Capitulo 36

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Trunks se guardó el pañuelo mojado y noté cómo su actitud cambiaba.

Me di cuenta de que tomaba distancia.

—Muy bien, Pan, ¿qué más me tienes que contar?

— ¿Qué..., qué quieres decir?

Aún me estaba recuperando de lo terrible de mi última confesión. ¿Qué otra información tenía que revelarle? En ese momento estaba dispuesta a soltarlo todo.

Trunks se quitó la chaqueta, la dobló y la dejó en el respaldo del sofá.

—Cuando hemos empezado esta conversación, creías que estaba hablándote de otra cosa. De otra persona. —Sus ojos se clavaron en mí—. ¿De quién creías que estaba hablando?

Sinceridad. Le debía hablar con sinceridad.

—Pensaba que hablabas de Uub.

— ¿De Ubb?

—Sí.

Retrocedió hasta apoyarse contra la pared.

No me gustó ver que necesitaba un punto de apoyo.

—Me dijiste que no había nada entre tú y Ubb.

—No lo hay. Ya no.

—Pero lo hubo.

—Sí.

Pude ver el dolor en su rostro. Eso me destrozó. Era exactamente lo mismo que yo sentiría si descubriera que había pasado algo entre él y Pares. Quise acercarme a él, abrazarle como él me había abrazado, conseguir que se sintiera mejor.

Di un paso hacia él, pero levantó una mano para detenerme.

—No fue nada, Trunks. Estuvimos más o menos juntos. Pero no de verdad. Ni siquiera salimos juntos ni le contamos a nadie lo nuestro. Fue solo que, cuando trabajábamos hasta tarde solos..., pasaron cosas.

Aquellas palabras dejaron un sabor terrible en mi boca.

—¿Te acostaste con él?

—No. Nunca llegamos tan lejos.—No era la primera vez que abordábamos ese tema—. Ya me lo preguntaste otra vez y también te dije que no. No mentía.

Me lanzó una mirada desafiante.

—También te pregunté si habías querido hacerlo y nunca me diste una respuesta.

—No sé la respuesta. —Pensé en dejarlo así. Pero sabía que siempre quedaría flotando entre los dos si no se lo contaba todo—. Sí. Supongo que sí. Hace tiempo. Pero no ahora. —De nuevo quise acercarme a él. Esta vez me detuve antes de que él lo hiciera—. Ya no hay nada, Trunks. Tienes que creerme.

No habló hasta pasados unos largos segundos.

—Te creo.

—¿Sí?

No pude disimular la sorpresa que se reflejaba en mi tono de voz.

—Sí. No le miras como me miras a mí.

—Por supuesto que no.

—Pero él sí te mira como te miro yo. Del modo que imagino que te miro yo.

—No, no es verdad. —Sí, Uub sentía algo por mí, pero no se podía comparar con lo que Trunks sentía por mí—. Estás exagerando.

Trunks se incorporó y empezó a caminar.

—No exagero. Eso supone un problema y no puedo permitir que siga ocurriendo.

—¿Qué significa eso?

INTENSO DESEO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora