Capitulo 1

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Me sentía viva.

Los alternantes flashes de luces oscuras y suaves, el ritmo pulsante de la música del club, el movimiento de cuerpos transpirados bailando, sonriendo, disfrutando unos de otros... el Sky Launch Night club se metía en mi sangre y me encendía de una manera en que no dejaba hacerlo a nadie ni nada desde hace bastante tiempo. Cuando estaba allí trabajando en el bar, ayudando con las cosas de camarera, atendiendo a los DJs me sentía más libre que en cualquier otro momento de mi día. El club tenía magia.

Y, para mí, curaba.

Nadie iba a demandarme por concentrarme demasiado duro o demasiado tiempo en mi trabajo. Pero el rumor era que The Sky Launch, que había sido puesto en venta desde hace algún tiempo, estaba a punto de ser vendido. Un nuevo propietario podía cambiarlo todo.

—Panny —Sasha, la camarera trabajando en la primera planta, me sacó de mis pensamientos y me trajo de vuelta a mi trabajo—. Necesito un Vodka Tónic, un Ruso Blanco y dos Butterball.

—Entendido —saqué el vodka de la estantería detrás de mí.

—No puedo creer lo ocupadas que estamos para ser un jueves —dijo ella cuando yo trabajaba en su orden.

—Es la ocupación veraniega. Dale una semana y el lugar explotará —no podía esperar. El verano en el club era un total desmadre.

—En ese momento es cuando las cosas se ponen divertidas por aquí —Ubb, el gerente del club, se unió a nuestra conversación, un brillo apareció en sus ojos cuando la brillante luz blanca que iluminaba la barra iluminó su rostro.

—Muy divertido —le di a Ubb una amplia sonrisa y le guiñé un ojo mientras ponía las bebidas en la bandeja de Sasha, mi estómago tensándose con un tintineo de deseo.

Él respondió a mi guiño con uno de su propia cosecha, avivando el tintineo en mi panza hasta hacerla una llama baja.

Ubb no era el amor de mi vida ni siquiera el amor del momento, pero su pasión compartida por el club despertaba algo en mí. Mi interés en averiguar más y en ascender de trabajar en un bar parecía interesarle a él también. Teníamos una química decente, pero él no conseguiría volverme loca por él como lo he estado por otros chicos. Él era seguro y sólido y ésa era mi definición del hombre perfecto.

Marqué la orden de Sasha, sospeché, otro camarero que estaba junto a Sasha. Ubb ya raramente entraba a la parte de atrás de la barra, pero había poco personal para la noche y yo le di la bienvenida a su ayuda. Un regular y sus amigos se habían apoyado contra la barra esperando mi atención y, por el rabillo del ojo, vi un tipo con traje tomando un lugar en la esquina alejada del mostrador.

Le di a Sasha su ticket, pero Ubb la detuvo antes de que pudiera irse.

—Espera. Como aquí estamos al menos algunos de nosotros, creo que deberíamos brindar por Panny —pasó de mano en mano los chupitos que había estado llenando. Tequila: mi licor de elección.

Le eché un vistazo con sospecha. Aunque no era inusual tomar un chupito o dos mientras trabajábamos un turno, siempre habíamos mantenido el perfil bajo, nunca frente a nuestro gerente y, ciertamente, no con su apoyo.

—Sin preocupaciones —dijo Ubb, chocando mi brazo con el suyo—. Es una ocasión especial.

Con un encogimiento de hombros, sonreí y agarré el chupito que me ofrecía.

—Tú eres el jefe.

—Estamos demasiado ocupados para un brindis apropiado, así que sólo vamos a decir que esto es por Panny. Estamos orgullosos de ti, Son Pan.

INTENSO DESEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora