Acusado de numerosos crímenes y homicidios, Justin Bieber deberá contarle a su abogado la historia detrás de los hechos que lo condenaron a prisión.
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Portada hecha por: @sirentale
[Historia ganadora en los #BieberAwards2017 y #WorthyAwards20...
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El concurrido y acogedor bar de toda la vida los había recibido con los brazos abiertos.
Era viernes por la noche y el pequeño local estaba atiborrado hasta reventar; cada una de las mesas estaba ocupada por numerosos grupos de personas, incluidos los taburetes alrededor del mostrador en forma de L.
La música de fondo perdía precisión al mezclarse con los murmullos del gentío que circulaba de un lado para otro, pero, aun así, Finn se las arreglaba para cantar I Feel It Coming de The Weeknd con todo el poder que su garganta le permitía.
—¡Amo esa canción!—exclamó, moviendo las manos y haciendo chasquidos.
Una mesa rectangular los dividía. Claire estaba sentada en un lado junto a Finn y ambos esperaban a que Ashley volviera del baño, desde hace un buen rato.
—Sé que lo he dicho muchas veces esta noche, pero de verdad estoy jodidamente orgulloso de ti—le dijo el chico, con una sonrisa que resplandecía de pura emoción. Inclinándose hacia un costado, dejó reposar su cabeza sobre el hombro de Claire.
—Te he extrañado mucho—ella le correspondió el gesto, ladeando su cabeza del mismo modo.
Los dos estaban en un estado de reconciliación constante; eran todo afecto, sonrisas y cariño. Solo había bastado una casual llamada de parte de Claire para que ambos se reencontraran y estuvieran largas horas charlando sobre todas las cosas que habían tomado lugar en los últimos días.
Cuando Claire le contó a Finn sobre Dylan, este se echó a llorar por lo menos media hora y fue inevitable que a ella no se le contagiara la tristeza. Se abrazaron y se perdonaron, se dieron cuenta de que se habían hecho más falta de lo que habían imaginado. Eran el complemento perfecto y honestamente, Claire ya estaba harta de las peleas.
Si la muerte de su hermano le había dejado una lección de vida, esa definitivamente era no tomar a nadie por sentado. Si tenía la dicha de tener a alguien junto a ella, iba a valorarlo junto con sus virtudes y defectos, e iba a compartir cada minuto de tristeza y felicidad que la vida le pusiera de frente.
