5. Abrazo especial

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El tacto suave de la mano de Peter pasar por mi brazo, hizo que me volteara a verlo. Al segundo que volteé mi cabeza, me dio un suave y tierno beso en los labios.

—¿Estas bien? —preguntó acariciando mi mejilla.

Agarré su mano y la acaricié.

—Si, solo... recordaba.

Tenía las cejas fruncidas y me miraba tratando de creerse lo que decía. Él me conocía muy bien y sabía que había algo mas en mis palabras.

Aunque sea voy a contarle eso.

—Peter...

—¿Si?

—Hay algo que... que quiero decirte.

Me acomode en la cama para quedar frente a él. Inicié, después de mucho iba a contarle a alguien sobre ese tema.

———«⚮»———


Kiara y yo eramos mejores amigas, en realidad era mi única amiga. De pequeña no fui muy sociable, casi siempre estaba con Henry y solo hablaba con los demás niños para hacer algún trabajo de la escuela. Como toda amistad, Kiara y yo comenzamos a platicar y a conocernos. Tuvimos una buena amistad. Yo era una niña que no tenía idea que sus padres le borraron su memoria, era tan inocente que no sospechaba nada de mis padres y nunca me cuestione el porque sentía que algo faltaba. Mis recuerdos.

Mi amiga y yo estábamos jugando a las escondidas, era un día normal. Odiaba ese juego, siempre ganaba ella, era un asco escondiéndome o buscando. Ese día yo y mi inteligencia decidimos hacer una "pequeña" trampa. Había visto como Regina utilizo el hechizo localizador y eso me dio mi brillante idea. No se como lo logre pero lo utilicé en una pulsera que olvide devolverla a Kiara, esta comenzó a elevarse y a ir hacía su dueña. Encontré a Kiara sujetando su osito de peluche favorito escondida detrás de un buzón. Ella salió de su escondite, se había tomado bien que la encontrara hasta que vio el objeto flotando.

—Hiciste trampa —me reclamó.

—N-no

—Esa pulsera no flota por si sola, _____ ¡Hiciste trampa!

Eramos una niñas que peleaban por una estupidez. En ese entonces era como si peleábamos por un chico, aunque pensándolo bien, es casi lo mismo de estúpido. Ella seguía gritando me y reclamando, yo me estaba enojando.

—¡Tramposa!

—¡No es cierto!

—¡Si lo es!

—¡No!

—¡Las amigas no se mienten!

No se en que momento perdí el control. No era yo, por decirlo así, era como si me estuvieran controlando. No recuerdo bien lo que hice, solo recuerdo con exactitud el rostro de terror de Kiara, me miraba como si fuera un monstruo. De lo poco que mi subconsciente guardo fue que yo, en mi momento de ira y descontrol, golpee un poste de luz con magia que cayó. No hubiera sido un gran problema que el poste cayera, lo que si fue un problema es que el poste no solo cayó, cayó sobre mi amiga.

Su pequeño cuerpo yacía debajo de aquel objeto y su peluche enfrente de ella. Estaba aturdida, no comprendía lo que había hecho. Mi madre estaba arrodillada enfrente de mi diciendo algo que no lograba oír. Voltee hacía Kiara y pude comprender todo.

Yo lo hice. Yo fui. Yo fui quien acabó con su vida.

—Kiara...

A un corto y tembloroso paso fui hacía ella. Agarré el oso de peluche y una lágrima cayó por mi mejilla.

—Kiara, yo... lo si-siento...

—¡Kiara!

Su madre venía a paso apresurado y llorando. Cuando me vio la señora dulce y gentil que había conocido se fue.

— ¡Tú le hiciste esto! Tú mataste a mi hija.

Me empujó haciendo que me alejara de su hija. Me insultaba y me culpaba de todo.

—¡Eres un monstruo!

Mi madre vino y me llevó con ella lejos de esa escena. Vi a mi padre y mi abuelo tratando de tranquilizar a la madre de Kiara, y la mía me decía que no me preocupara, que no era mi culpa de lo que había sucedido.

Por mas que quería no le creía.

———‹⚮›———


—Ya pasaron ocho años Peter, y aun me siento culpable.

Él me abrazaba, por detrás de mis hombros, mientras yo lloraba con mi cabeza recargada en su hombro.

—Nunca quise hacerle daño —dije en un hilo de voz.

—Lo se, tú no eres así.

Besó mi cabeza, me pegué mas a él y lo abracé.

—Regina se ofreció en ayudarme con mi magia, pero yo no quise, desde ese día no utilicé mi magia. Hasta que tu me enseñaste.

—¿Por qué conmigo si quisiste?

—Ni siquiera yo se.

Seguimos en la misma posición por un largo tiempo. Conforme crecía el dolor también, comprendía mejor el acto y me sentía horrible por lo que le hice, aunque no hubiera estado consciente del todo cuando ocurrió.

Al final terminados acostados, mi cabeza estaba recargada en su pecho y el me abrazaba. Era un abrazo especial. Mis ojos se cerraron y quede dormida.


Tal vez publique otro capítulo, si es que no me quedo dormida. No se porque ya no me puedo desvelar como antes :(

Les voy a contar una triste historia.
Estaba en mi la escuela con mis amigas y a dos de ellas les gusta shadowhunters, al igual que a mi, estábamos hablando y luego les pregunto: ¿Quién quiere ser mi parabatai? Y ni siquiera el viento de la rosa de Guadalupeño se oyó.
En conclusión me ignoraron y hasta la fecha las sigo molestando con eso y eso paso el año pasado. Y me vengue dejándolas en visto, si lo se soy bien malota.

Mi Lindo Idiota De Neverland | Robbie Kay/Peter Pan & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora