo después yo soñaba con poner una florería, mi abuela quiso darme el dinero para que yo lo hiciera; pero la verdad es que no me atreví, ella me pidió que lo guardara. Hasta que...conocí a Ryan, él se enteró de que yo tenía esa cantidad, así que me pidió el dinero para abrir el restaurant, como íbamos a casarnos seriamos socios y aumentaríamos el dinero de la herencia; confiaba tanto en él que nunca me firmo ningún documento. Le digo con los ojos llenos de lágrimas.
-Oh nena, no llores Ryan es un infeliz tu confiabas en él y te engaño. Dice atrayéndome más a su cuerpo.
-Eso no es lo peor, justo cuando terminamos mi abuela comenzó a tener problemas con la hipoteca de su casa, van a echarla y si aún tuviera el dinero en mis manos eso no sucedería, y no soy capaz de decir la verdad. Soy una estúpida, soy de lo peor Jamie.
-¡Basta! nena no digas eso, encontraremos la solución. Me dice.
-¿No me dejaras? Le pregunto asustada.
-Claro que no, eso jamás; todos hemos cometido errores alguna vez. Estoy contigo y juntos encontraremos la solución. Me dice.
Continuamos caminando, vamos abrazados como toda una pareja de enamorados; hasta que pasamos fuera del restaurant de Ryan el cual todavía está a un par de días de abrir y todos sabemos que es porque se acuesta con la publirrelacionista, que es Emma.
Jamie observa un letrero en el que solicitan lava platos, continuamos caminando y me dice:
-Creo que ya conseguí empleo.
-Oh no Jamie. Le digo mientras recuerdo lo que acabamos de ver. –Tú eres chef.
-Sí, pero así empecé; y bueno tal vez trabajando ahí podamos destruirlo más rápido. Me dice.
-¿Quién eres y que le hiciste al Jamie pacífico y tierno? Le digo.
-Sigue aquí. Me dice. –En cuanto lleguemos a la casa te lo voy a demostrar.
Apenas llegamos a casa nos dirigimos a la habitación y terminamos haciendo el amor apasionadamente, últimamente la mayor parte del tiempo la pasamos así. Ahora él está dormido y yo lo observo, es tan perfecto; beso su pecho y me acurruco a su lado hasta que el sueño me vence.
Despierto y Jamie no está a mi lado, me pongo únicamente su camisa y voy hacia la cocina en donde lo encuentro preparando unos deliciosos Hot Cakes.
-Se ve delicioso, muero de hambre. Le digo. El me sonríe, se acerca dándome un beso y me sirve un plato con una torre de Hot Cakes, bañados con miel y frutos rojos. –Están deliciosos. Le digo mientras engullo mi desayuno.
De pronto el me observa y la mirada se le oscurece y comienza a reírse.
-¿Qué pasa? Le pregunto.
-Qué eres hermosa y sexi. Me dice provocando que me sonroje. –Y de pronto recordé algo.
-Si ¿Qué cosa? Pregunto curiosa sin dejar de comer.
-Una mañana, cuando recién nos conocíamos soñé que te preparaba Hot Cakes para desayunar y de pronto apareciste con un hermoso y sexi vestido. Me dice y yo dejo a un lado mi desayuno.
-¿Aja y? Lo cuestiono lanzándole una mirada coqueta.
-Te veías hermosa como siempre, luego te sentaste a horcajadas sobre el sofá y yo me acerqué a ti y comencé a besar tu espalda, tu hermoso tatuaje. Y justo en eso me desperté, bueno me despertaste. Dice un poco avergonzado.
-Estaba sentada sobre el sofá, ¿así? Le digo mientras me dirijo al viejo sofá y me pongo a horcajadas.
-Nena basta, llegaras tarde al trabajo. Me dice acercándose.
-Tienes razón, además ayer por la tarde me llevaste a caminar dejándome con ganas de hacer otro tipo de ejercicio. Le respondo, aunque la verdad es demasiado temprano y nos da tiempo de hacer el amor, pero quiero provocarlo. Y vaya que funciona, me quita su camisa y en seguida lo tengo completamente desnudo haciéndome suya en el sofá.
-Eso fue increíble. Me dice con la respiración entrecortada.
-Aún nos queda tiempo. Le digo mientras me siento a horcajadas sobre él.
-Me enloqueces, eres totalmente adictiva. Te amo. Me dice y sus palabras me llenas de una inmensa felicidad, mientras poco a poco comienza a besar mi cuello, descendiendo hasta mis senos.
Lo besó apasionadamente, nos separamos y mientras acaricio su espalda grito su nombre, justo en ese momento la puerta del departamento se abre y aparece la persona que menos esperaba, encontrándome en el momento que jamás imaginé.
-¡Mierda! Es lo único que decimos Jamie y yo al unisono.
