013. Tensión sexual

7.5K 656 146
                                    



Luego de tres largas horas de duras preguntas capciosas, policías intrépidos y miradas tensas, Justin y Ashley son por fin liberados. Aunque era algo obvio para mí, es un gran alivio saber que ninguno de los tendrá que llamar a un abogado o deberá asistir a juicios por el suicido de Stella, pues resultó que ninguno tiene nada que ver en ello. 

Ashley ha insistido en volver a casa de los chicos, no quiere ir a la suya por ahora y, de alguna manera, la entiendo: su madre está furiosa. Al final tuvo que contarle la verdad sobre lo sucedido y no tiene ni una pizca de ganas de aguantar un discurso de diez horas sobre su seguridad y quien sabe qué otras cosas más. Simplemente ha apagado el móvil y no pretende encenderlo hasta que las cosas en su casa se calmen. 

Me pregunto si yo, en su lugar, habría hecho lo mismo. Si yo, teniendo una familia preocupada en casa, los habría ignorado totalmente solo para evitar que me mortifiquen. Quizás nunca podré saber algo como eso. Esa es la razón por la cual no critico a Ashley en un momento como este, ni la aliento a hacer lo "correcto", porque en realidad... no tengo idea de lo que sea. Yo, en cambio, nunca recibí un sermón de parte de mamá o de papá, menos de mi hermano; ni mucho menos tuve cientos de llamadas perdidas porque alguno de ellos estuviese preocupado por mí. Como dije, no sé lo que se siente, y quizás nunca lo sepa. 

Pero no todo es malo para mi amiga; ni bien ponemos un pie en la gran casa de los chicos, Ashley y Damon desaparecen en el acto escaleras arriba, riéndose y jugueteando entre ambos a su manera. Me río en voz baja al verlos: parecen un par de niños que no pueden quitarse las manos de encima el uno del otro; son tan parecidos que me hacen sonreír de felicidad ajena. 

Y una vez que ya no están, estamos solos... Justin y yo. Él, en cambio, está diferente. Lo primero que hace es caminar hacia una especie de bar en la esquina de la gran sala; se sirve una copa llena de vino y empieza a tomar de espaldas a mí. La vista no es para naaada desagradable: su espalda es jodidamente sexy, fuerte, estructurada; de inmediato me entran unas ganas automáticas por ir a abrazarlo desde atrás. 

No lo pienso más y lo hago, mis manos llegan a su cuerpo como si fueran un par de imanes. Recorro su espalda de arriba hacia abajo, hasta llegar a su abdomen y abrazarlo suavemente. Siento cómo el cuerpo de Justin se contrae ante mí al sentirme detrás de él. Suspira despacio, cómodo y entrelaza su mano libre con la mía.  

—¿Cómo estás?—le pregunto hablando contra su oído. Él se gira un poco para mirarme, esta vez con una sonrisa muy tierna; parece un bebé.

—Bien, como siempre—dice alzando los hombros.

—No te creo...

—¿No?

—No. 

—¿Qué te hace pensar que no lo estoy?—pregunta intrigado. 

—Bueno, esa chica... era importante para ti—suelto sin rodeos. Justin quiere decir algo a modo de protesta, pero le interrumpo—Y ya, no intentes negarlo ¿sí? no tienes por qué fingir delante de mí. 

—Es que no estoy fingiendo—me dice y se gira para ponerme frente a él. Sus brazos me rodean la cintura despacio; intento no demostrar cuánto me excita que haga eso—Estoy bien, Claire.

Pff, es más terco de lo que algún día entenderé. 

—Supongo que nunca voy a escucharte decir que algo te lastima...—ruedo los ojos. 

Él solo me devuelve una sonrisa triste que me deja pensando. No dice más, solo vuelve a acercar la copa llena de vino y toma un poco. 

Aunque intento creerme sus palabras, no puedo evitar seguir pensando que se lo está pasando mal. Es decir, ¡es más que obvio! su mirada y cada facción de su rostro me lo dicen. Sin embargo, creo que por fin estoy empezando a entenderlo: Justin es así, un hombre cerrado, nada fácil de tratar y que no admite sus sentimientos con tanta ligereza. No puedo esperar que simplemente se abra conmigo y acepte que Stella sí era importante. No es fácil para él. 

HACKER 1 | terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora