Capítulo 12. Posible hundimiento.

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Hoy sabía que era el día, lo sabía porque hay fechas que se te son dadas y te las memorizas aunque no lo quieras, aunque no lo desees. Lo recuerdas más que esa alarma que debes colocar a la mañana siguiente para ir a trabajar, o que regar las flores que hay en una maceta justo al lado de la ventana y la cual de seguro terminará muriendo o serán regada por alguien más.

Puse una mueca de desaprobación y fui por un vaso de agua para darle una oportunidad más, más que el dueño del departamento. Jane estaba en el living viendo a su sarcástico y queridísimo Doctor House mientras que Erick hablaba por celular en el balcón.

- estoy comparando algo -escucho que me habla- Ben.

Voy hacia donde ella está. Yo a diferencia de ella visto de traje y no de una pijama rosa que es demasiado grande para su cuerpo.

- ¿eres sarcástico?

Le miro confundido por su repentina pregunta, ni siquiera lo había pensado.

- no lo sé ¿tú qué crees?

Me entretuve cuando su rostro se volvió inexpresivo, porque aquello si había sonado sarcástico. Me encantaba molestarla, era como la hermana pequeña que nunca había podido tener.

- ¿harías todo lo posible por el bienestar de Erick?

Mire de reojo en donde estaba y luego me centré en su rostro.

- depende...de si le hace bien o no.

Frunció el ceño.

- ¿tengo que tener cuidado de ti? -interroga alzando sus cejas y yo no pude evitar el reír ante un gesto tan infantil.

- si le rompes el corazón, creo que sí.

Mire de nuevo a donde estaba él y este ya se encontraba sorprendido, a solo unos pasos de nosotros al tiempo que Jane se comenzaba a reír y yo algo incomodo me apartaba de ella. Fui hasta donde estaba mi celular con las llaves de su coche y de este lugar.

- eso sonó tan...tan... -comenzó a hablar Erick, moviendo sus manos en busqueda de la palabra correcta.

- ¿varonil? -sugirió Jane, a lo que su futuro esposo asintió llevando una mano a su barbilla- ¿sexi?

Se coloco inexpresivo y llevandose las manos a la cadera.

- ¿debería preocuparme por lo último? -dijo sonando claramente celoso.

Si estaban disponiéndose a hacer una escena de celos de niños, yo mejor me largaba, no quería ser el violinista número uno en estas circunstancias, por lo que me fui acercando a la única salida cuando...

- ¿te pasarás por allí?

Era indudable que no se refiriera a la boda. Cerré mis ojos con pesadez y deje escapar todo el aire que me quedaba en los pulmones.

- estaría fuera de lugar Erick y lo sabes -respondí ladeándome para verle a la cara.

- ella no lo vería así.

- ¿a ti te gustaría que apareciera el día de tu boda el ex de Jane? -no respondió simplemente movió su cabeza de lado a lado- no, ese es el punto.

Al menos era una de las razones por la que no quería asistir y por no ver al novio, en especial.

Ese fue el fin de la disputa así que cerré la puerta detrás de mí.

No quería saber quienes asistieron, no quería saber si iba familia, no quería saber nada simplemente. Aun no me atrevía ni siquiera a mirarme los brazos, era lo que sucedía cuando llevas un par de años guardándote cosas que no dijiste en su debido momento. No dejaría que me afectara en mi trabajo, mucho menos cuando el día parecía ser prometedor para ser sábado.

Ella es mi Jefa. SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora