7. El ser más despreciable

9.8K 606 184
                                    

Narra Peter:

Llegamos al campamento.

—Sabes, podrías decirme cuando vas a agarrarme de la cintura— dijo _____

—¡Pan!— Félix entró en el campamento.

—¿Qué pasó Félix? Conozco esa cara.

Félix y yo fuimos a un lugar lejos de _____.

—Emma, Hook, Mary Margaret, Regina, David, Rumplelstilnskin y Henry están en el bosque encantado...

—¿Y eso a mi que me importa?— lo interrumpí

—Están buscando a _____ y cuando vean que no está ahí irán a cualquier otro mundo a buscarla hasta llegar aquí ¿Por qué no les damos a la chica y nos evitamos una pelea con ello?

—De hecho Félix, tengo un plan.

—¿Cuál?

—Ya que ______ es la hija de la salvadora me voy a aprovechar de eso.

—¿A que te refieres?— dijo confuso.

—Voy a pedirles la caja de pandora y la maldición que uso Regina, ah y la daga del espectro.

—¿Crees que te la den?

—Si no me dan lo que les voy a decir la vida de esa chica correrá un gran peligro y no creo que la salvadora y Garfio quiera perder a su preciada y adorada hija— dije con una sonrisa algo malvada.

Félix puso una sonrisa sádica.

—Entonces estaremos alerta.

Escuchamos un ruido atrás de nosotros. _____ estaba de pie sin hacer un solo ruido.

—¡Eres un maldito desgraciado!— dijo acercándose a mi y empujando me con su dedo —mis padres jamás aceptaran ese estúpido trato tuyo.

—Escucha querida no tengo tiempo de escuchar tu voz así que te ordeno que te ¡largues de mi vista!

Ella agarro un cuchillo que tenia en la cintura y me lo puso en el cuello. Félix iba a detenerla pero, con la mano, le hice una señal para que no lo hiciera.

—Eres igual a tu madre. Tienes fuego, me gusta el fuego.

—Tu eres un idiota, un cobarde que prefiere tener a una chica cautiva en una isla en vez de conseguirlo por ti mismo. Das lastima— escupio

Ese comentario me hizo estallar de ira. Ahora yo era el que tenia el cuchillo en su cuello.

—Nadie me llama cobarde y vive para contarlo.

—Adelante mata me, a ver como consigues la daga, la caja de pandora y la maldición.

—Oh no, no te voy a matar, voy a hacerte sentir en el mismo infierno.

Agarre una espada y le lancé una a ella, ella la agarro con torpeza. Empecé a atacar, ella esquivaba mis ataques pero con dificultad. Los niños perdidos se ponían a nuestro alrededor. Fácilmente la tire.

—¿Qué pasa acaso tu querido padre te dejaba ganar y por eso creías que eras buena en esto? Cuando te vas a dar cuenta que ellos te hacia creer que eres buena en ciertas cosas, solo por que eres su hija.

Ella se paró sin decir nada.

—Eres el ser mas despreciable que puede haber en el mundo.

—Gracias por notarlo. Es muy lindo de tu parte— dije sarcástico.

Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. Sentí algo de culpabilidad por hacerla llorar.

—Ahora entiendo porque Rumplelstiltskin decía que su vida mejoro cuando lo abandonaste— ella salio corriendo hacia su cabaña.

—¡Aquí ya no hay nada que ver vuelvan a sus trabajos!— los niños perdidos se fueron.

Me quede observando la cabaña de _____ por un rato, un largo rato.

—Pan— Félix hablo.

—Mantente al tanto de donde esta su familia— dije en seco.

—Si Pan— Félix se fue

Trataba de quitarme esa sensación que tenia de culpabilidad pero no podía, jamás había sentido eso, ni siquiera cuando abandone a Rumplelstiltskin. De alguna forma esta chica me hacia sentir de verdad muy mal

Mi Lindo Idiota De Neverland | Robbie Kay/Peter Pan & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora