24. Su títere

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—Me alegra saber que te has estado divirtiendo. Si tan solo no estuviera dentro de tu mente, creería que sigues con el plan.

—¿Brooke? —buscaba con la mirada a Brooke. El lugar donde estaba, solo estaba iluminado por una tenue luz azul, hacía frío y la blusa de tirantes y short que traía puesto no me abrigaban mucho. Estaba temblando y abrazándome a mi misma.

A qué se refería con "dentro de tu mente". ¿Estábamos en mi mente?

Un escalofrío recorrió el lado izquierdo de mi cuerpo, haciendo que girara hacía ese lado. No había nada.

—¿Cómo se siente, Jones? ¿Te gusto tenerlo dentro? Cuéntalo todo, quiero saber si no ha cambiado desde la última vez que lo hicimos.

—¿Q-q-qué?—tartamudee.

—¿Qué sucede, querida?—estaba sentada, cruzada de piernas, en el piso— pensé que sabías que Pan y yo tuvimos algo—me miró de pies a cabeza y una sonrisa se dibujó en su rostro— Demonios, estas temblando. Siéntate.

Un poco dudosa, dí dos paso quedando enfrente de ella y me senté. Su semblante era mas frío que la temperatura de aquel lugar, sin ninguna expresión y con su vista fija en mi extendió su mano. Parpadeé varías veces hasta entender que quería que le agarrar la mano, sujete su mano. Su agarré se volvió brusco, hasta tal punto de lastimarme, traté de que me soltara pero eso aumentaba el dolor. Las marcas que tenía en los brazos se volvían de un color mas intenso y se alargaron más llegando hasta mi cuello, cuando antes me llegaban apenas a los hombros.

El dolor era insoportable, grité y patalee tratando de alejarme de Brooke. La miré, su sonrisa de diversión me asqueaba.

—Tú sola te lo buscas. Si tan solo lo hubieras hecho con Pan pero sin sentir amor, esto no hubiera pasado. Nadie me quitara mi venganza y menos un patético intento de héroe como tú, haré qué tu corazón se oscurezca tanto que el mismísimo oscuro caiga rendido a tus pies.

Me soltó. Arrastrándome me alejé de ella o intenté, me sujetó del cuello evitando que escapara.

—Quiero a Pan muerto y lo lograré. Será mejor que esa linda, pequeña y buena parte de ti se quede en lo mas profundo de tu mente, si no quieres que la desaparezca por completo. Ahora, despierta, saca tu maldito trasero de esa cama y consigue la daga del oscuro.

Desperté, tratando de regular mi respiración. A mi lado, Peter seguía dormido. Me levanté y vestí, con algo simple y unos guantes, haciendo el menor ruido posible. Antes de salir de mi habitación, miré a Peter, si fuera por mi estaría acostada y abrazándolo, pero con Brooke vigilandome y controlándome era lo que no podía hacer.

Esa pequeña parte que Brooke trata de destruir sigue resistiéndose, no quiere que Brooke gané y que Peter muera. Pero las marcas cada vez se acercaban mas a mi corazón y eso lo iba a oscurecer en cualquier momento, y si eso sucedía sería tarde para que volviera a ser la antes.

Peter, por favor despierta y trata de detenerme. Por favor.

Salí de mi habitación y fui hacia la tienda del Sr. Gold.

—¿Se le ofrece algo? —preguntó.

—No es nada importante, solo la daga del oscuro, si no es mucho pedir —me recargue en el mostrado.

—Eso no suceder, _______.

—Valia la pena intentarlo —me dí la vuelta y comencé a caminar hacía la puerta. Cuando sentí que su vista no estaba del todo puesta en mi, giré y lo ataque con magia.

Gold esquivó mi ataque. Volví a atacarlo y él volvió a esquivar. Hice que su bastón se le escapara de sus manos, iba a provechar en atacarlo pero él reacciono primero, me golpeo con su magia y caí al suelo.

—Vete ahora, ______.

Me levanté del suelo, solté un bufido. Levanté su bastón y lo extendí en su dirección para que lo agarrara. Me miró desconfiado.

—Solo quería saber que tan poderoso es el oscuro y que tan patética soy peleando. Veo que soy muy patética en esto.

—Por fin coincidimos en algo —acepto el bastón.

—También veo que... A veces es muy confiado, Sr. Gold —alcé mi mano y la extendí, dejando a la vista la tinta de calamar en mi guante.

Miro su bastón y para su desgracia había tocado donde estaba la tinta. En unos segundos se quedó inmóvil.

—Lamento todo esto, Gold. Pero de verdad necesito la daga.

Pase a su lado y fui hacia donde tenía la daga. Abrí la caja con magia y tomé la daga. Todo era involuntario, no me detenía siquiera a mirara a Gold ni dude en donde podría estar la daga.

Una vez con ella en mis manos salí de la tienda, Gold dijo algo pero no le preste atención. comencé a caminar sin detenerme y llegue casi a la salida de Storybrooke. Ella estaba ahí esperándome, de espaldas.

Maldición. Era su maldito títere.


Holaa...! Iba a actualizar antes, pero me fui de vacaciones (de milagro) y el Internet del hotel no era el mejor que digamos y hasta ahora, que llegue a mi casa pude. 

Parezco un maldito Duvalín :"v

por si no saben que es:

Estoy en algunas partes negra, en otras rosada y blanca, me duelen los hombros y me estoy pelando

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Estoy en algunas partes negra, en otras rosada y blanca, me duelen los hombros y me estoy pelando. Si se van a la playa pónganse Mucho protector solar. 

Por otro lado, nadé con un delfín!!! y me compraron un delfín de peluche y ahora quiero que me digan como ponerle. A la jirafa ya le puse Newt, jeje. Si, amo los animales y los peluches, no se por que (?

Mi Lindo Idiota De Neverland | Robbie Kay/Peter Pan & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora