- de ahí viene que tu madre te buscara un pretendiente ¿no?
Me atrevo a preguntar con temor, al pensar que la he estado juzgando mal y que lo único que hacía era buscar la forma de proteger a una de sus hijas y evitar que la historia se volviera a repetir.
- tal vez -responde sonando casi insegura- recuerda que también le interesa sus medios económicos, Ben.
- a veces nosotros como hijos colocamos a nuestros padres en el papel del villano.
Lo sé perfectamente porque a veces lo hacía con mi madre, al notar la preferencia que siempre tuvo por mi hermano mayor, incluso después de que le haya robado.
Entrecierra sus ojos y me lanza una de esas miradas que me dice que no le está agradando para nada a que dirección van mis palabras.
- ¿A dónde quieres llegar? ¿A caso no te molesta el hecho de que él me está enviando cartas y mensajes al correo? ¿El que me haya golpeado?
Cuestionó molesta y colocándose de pies, lo cual también hago al ver como la situación se me está yendo de las manos.
- ¡claro que me molesta! ¡Incluso el que me lo estés diciendo recién ahora! Dos meses te tomo para que me lo contaras.
- porque sabía que terminaríamos discutiendo.
- eso no se habría podido evitar aunque lo quisieras.
Veo como se relame los labios, luego asiente moviendo su cabeza como si estuviera creyéndose el hecho de que ya estamos peleados como hace dos semanas porque a mí no se me ocurrió informarle que saldría y no llegaría hasta pasado mañana puesto que me había ido de juerga con Danny. Claramente había perdido la costumbre de pelearme con alguien por cosas tan mínimas, sin sentido o a su vez, estúpidas.
Se voltea dispuesta a ir por su bolso y su maleta, mientras que yo me quedo ahí de pies como un imbécil al no saber qué hacer exactamente, no se cual de los dos esta más molesto y lo peor es que hemos escogido el peor momento para estarlo, porque ella tiene que ir de viaje y porque a través del teléfono solucionar todo esto casi resulta imposible.
- Jozef, me llevara al aeropuerto.
- ¿así que lo dejaremos así?
Sus ojos azules me miran por unos segundos, el silencio que nos envuelve parece interminable y lo peor es que si dejaras caer un alfiler podrías encontrarlo tan fácil solo por el sonido.
- no veo que lo quieras solucionar, porque tu cara con tus palabras no están yendo de la mano, están siendo diferentes y lo sabes.
Me asombra como me ha llegado a conocer en el poco tiempo que nos conocemos y lo buena que es aun con las palabras, aunque me duela lo indiferente que suele ser cuando nos peleamos. Con Anastasia no era de esa forma y sé que no debería compararlas pero es que no puedo evitarlo cada vez que ella me deja sin palabras.
- ¿de verdad que no lo has visto?
Deja escapar un suspiro antes de responderme.
- hace dos meses atrás, no solo me quedaba citada contigo o Thompson.
- creo que lo sospechaba.
Muestro una sonrisa forzada, al darme cuenta que mis preocupaciones no eran un tanto exageradas en ese tiempo y que Lucy, podría haberlo sabido pero solo se daba la tarea de decirme solo lo que le era más conveniente.
- la última vez que nos encontramos ya sabía de tu existencia, se lo había contado mi hermana. Prometió hacerte daño a ti y a mí.
- no se lo permitiré -digo muy seguro- apenas lo conozca le dejare las cosas bien aclaradas - frunce el ceño, acercándose y antes de que diga lo que creo que tiene pensado decir a voz agrego- y no me detendré hasta hacérselo saber.
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Ella es mi Jefa. SIN EDITAR
RomanceBen Mathews, acaba de salir de prisión y no tiene nada con lo que pueda sustentar su vida, es entonces que su mejor amigo decide darle una oportunidad para reescribir su vida y la cual es dejar su orgullo de hombre para trabajar bajo las órdenes de...