Me puse tan nerviosa con la aventura de irnos de compras que decidí esperar a Trunks en el portal de mi casa. Esperaba encontrarme a Ten Shin Han con el Maybach, así que me sorprendí cuando Trunks llegó a bordo de un Mercedes SL Roadster.
Entré en el asiento del pasajero.
—Bonito buga.
Sus labios se curvaron formando una sensual sonrisa mientras arrancaba y se incorporaba al tráfico.
—Me alegra que te guste.
No sabía a dónde mirar primero, si al lujoso coche deportivo o a Trunks con sus ajustados vaqueros azul oscuro y su entallada camisa granate. No le había visto con ropa informal y, por muy buen aspecto que tuviera con sus trajes, ese nuevo estilo hacía que algo me revoloteara en el estómago.
Bueno, en general, con Trunks siempre sentía que algo me revoloteaba en el estómago.
—Así que has venido conduciendo tú.
Normalmente, no me gusta decir lo evidente, pero de alguna forma tenía que silenciar la carga sexual que había entre los dos. Sobre todo, porque otra mañana sin parar de cuestionarme lo saludable de mi relación con Trunks me había llevado a la conclusión de que ese día teníamos que prescindir del sexo. Necesitaba contrarrestar el encariñamiento con la distancia. Esperaba no echarme atrás cuando llegara el momento de decírselo.
Me miró por encima del hombro antes de cambiar de carril.
—¿Por qué te sorprende que conduzca yo?
Me encogí de hombros mientras me ponía el cinturón de seguridad.
—Me imaginaba que siempre ibas con chófer.
No es que lo necesitara. Se desenvolvía bien con el tráfico de la ciudad y verle manejar el volante me excitaba.
—¿Qué tiene de divertido tener un coche hermoso y no conducirlo?
—Buen argumento.
En el siguiente semáforo, Trunks me miró por encima de sus gafas Ray Ban de aviador.
—Estás muy guapa, Pan. Como siempre.
Su voz rezumaba pura seducción y yo tiré del dobladillo de mi vestido suelto y sin mangas preguntándome si siempre había sido tan corto como de repente me lo parecía.
—¿Me estás dorando la píldora para que te deje elegir lo que me voy a probar?
—Voy a elegir lo que te vas a probar de todos modos.
—Claro que sí.- Al fin y al cabo, él era el que pagaba.
Avanzamos en silencio durante unos minutos, intercambiando de vez en cuando miradas cargadas con todo el peso de la atracción que sentíamos mutuamente. En otras circunstancias, ese flirteo y esa tensión habrían sido divertidos, pero no cuando me sentía tan aturdida y tan insegura.
Tenía que quitarme de encima lo que le debía decir.
—Eh... Trunks, ¿podemos ceñirnos hoy solamente a las compras?
Esperaba con toda mi alma que entendiera a qué me refería sin tener que explicitarlo.
Lo hizo. Un breve destello de decepción cruzó por su rostro, o puede que fuese cosa de mi imaginación. Su tono parecía tenso cuando dijo:
—Lo que tú quieras, Pan.
Me arrepentí al instante de haberlo dicho. El divertido tono del flirteo desapareció y Trunks se volvió reservado e introvertido. Pensé en retirar lo que había dicho, pero ¿cómo iba a hacer eso?
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INTENSO DESEO.
FanfictionCon su reciente Maestría en Administración, Son Pan tiene su futuro asegurado, obtener un ascenso en el club donde trabaja y mantenerse alejada de cualquier tipo que pueda desencadenar su trastorno de amor obsesivo. Un plan perfecto. ...