Torrentes rayos de sol se filtraban por las ventanas, calentándome y despertándome antes de lo habitual según mi horario de sueño. Antes de verlo, supe que estaba sola. Cuando me di la vuelta miré con los ojos entrecerrados el reloj que había sobre la mesilla de noche, al lado de donde Trunks debía estar durmiendo. Las nueve y veintisiete.
Parpadeé varias veces para adaptar la vista mientras pensaba si quería levantarme e ir en busca de mi amante o darme la vuelta y volverme a dormir. Aún no me había decidido cuando se abrieron las puertas del dormitorio y apareció Trunks vestido solamente con unos pantalones de pijama de seda negra y transportando una bandeja con el desayuno.
—Bien, estás despierta —dijo mientras yo me incorporaba—Le estoy mostrando a mi familia lo estupendo novio que soy trayéndote el desayuno a la cama. Tortillas. Sin setas, por supuesto. No hay chupa chups con sabor a cereza.
Guiñó un ojo mientras dejaba la bandeja sobre la mesa de la zona de estar.
—De todos modos, este es uno de esos momentos poco apropiados para un chupa chups. Y deberías haber dicho novio «increíblemente» estupendo. El desayuno en la cama es lo mejor.
Aunque por lo que se me hacía agua la boca era por la nunca tediosa visión de Trunks descalzo y sin camisa.
—No soy tan estupendo. —Dejó la bandeja y se desató el cordón de la pijama, dejándolo caer al suelo y mostrando su hermoso pene erecto. Se deslizó bajo las mantas y se puso encima de mí—. Voy a hacer que te lo tomes frío.
—Un desayuno frío me parece perfecto —balbuceé antes de que su beso me impidiera hablar o pensar.
Era casi mediodía y todavía no estábamos listos para vestirnos. Trunks se había ofrecido a prepararme un baño para poner en remojo mis miembros entumecidos después de tanto sexo, pero opté por compartir una ducha, pues deseaba alargar nuestro tiempo de intimidad lo más posible antes de que volviésemos a estar de servicio.
Después de secarnos y vestirnos, Trunks con unos pantalones caqui y un polo y yo con un vestido veraniego de color crema, me dejó para bajar los platos sucios del desayuno mientras yo terminaba de arreglarme. Decidí peinarme el pelo en una coleta, una opción fácil y rápida, para poder ir tras él rápidamente, aunque la idea de ocultarme en el dormitorio el mayor tiempo posible se me había pasado por la mente. Lo cierto era que, por mucho que no deseara enfrentarme a Bulma, quería estar más con Trunks.
Sin saber aún cómo moverme por la casa, me dirigí primero a la cocina, esperando que él estuviera todavía allí. Me detuve en la puerta batiente al oír unas voces, las de Trunks y Bulma.
—... No os he invitado para que os quedéis todo el día en la habitación follando como conejos — estaba diciendo Bulma.
En efecto, yo no iba a entrar todavía. Acerqué la oreja a la puerta para escuchar.
—Entonces, ¿para qué nos has invitado?
La voz de Trunks era tranquila. Su capacidad para manejar a su madre sin sobresaltos me impresionaba. ¿Era Bulma la primera mujer a la que había dominado? ¿Había practicado con ella sus aptitudes para la manipulación? ¿Nuestro elaborado plan para engañarla constituía ahora un sustitutivo de los juegos que él había ejercido con otras mujeres?
No le estaba juzgando por nada de eso. Solo sentía curiosidad.
—Os he invitado porque creo que ella..., cualquier mujer con la que te impliques, a decir verdad, tiene derecho a protegerse. Tiene derecho a saber.
—Se llama Pan, madre. —Me sorprendió la aspereza de su tono—. Y ya lo sabe. —Se rio secamente—. Me encanta ver qué crees que es imposible que nadie pueda sentir nada por mí por lo que fui en el pasado.
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INTENSO DESEO.
FanfictionCon su reciente Maestría en Administración, Son Pan tiene su futuro asegurado, obtener un ascenso en el club donde trabaja y mantenerse alejada de cualquier tipo que pueda desencadenar su trastorno de amor obsesivo. Un plan perfecto. ...