Locos de amor.

Capítulo XXXIV

           

Dakota  POV.

La noche se ha puesto mientras Jamie me espera abajo para ir a un lugar  secreto en donde va a darme una sorpresa, realmente no imagino que podría ser, ahora mismo me siento tan feliz, me ha pedido ser su esposa, aunque Liv dice que no es de manera oficial porque no hay un anillo, pero es que a lado del hombre que amo no necesito nada más; nos amamos y pronto vamos a convertirnos en padres y ahora mismo estoy nerviosa y ansiosa porque le diré a Jamie que estoy embarazada, para eso hace un par de horas Liv me acompañó al viejo edificio para decorar con algunas fotografías y preparar una cena romántica.

Me observo en el espejo y decido bajar, en cuanto lo hago me encuentro con mi futuro esposo quien me dedica una mirada de entera felicidad, me abre la puerta del auto y apenas estoy dentro me venda los ojos, ahora estoy aún más nerviosa, el tiempo se me hace eterno, comienzo a desesperarme y como una niña comienzo a preguntarle cada dos por tres si ya estamos cerca de nuestro destino, escucho su risa y me acaricia la rodilla para tranquilizarme, ¡Dios! Con estas hormonas su más mínimo contacto hace que quiera lanzarme a sus brazos y que me haga el amor. Estoy a nada de hacerlo pero de pronto siento que el coche se detiene.

-¿Ya llegamos? Le pregunto, estoy completamente ansiosa.

-Sí, pero todavía no puedes quitarte la venda, te ayudare. Me dice mientras me carga al estilo novia, pasan unos cuantos minutos y me baja ayudándome a poner de pie, me quita la venda y chillo emocionada.

-Jamie, esto es... es precioso, me encanta. Le digo mientras observo cada detalle, estamos en  la azotea del viejo edificio, justo en el lugar en donde nos conocimos, me siento totalmente feliz, Jamie no se imagina que yo también pensé en este lugar para darle su sorpresa, aunque para eso tendremos que ir al departamento en donde compartimos tantos bellos momentos. El lugar se ve increíble, está totalmente cambiado, parece una especie de jardín con tantas flores y luces; además de que por lo visto mí prometido también pensó en la cena, me doy la vuelta y me acerco a él.

-Queria traerte a este lugar porque es muy especial en nuestra historia que recién empieza a escribirse, aquí fue donde nos conocimos, de la manera más extraña y sin duda nunca lo olvidare y no me importaría que volvieras a pegarme con ese bate. Dice haciéndome reír al recordar ese momento y es que en definitiva aunque ese día casi lo mato, ha sido uno de los mejores momentos de nuestras vidas.

–Este lugar es el mejor escenario para pedirte algo que desde hace mucho tiempo quiero. Dakota Grey quiero que me concedas el increíble honor de convertirte en mi esposa, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado, cada segundo. Me dice mientras se pone de rodillas y saca una pequeña caja con el anillo más hermoso que mis ojos han visto, ¡Santo Dios! ¡Santo Dios! Nuevamente me está pidiendo que me case con él, siempre he visto este momento en las películas y me emocionaba, pero vivir este momento es único, es algo que ahora mismo no puedo explicar.

-¡Sí Jamie!, ¡Sí!, ¡Sí! Le respondo completamente embriagada de felicidad, él me coloca el anillo en el dedo indicado y enseguida nos besamos con tanta pasión.

-Me haces tan feliz, este anillo lo llevo desde el día que cenamos con tus padres, quería dártelo ahí justo cuando dije que lo cambiaría por el otro, pero sabía que estabas asustada, así que decidí esperar y quería dártelo el día que nos reconciliamos, pero te merecías algo especial, así que esta tarde vine a preparar todo. Dice mi Jamie, amo perdidamente a este hombre, es perfecto y ahora con su confesión hace que lo amé aún más.

-Oh Jamie, ha sido hermoso, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, te amo tanto. Le digo completamente emocionada. -Espera, ¿has entrado al departamento? Pregunto completamente alarmada.